01 BERESHIT
בְּרֵאשִׁית
Génesis 1:1 – 6:8
Haftará: Samuel I 20:18-42
PARASHÁ BERESHIT
La historia de la ciencia, la historia de la Torá 7
Números perfectos en el primer verso 11
Números abundantes y deficientes 15
- Shabat Bereshit 15
- En el principio Hashem creó los Cielos y la Tierra 16
- Un mes para bendición 17
- Bereshit 2:3-4: 17
- ¿Había algo más que crear? 17
- Los tesoros de la Torá 20
- Regresar a la vida 20
- el Shabat crea algo que no había antes 20
- EL DRAMA ORIGINAL EN NUESTRAS ALMAS 21
El Escenario está Planteado 22
El Proceso de Toma de Decisiones 22
El Daat es la llave del corazón 27
Primera etapa: la falta de conciencia de uno mismo. 28
Segunda etapa: la caída de la conciencia de uno mismo. 29
Tercera Etapa: de la auto-conciencia a la conciencia divina 30
Cuarta Etapa: Hacia la Conciencia Propia Rectificada 31
La firma de Dios es la Verdad 36
- Volver a la Nada Para Traer al Mashíaj (Video Rab Guinsburgh) 40
- Devolver el Mundo a la Nada para Traer al Mashíaj 44
Rabí Levi Itzjak de Berditchev y el Rebe Aharón de Streshela 44
La Tierra y el Nombre Havaiá 44
Parte 2: Rebe Aarón de Streshela 48
La nada y el ser, ansiedad y depresión 50
- EL SECRETO DE BERESHIT Y LA SANACIÓN – LA CONEXIÓN CUERPO Y ALMA 52
- Y IAACOV SALIO AL CAMINO, AÑO 5783 DE LA CREACIÓN, תשפ”ג UN AÑO DE GRANDES MARAVILLAS 53
Fluir con las Ondas de la Providencia 55
Transformar de una partícula a una onda 55
Alivio en momentos de sufrimiento y dificultades Salmo de David 20 59
- PARASHÁ BERESHIT Y EL NOMBRE DE LA MUJER 62
- ¿DÓNDE ESTÁS, SABES CUÁL ES TU TAREA EN ESTE MUNDO, QUÉ HAS HECHO HASTA AHORA? 63
- LA TORÁ CONECTA LA LUZ INFINITA CON LOS MUNDOS 64
¿Qué fueron creados primero los Cielos o la Tierra? 65
La Polaridad de la Creación Jesed y Guevurá, Oculto y Revelado para Hacer 65
- CUANDO ESTÉ EN LA OSCURIDAD 66
- “SE RECTIFICARON CON LO QUE SE CORROMPIERON” 67
- EL HOMBRE Y DIOS A IMAGEN Y SEMEJANZA 72
- SANAR LOS CIELOS Y LA TIERRA 74
- DIVIRTÉNDONOS EN LA PLAZA 75
- LOS SECRETOS DE LA TORÁ: La Cabalá y el Jasidut 76
Pregunta: ¿Cómo nos arrepentimos del pecado del árbol del conocimiento? 81
Lectura de la Torá 25 de Tishrei 5780 y Meditación sobre la Bet de Bereshit- 82
- TORAT HANEFESH BERESHIT 5780 86
- LOS NIÑOS TE ENSEÑAN 87
- Meditación Jasidica 5775 88
- BERESHIT 5778 88
El Rebe y el Cinturón Negro 89
Decepcionado y hambriento regresó a 770. 89
Meditaciones Jasídicas
5783
UNIVERSIDAD DE LA TORÁ
La Naturaleza y la Humanidad
Por la bondad de Dios comenzamos la Torá de nuevo, en la parashat Bereshit, Génesis. La parashá comienza con la historia de la creación del mundo, pero la Torá nos sorprende y cuenta dos veces la historia de la creación: en el capítulo 1 y en el capítulo 2 (cap. 6:3). Los sabios y comentaristas a lo largo de los tiempos explicaron en extenso la relación entre las dos historias y cómo no se contradicen entre sí, pero hay un lugar, incluso antes de las explicaciones y acuerdos, meditemos en el mensaje que la Torá busca transmitir precisamente a través de dos historias que parecen (a propósito) diferentes entre sí.
Veamos las diferentes características de las historias: la primera historia describe la creación del mundo en seis días, donde en general el proceso de creación avanza desde el reino de lo inanimado (día 1 y 2) a la vegetación (día 3), a animal (4 y 5) y luego al parlante, el ser humano (día 6), un orden natural y lógico. En cambio, en el segundo relato el hombre parlante fue creado primero de lo mineral, después de él (y para él) las plantas, a continuación (y también para el hombre, que no esté solo) los animales. En otras palabras, en la primera historia el hombre es una parte de la creación, su parte última y perfeccionada, pero todavía solo un componente de ella. En la segunda historia el hombre es el centro: el mundo fue creado y desarrollado para él.
Más ampliamente, la segunda historia se explaya sobre la humanidad: las necesidades del hombre, su virtud especial como proclamador de nombres, el mandato Divino para él, su libre elección de pecar (y ser castigado), etc. Todo esto permanece sellado y cerrado en la primera. historia.
La historia de la ciencia, la historia de la Torá
Esto nos lleva a entender que ambas historias describen la visión científica y la visión de la Torá de la creación del mundo: la primera historia es muy adecuada para una descripción científica: la naturaleza evoluciona de lo simple a lo sofisticado, de lo inanimado al hombre, en un orden lógico. Aunque el hombre es ciertamente el elegido de la creación, todavía es sólo un componente de ella, su último y más elevado componente. Desde el punto de vista de las ciencias naturales no hay lugar para extenderse sobre la naturaleza humana, etc., basta con destacar en general su singularidad.
La segunda historia describe la creación del mundo desde el punto de vista de la Torá, en el cual el hombre es el centro, y toda la creación fue creada para él. La Torá enfatiza y amplía la virtud del hombre y su papel, sus libre albedrío y rectificación, su relación con el Creador y el prójimo (su esposa), etc.
Dos precisiones en el lenguaje bíblico fortalecen esta observación: mientras en el primer relato los verbos son ב.ר.א y ע.ש.ה, bará y asá, creó e hizo, en el segundo relato el verbo central es י.צ.ר, iatzar, “formó”. Estas raíces gramaticales recuerdan, por supuesto, a los tres mundos de Briá-Ietzirá-Asiá, Creación-Formación-Acción, en las que el mundo de la formación es el mundo del espíritu, las emociones y la humanidad, en comparación con los mundos de la creación y la acción que se caracterizan como intelectual y acción, dominios más fríos y ‘científicos’.
La segunda precisión son los apelativos utilizados para nombrar al Creador: en la primera historia solo aparece el nombre de א-להים, Elokim, de igual guematria que הטבע, “la naturaleza”, hateva, y en la segunda historia se hace referencia al Creador como הוי’ה א-להים, “Havaia Elokim“. Rashi explica que Havaia es el Nombre particular del Creador, por lo que es precisamente en la segunda historia donde se revela la personalidad y el llamado “carácter” de Dios, frente a la naturaleza del ser humano, Dios también se revela como humano y parlante, y no sólo como Creador como en el primer relato.
Esta observación muestra que la Torá corrige la naturaleza y revela su propósito e interioridad. Efectivamente, precisamente el hombre, a través de la Torá, es quien puede descubrir el nombre de Dios en el mundo, y darle sentido y explicación a la naturaleza impersonal.
De las conferencias del rabino Itzjak Ginsburgh, publicado en ‘Unificación de la Torá y la Ciencia’, anexo 4: Alusiones de la unicidad en el Pentateuco. Vea allí otras alusiones adicionales en la historia de la creación y el capítulo de Génesis.
PARASHÁ DE LA SEMANA
BERESHIT
Guematrias breves para Bereshit 5783
- En toda la Biblia encontramos 3 veces la frase “un lugar”, makóm ejad (מָקוֹם אֶחָד): una en Génesis (1:9) en el relato de la creación (y mira nuestro artículo sobre la esencia del año 5783 para más información en preparación) y dos veces en el Libro de Eclesiastés (3:20 y 6:6).
- El valor de la frase extendida de la primera aparición de “un lugar”: “Júntense las aguas bajo el cielo en un solo lugar …”[1] (יִקָּווּ הַמַּיִם מִתַּחַת הַשָּׁמַיִם אֶל מָקוֹם אֶחָד) es 1690 o 10 veces 13 al cuadrado, donde 13 es el valor de “un” (אֶחָד). 1690 es también el producto de 26 y 65, los valores de dos de los Nombres de Dios, Havaiá (י-הוה) y Adni (אֲ-דֹנָי). Dado que esta frase tiene 26 letras, ¡el valor promedio de cada letra es 65, o Adni!
- Los valores de las frases extendidas en las que aparecen las otras dos apariciones de “un lugar” son “Todo va a un lugar” (הַכֹּל הוֹלֵךְ אֶל מָקוֹם אֶחָד), o 346 y “Porque a un lugar todo va” (הֲלאֹ אֶל מָקוֹם אֶחָד הַכּלֹ הוֹלֵךְ), o 382. Su suma es 728, que es el múltiplo de “uno”, ejad (אֶחָד) veces “día”, iom (יוֹם), la primera frase en la que aparece la palabra “uno” en la Torá, “un día”, iom ejad (יוֹם אֶחָד).
- La suma de las tres frases extendidas es 2418, que es el producto de “uno” (אֶחָד) por “lugar” (מָקוֹם), ¡un hermoso ejemplo de autorreferencia! Precediendo a cada una de las tres apariciones de “un lugar” (מָקוֹם אֶחָד), encontramos la palabra “a” (אֶל). Increíblemente, 2418 es también el múltiplo de 3 veces “a” (אֶל אֶל אֶל) por el Nombre esencial de Dios, Havaiá (י-הוה).
40 MAGAZINE DIMENSIONES BERESHIT 5783
5782
MATEMÁTICAS EN LA TORÁ
PDF.: https://t.me/galeinai/4009
Bereshit: Números perfectos
Números Perfectos
En matemáticas, un número perfecto se define como un número cuya suma de divisores (incluido el 1, excepto él mismo[2]) es el número en sí. La serie de números perfectos se conoce desde la antigüedad y en nuestra era moderna está catalogada como serie A000396 en la Enciclopedia en línea de Series Integer (oeis.org). Usamos el OEIS con frecuencia para hacer referencia a las muchas series de números que encontramos en la Torá y es un recurso valioso para ver en qué parte de las matemáticas, en el mundo natural y humano, encontramos aplicaciones de estas series.
Oficialmente, los primeros números perfectos son (1), 6, 28 y 496. Todos son números pares. De hecho, todos los números perfectos que se han encontrado son pares, pero, hasta el momento, no se ha demostrado de manera concluyente que esto sea cierto para todos los números perfectos. Para demostrar la definición de un número perfecto, veamos cómo se aplica a estos tres números:
El único divisor de 1 es 1 en sí mismo [3](pero consulte la nota 2 al pie de página).
Los divisores de 6 son 1, 2 y 3 y su suma es 6.
Los divisores de 28 son 1, 2, 4, 7 y 14 y su suma es 28.
Los divisores de 496 son 1, 2, 4, 8, 16, 31, 62, 124 y 248 y su suma es 496.
Otro hecho importante acerca de los números perfectos pares (nuevamente, esto podría incluirlos a todos) es que se puede demostrar que todo número perfecto es el valor triangular, de cualquier potencia de 2 menos 1 que sea un número primo.[4] Demostremos esto.
Las potencias de 2 son: 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, …
Las potencias de 2 menos 1 son: 0, 1, 3, 7, 15, 31, 63, 127, …
Las potencias de 2 menos 1 que son primos son 1, 3, 7, 31, … y sus valores triangulares son:
(21 – 1) = 1 = 1
(22 – 1) = 3 = 6
(23 – 1) = 7 = 28
(24 – 1) = 31 = 496
Entonces, hemos visto que los números perfectos dependen de tres series básicas de números: los números primos, las potencias de 2 y los números triangulares.
Otra propiedad interesante de los números perfectos es que todos los números perfectos conocidos (excepto el 6) son la suma de números cúbicos consecutivos de los números impares, comenzando por 1 (serie A016755 en oeis.org). Por lo tanto, tenemos esto,
1 = 13
28 = 13 ┴ 33
496 = 13 ┴ 33 ┴ 53 ┴ 73
El próximo número perfecto será,
8128 = 13 ┴ 33 ┴ 53 ┴ 73 ┴ 93 ┴ 113 ┴ 133 ┴ 153
Y el próximo número prefecto después de esto es,
335503366 = 13 ┴ 33 ┴ 53 ┴ … ┴ 1233 ┴ 1253 ┴ 1273
Números perfectos en el primer verso
La estructura del primer versículo de la Torá está intrínsecamente relacionada con los números perfectos. El verso dice:
En el principio, Dios creó los cielos y la tierra.
Y en hebreo,
בְּרֵאשִׁית בָָּרָא אֱ-לֹהִים אֵת ַהַשָּׁמִַיִם וְאֵת הָאָרֶץ
En el rollo de la Torá, la primera letra, beit (ב), está escrita con un tamaño más grande, , בְּרֵאשִׁית lo que destaca la primera letra. La primera palabra tiene 6 letras. El primer verso completo tiene 28 letras. Aquí hemos encontrado los primeros números perfectos: 1, 6 y 28. Tendría sentido buscar el siguiente número perfecto, 496, también en el primer versículo.
De hecho, 496 es el valor de “los cielos” (אֵת הַשָּׁמַיִם), cuando excluimos la letra shin (ש), en otras palabras, es el valor de: אֵת הַ-מַיִם. Esto puede parecer un poco arbitrario, pero hay una buena razón para ello. En el siguiente versículo encontramos que el “espíritu de Dios se cierne sobre las aguas” (ורְוחַּ אֱ-לֹהִים מְרַחֶפֶת עַל פְּנֵי הַמָּיִם). El valor de ” espíritu de Dios” (רוּחַּ אֱ-להִֹים) es 300, que es el valor de la letra shin (ש), por lo que podemos considerar que esta frase está diciendo que el valor de 300, o la letra shin se desliza sobre las aguas.
¿Qué importancia tiene esto para nuestro análisis? La palabra “cielos” en hebreo significa (entre otras cosas) “allí, hay agua”[5] (שָׁם מַיִם). La palabra “agua” (מַיִם) se puede leer fácilmente en la palabra “cielos” (שָּׁמַיִם), que deja la letra shin para sostenerse en el aire (el “allí” en “allí, hay agua”), o como hemos visto, la letra shin, cuyo valor es 300, alude al “espíritu de Dios” que se cierne sobre las aguas en los cielos. Es como si la letra shin en “cielos” estuviera flotando, dando así una fuerte razón para calcular el valor de “los cielos” (אֵת הַשָּׁמַיִם) sin la shin. De hecho, en Cabalá, la letra shin en “cielos” indica el elemento fuego primordial (llamado hyle[6]), mientras que las letras restantes forman la palabra “agua” (מַיִם), haciendo referencia al elemento agua en los cielos.
En Cabalá, la palabra más asociada con 496, el cuarto número perfecto, es “reino” (מַלְכוּת), que es el fin último y consumado de todo el proceso de creación, conocido en Cabalá como el orden de la evolución (סֵדֵֶר הִשְׁתַּלְשְׁלוּת). Reino también se describe como, “la cuarta pata de la carroza”, las tres primeras son bondad-amorosa, poder y belleza.
Habiendo notado la naturaleza excepcional de la shin de “los cielos”, también podemos dividir las 28 letras (el tercer número perfecto) en 1 (13) letras y 27 (33) letras, no solo dividiendo entre la primera letra, la mayor Beit, y el resto de las letras, pero también dividiendo entre la shin de “los cielos” y las otras 27 letras. Esta segunda posibilidad conduce a las siguientes observaciones.
La ecuación del Génesis
El valor del texto completo del primer versículo de la Torá es 2701, que es el triángulo de 73, donde 73 es el valor de “sabiduría” (חָכְמָה). Ahora, dividiendo las 28 letras del primer versículo de la Torá, en la shin de “los cielos” y las otras 27 letras, produce una ecuación muy interesante. El valor de la shin (ש) es 300 o el triángulo de 24, las letras restantes equivalen a 2401, que es el cuadrado de 49 (y 74). Así tenemos:
2701 = 24 ┴ 492
o,
ְּבְּרֵאשִׁיתּ בָּרָא אֱ-להִֹים אֵת הַ-מַיִם וְאֵת הָאָרֶץ ┴ שָּׁ =492 ┴ 24
Observe que la suma de 24 y 49 es 73, el índice del triángulo que es igual a 2701, el valor de todo el primer verso. Es fácil ver que la relación entre 24 y 49 se puede expresar como 2 · 24 ┴ 1, y así podemos derivar una forma más generalizada de la última igualdad como, n ┴ (2n ┴ 1)2, que es equivalente a: (3n ┴ 1).[7]
Para probar que esta igualdad es correcta, establezcamos n = 7,
7 ┴ (2 · 7 ┴ 1)2 = (3 · 7 ┴ 1)
7 ┴ 152 = 22
28 ┴ 225 = 253, lo cual verifica
“Yo he creado la shin“
Dado que hemos visto cómo la letra shin de “los cielos” se cierne sobre la palabra, y hemos explorado lo que sucede cuando separamos la shin del resto del primer versículo de la Torá, tendría sentido mirar la otra shin en el verso, que aparece en la primera palabra, “En el principio” (בְּרֵאשִׁית). Cuando aislamos la shin, obtenemos la frase, “Yo he creado la shin” (בָּרָאתִי ש). Como se mencionó anteriormente, la letra shin simboliza el fuego elemental primordial, o simplemente fuego elemental. Por lo tanto, la noción de “Yo he creado la shin” es similar a la permutación del Tikunei Zohar de la primera palabra en las palabras, “pacto de fuego” (ֵבְּרִית אֵשׁ).
Ahora, el valor de la primera palabra, “En el principio” (בְּרֵאשִׁית), es 913 y cuando aislamos la shin, el valor de “Yo he creado” (בָּרָאתִי) se convierte en 613 – el número de mandamientos. 613 también es un tipo especial de número. Es el número conector-interfaz de 18. Los números conectores-interfaz se denominan números cuadrados centrados en matemáticas; (serie A001844 en oeis.org). El valor de la interfaz de cualquier número n se define como la suma de n2 ┴ (n – 1) 2 y para designarlo usamos la notación n. Entonces, 18 es igual a 182 más 172, o 613. Ahora, podemos escribir esto,
913 = 18 ┴ 24
Es fácil ver que la proporción de 18 a 24 es 3:4. Podemos generalizar esta ratio y encontrar los primeros números que exhiben la misma propiedad que 913:
3 ┴ 4 = 13 ┴ 10 = 23
6 ┴ 8 = 61 ┴ 36 = 97
9 ┴ 12 = 145 ┴ 78 = 223
Es importante tener en cuenta que en realidad el primer número de esta serie será 1, porque,
0 ┴ 0 = 1 ┴ 0 = 1
Podemos continuar la serie usando el método de diferencias finitas, así:
1 23 97 223 401 631 913
22 74 126 178 230 282
52 52 52 52 52
La base de la serie, 52, es igual a “Havaiá, Havaiá“[8] (י-הוה י-הוה), aludiendo a la noción de que Dios agregó una medida de compasión a la creación del mundo. Aquí vemos que 913, el valor de “En el principio” (בְּרֵאשִׁית) es el séptimo número de la serie. En la Torá hay un principio que establece que “todos los séptimos son queridos” (כֹּל הַשְֹּבִיעִין חֲבִיבִין). El quinto número de la serie, 401, es el valor del artículo intraducible אֵת, la palabra con la que comienza la segunda parte del primer versículo.
Cuando desarrollamos una serie particular de números que encontramos, generalmente la extendemos a los números séptimo y decimotercero. Una de las propiedades de cada serie cuadrática – y la serie que hemos desarrollado es cuadrática – es que la suma de los primeros siete números se dividirá entre 7. En este caso, la suma es 2289, lo que significa que el promedio de cada número es 327, el valor de la frase, “fuego de Havaía” (אֵשׁ י-הוה),[9] una alusión directa al fuego que descendió del cielo a instancia de Eliahu en el monte Carmel,
Entonces el fuego de Havaiá descendió y consumió el holocausto, la leña, las piedras y la tierra; y lamió el agua que estaba en la zanja.[10]
וַתִּפֹּל אֵשׁ י-הוה וַתֹּאכַל אֶת הָעֹלָה֙ וְאֶת הָעֵצִים וְאֶת הָאֲבָנִים וְאֶת הֶעָפָר וְאֶת הַמַּיִם אֲשֶׁר בַּתְּעָלָה לִחֵכָה
Curiosamente, si ampliamos la serie anterior, encontraremos que el siguiente número es 1247. La suma de los primeros 8 números de la serie será 3536, que es el producto de ¡“Elíahu” [11] (אֵלִיָהּוּ) y “el profeta” (הַָּנָּבִיא)!
El valor promedio de los primeros 4 números de la serie es 86, el valor de Elokim (אֱ-להִֹים), en alusión al “espíritu de Dios [Elokim]” (רוּחַּ אֱ-להִֹים) y la letra shin que se cierne sobre las aguas. En la Cabalá hay una conexión especial entre la shin, cuyo valor es 300 y el Nombre Elokim, ya que el llenado de Elokim (אלף למד הי יוד מם) es igual a 300. Por lo tanto, el llenado de Elokim equivale al “espíritu de Elokim” (רוּחַּ אֱ-להִֹים). Dado que la “raíz” del relleno, es decir, la palabra original, es por supuesto igual a Elokim, las letras adicionales del relleno (לף מד י וד ם) equivalen a “espíritu” (רוּחַּ). La palabra “espíritu” también se puede leer como la palabra “espacio” (רֶוַַח), como en un espacio entre las letras; de hecho, se puede pensar que las letras adicionales de cada relleno proporcionan espacio entre las letras raíz.
Los cielos
Hemos hecho un gran viaje en nuestro estudio de los números perfectos en el primer versículo de la Torá. Ya que hemos dedicado tanto a la palabra “los cielos” (הַשָּׁמַיִם), concluyamos preguntando: ¿Cuántas veces aparece esta palabra en el Pentateuco? Resulta que hay 73 apariciones de esta palabra en los Cinco Libros de Moisés. 73, como hemos visto es el valor de “sabiduría” (חָכְמָה) y el valor de todo el primer verso es 2701, ¡o el valor triangular de 73!
En la descripción de los siete días de la creación, encontramos la palabra mencionada 10 veces, otra correspondencia entre “los cielos” y sabiduría, ya que 10 es el valor de la primera letra en el Nombre esencial de Dios, Havaiá, la iud. La aparición final de “los cielos” en el Pentateuco está en el verso de apertura de la parashá Haazinu, “Escuchen los Cielos” (הַאֲִזִינוּ הַשָּׁמַיִם).[12]
Números abundantes y deficientes
Para terminar, observemos algo más sobre los números perfectos. Si la suma de los divisores de un número es menor que el número, se denomina número deficiente; si la suma es mayor que el número en sí, se denomina número abundante. Por ejemplo, 10 es un número deficiente porque la suma de sus divisores es 1 más 2 más 5, o 7. Pero, 100 es un número abundante; sus divisores son 1, 2, 4, 5, 10, 20, 25 y 50 y su suma es 117.
Por lo tanto, podemos imaginar los números perfectos como un hilo que atraviesa los números enteros, entre los números deficientes y los abundantes. Como tal, los números perfectos actúan como un balance entre los números deficientes y abundantes. Al interpretar este estado de cosas en el ámbito espiritual-psicológico, podríamos decir que los números abundantes representan individuos que se consideran por encima de su verdadera capacidad (esto es menos común), mientras que los números deficientes son aquellos que se ven a sí mismos como capaces de mucho menos de lo que en realidad son. Los números perfectos representan una persona justa bien equilibrada que es capaz de equilibrar a otros individuos y llevarlos a vivir su vida al máximo.
5781
Shabat Bereshit
“Estoy cansado de trabajar duro para ganarme la vida y no terminar el mes, quiero ser rico”, se dirigió un jasid a su Rebe con la tristeza reflejada en su rostro y la mirada de indignación. “Cuál es el problema, sé feliz y gracias a la alegría, obtendrás un buen sustento”, respondió su Rebe.
“Pero ¿cómo voy a ser feliz si no tengo sustento?”, preguntó el jasid. “¡Qué no hacemos hoy por sustento!” le respondió su rebe….
En Shabat Bereshit, el Shabat en el que se reabre la Torá, nos dice el Rebe: “Tal como la persona se comporta en este Shabat, así será todo el año”.
¿De dónde surge la capacidad del hombre para influir en un Shabat sobre todo el año?
*Adam*, el hombre, la criatura elegida, recibió el talento y el mérito de ser socio de Di-s en el acto de la creación. El hombre es llamado adam, אדם, porque significa אדמה לעליון, edamé leElión: similar a la Divinidad. Si el hombre utiliza y aprovecha los poderes que se le han dado correctamente, puede actuar en este Shabat no solo sobre sí mismo sino también sobre su entorno.
*Feliz Shabat y que sea muy especial*
*¡Shabat Shalom y redención completa!*
En el principio Hashem creó los Cielos y la Tierra
¿Por qué la Torá empieza con bet y no con alef? Dos asuntos: estudiar con entendimiento y comprensión y porque nos conectamos con Hashem, que nos entrega la Torá.
Esta semana marca el comienzo del ciclo 3293 de lecturas de la Torá desde que los judíos ingresaron a la Tierra de Israel después de Pesaj en el año 2488 DC (después de la Creación)
Empezando por
Bereshit Bará Elokim Et HaShamaim Veet Haaretz
En el principio Dios creó los Cielos y la Tierra.
בְּרֵאשִׁית בָּרָא אֱלֹהִים אֵת הַשָּמַיִם וְאֵת הָאָרֶץ
Rosh Hashaná, Iom Kipur y Sucot, los seguimos viviendo en Bereshit, Noaj y Lej Lejá, las siguientes porciones de la Torá, porque hay que vivir con el tiempo, con la teshuvá y la alegría de las Festividades de Tishrei en el mes de Jeshvan que bendecimos este Shabat, y durante todo el año. Veamos cómo hacerlo.
Un mes para bendición
Bereshit
LAS CRÓNICAS DE LOS CIELOS Y LA TIERRA
“Dios bendijo el séptimo día, y lo consagró, puesto que en él Dios cesó de toda su labor, que Dios había creado para hacer.” “Éstas son las crónicas del cielo y de la tierra cuando fueron creados, en el día que Dios completó la tierra y el cielo.” [Bereshit 22:3-4]
Mientras piensa en esto:
Pregunta: ¿Cómo nos arrepentimos del pecado del árbol del conocimiento? Respuesta del rabino Ginsburgh: Adám culpó a Javá por el pecado, como está escrito en la Torá. Rashi explica que al culpar a Javá, Adám estaba siendo ingrato con Dios, quien le dio a su esposa. Reconocer este hecho es parte del arrepentimiento por el pecado de Adám. Hay que tener piedad de Javá, que fue seducida por la serpiente para comerse la fruta. La serpiente representa a Amalek, y toda nuestra “ira” debe estar dirigida hacia Amalek, como está escrito en la Torá, “Recuerda lo que te hizo Amalek… no lo olvides”. Debemos sentir misericordia por la persona seducida por la serpiente (Javá), o por la persona que fue seducida por la persona seducida por la serpiente (Adám). Toda persona debe asumir la responsabilidad por sí misma y no señalar a los demás.
¿Había algo más que crear?
Este mensaje está dedicado a la memoria de mi papá Moshe Calmen ben Itzjak Frim. En su 21 aniversario del fallecimiento, hoy 27 de Tishrei 5759
Dicen los sabios:
La forma en que la persona se comporta en Shabat Bereshit, así es como irá durante todo el año.
Con la gracia de Dios comenzamos nuevamente desde el principio con la abundancia de la “Nueva Torá”, que se presenta nueva ante nuestros ojos cada año al comenzar a leerla un año más.
“Vaijulu Hashamaim vaaretz bejol tzevaam. Vaijal Elokim et iom hashevií mi col melajtó asher asá, baishvot beiom hashevií micol melajtó asher asá.”
“Y fueron terminados los Cielos y la tierra y todas sus huestes. Y terminó Elokim el séptimo día toda la obra que había hecho, y dejó de trabajar en el séptimo día de toda la obra que hizo.”
Así comienza el segundo capítulo de la Torá en el libro Bereshit, “En el Principio”. Como se lee, Hashem aclaró que el sexto día terminó de crear los Cielos y la Tierra.
¿Pero por qué dice que “terminó su obra el séptimo día”?
¿Acaso no la había terminado el sexto día?
¿Había algo más que crear?
¿Entonces el séptimo día trabajó o no?
Fuera de la lengua sagrada no existe un término para denotar que algo es hecho existir si antes no existía.
Nuestro concepto de trabajo actuar para transformar algo que ya existe en otra cosa. Incluso las creaciones más originales del ser humano, materia o energía, incluso intelectuales y espirituales, son la transformación de algo que ya existía en algo diferente. Solo cambia la forma. No es nuevo en esencia, solo cambia su apariencia. Yendo al extremo, el ser humano no puede transformar la energía materia sin antes haber energía, y la energía no puede ser creada sin un potencial previo del cual extraerla.
El séptimo día representa ese aspecto de la Creación que es hacer que algo exista a partir de la nada. El Shabat crea cosas nuevas, por eso aquí es donde aparece por primera vez el Nombre Havaiá en la Torá, al crear el Shabat después de que el hombre fuera creado, antes solo estaba el Nombre Elokim, de guematria 86, igual que hateva, “la naturaleza. En seis días creó los mundos naturales, el séptimo día llamó al hombre para que se reuna con Él en el infinito.
El séptimo día es un testimonio de que Hashem crea algo a partir de la nada, y que no hay nadie más que Él que pueda crear algo a partir de la nada, porque sólo Él es infinito, eterno y no tiene existencia, podamos verificar con nuestros sentidos. Y esto no se puede atestiguar sin estar conectado a esa fuente de todo, La Esencia.
Al decir cada viernes, en la noche de Shabat “Vaijulu Hashamaim…”, dice la guemará que el judío se transforma en un socio de la creación. Y un socio no es dueño de una parte del objeto, sino que comparte cada uno de los puntos componentes del todo con su socio. Y como todos los judíos se hacen socios de esta manera, se unen a Dios para ser creadores y partícipes de la Creación de “los Cielos y la Tierra”, la realidad física creada y la espiritual, y aquella Existencia Infinita que está por encima de los Mundos y La Luz Infinita, la esencia.
Así, Bereshit es la creación a partir de la nada. Nada nuevo o extraordinario para el Creador Todopoderoso. De hecho la Bet grande con que empieza la Torá es interpretada como que hubo 2 bereshit, dos principios. Y puede haber infinitos principios, tantos como el Todopoderoso quiera.
Pero el Shabat crea algo que no había antes: la realidad de que una criatura limitada y finita perciba la Esencia y sea parte de ella. Adam y Javá tuvieron la posibilidad de hacerlo, pero Hashem no quiso que sea algo automático, como autómatas o como un instinto animal que no tienen conciencia propia.
Con la entrega de la Torá, se entregó un alma extra al pueblo de Israel, el Nefesh Elokit o Alma Divina que le permite tener conciencia de la paradoja de lo infinito y lo finito como caras de la misma moneda.
Y en esa alma reside el libre albedrío, en la posibilidad de decidir ser socio o no. Por eso el Shabat equivale a todas las mitzvot, quien cuida el Shabat lo llama placer, y trata de llevar el Shabat a todos los días de la semana.
Llevar esa conciencia a cada instante de nuestra existencia, esa de ser uno con el Creador, y estar conciente de que crea a cada instante todo algo a partir de la nada, es revelar al Creador y el alma Divina que es parte Suya a través de las acciones simples de cada día.
Y si es así, ojalá que todos los días sea Shabat.
Y que todos podamos tenerla, todos los seres humanos y los Cielos y la Tierra.
Para eso entregamos nuestra vida, trabajamos y rezamos como nos enseñó el Rebe ¡para que venga la redención ya!
¡Queremos Mashíaj Ya!
Shabat Shalom
Los tesoros de la Torá
Regresar a la vida
el Shabat crea algo que no había antes
Al decir cada viernes, en la noche de Shabat “Vaijulu Hashamaim…”, dice la guemará que el judío se transforma en un socio de la creación. Y un socio no es dueño de una parte del objeto, sino que comparte cada uno de los puntos componentes del todo con su socio. Y como todos los judíos se hacen socios de esta manera, se unen a Dios para ser creadores y partícipes de la Creación de “los Cielos y la Tierra”, la realidad física creada y la espiritual, y aquella Existencia Infinita que está por encima de los Mundos y La Luz Infinita, la esencia.
Así, Bereshit es la creación a partir de la nada. Nada nuevo o extraordinario para el Creador Todopoderoso. De hecho, la Bet grande con que empieza la Torá es interpretada como que hubo 2 bereshit, dos principios. Y puede haber infinitos principios, tantos como el Todopoderoso quiera.
Pero el Shabat crea algo que no había antes: la realidad de que una criatura limitada y finita perciba la Esencia y sea parte de ella. Adam y Javá tuvieron la posibilidad de hacerlo, pero Hashem no quiso que sea algo automático, como autómatas o como un instinto animal que no tienen conciencia propia.
Con la entrega de la Torá, se entregó un alma extra al pueblo de Israel, el Nefesh Elokit o Alma Divina que le permite tener conciencia de la paradoja de lo infinito y lo finito como caras de la misma moneda.
Y en esa alma reside el libre albedrío, en la posibilidad de decidir ser socio o no. Por eso el Shabat equivale a todas las mitzvot, quien cuida el Shabat lo llama placer, y trata de llevar el Shabat a todos los días de la semana.
Llevar esa conciencia a cada instante de nuestra existencia, esa de ser uno con el Creador, y estar conciente de que crea a cada instante todo algo a partir de la nada, es revelar al Creador y el alma Divina que es parte Suya a través de las acciones simples de cada día.
Y si es así, ojalá que todos los días sea Shabat.
Y que todos podamos tenerla, todos los seres humanos y los Cielos y la Tierra.
¡Para eso entregamos nuestra vida, trabajamos y rezamos como nos enseñó el Rebe para que venga la redención ya!
¡Queremos Mashíaj Ya!
Shabat Shalom
Libro Bereshit – Génesis
Bereshit
EL DRAMA ORIGINAL EN NUESTRAS ALMAS
La historia de Adán, Eva y la serpiente primigenia plantea el escenario para el desarrollo de todos los acontecimientos que suceden en la realidad. Por eso, estos tres personajes, cada uno con su propio nivel de conciencia, también existen dentro de nuestras almas. En esta meditación, el rabino Ginsburgh explora los roles que desempeña cada uno de ellos en nuestra psique y cuando nos concentramos en la rectificación de estos niveles de conciencia, traemos la redención para nosotros y para el mundo entero.
El Escenario está Planteado
Todos los acontecimientos de la Torá y todo el curso de la historia han sido determinados por el primer acto, el pecado de Adán, Eva y la serpiente. La cabalá nos enseña que estos tres actores básicos representan tres niveles de conciencia, los asentamientos de la mente, el corazón y el hígado, respectivamente.
Representada por Adán, la mente es conciencia intelectual pura y abstracta; el corazón representado por Eva, es el asiento de las emociones, mientras que el hígado representado por la serpiente, es el pragmatismo, la conciencia involucrada en los beneficios y pérdidas materiales que resultan de nuestras acciones.
El Proceso de Toma de Decisiones
El gran comentador talmúdico Maharshal, explica que hay tres fuerzas motivadoras en nuestro proceso de toma de decisiones:
– tov, “bueno”
– arev,“placer”
– moil, “ganancia”
Las iniciales de estas palabras en hebreo forman la palabra ta’am, que significa razón o motivo. En hebreo, esta palabra significa “gusto”. Cuando tomamos decisiones debemos poder “gustar” (saborear) el motivo que hay detrás de ellas.
Estos tres niveles de conciencia en nuestro proceso de toma de decisiones son nuestros Adán, Eva y serpiente personales.
El origen de la elección por el bien, incluso cuando no podamos definirlo, está en “jojmá“, la sabiduría de la mente personificada por Adán.
El origen de la elección del placer está en el corazón. La belleza nos atrae al pensar que cuanto más cerca nos encontremos de ella más placer habremos de sentir. Este sentimiento de placer potencial se asienta en las emociones, el entendimiento del corazón, biná, representado por Eva.
El origen de la elección del beneficio está en el hígado. Este es el asiento de daat, el poder de conectarse con la realidad. El nivel de conciencia que se conecta con la realidad es el sentido instantáneo e inmediato de ganancia y pérdida, el pragmatismo representado por la serpiente.
El Reinado Rectificado
En hebreo, estos tres órganos se llaman moaj, lev, kaved, cuyas iniciales forman la palabra melej, que significa “rey”.
Cuando la mente rige sobre el corazón y este a su vez sobre el hígado, el imperio del rey está rectificado.
Si la serpiente no hubiera seducido a Eva -quien a su vez sedujo a Adán- hubiera permanecido en su posición natural subordinada a ellos, posición en la que hubiera sido el sirviente más grande de la humanidad. El valor numérico de najash, “serpiente”, es 358, al igual que Mashíaj. Esto alude a un potencial muy elevado de la serpiente cuando está subordinada a Eva, el corazón.
El Corazón del Drama
El valor numérico de estos tres personajes Adam–Javá-najash, más el de sus tres órganos correspondientes moaj-lev-caved es 528, que es el triángulo de 32 (todos los números desde el 1 hasta el 32), valor numérico de lev, “corazón”.
De esto aprendemos que el corazón representado por Eva es la esencia del drama que se desarrolla en nuestras almas, el eje de la interacción entre los tres y alrededor del cual giran nuestras vidas.
La esencia del libre albedrío está en el corazón porque tiene la capacidad de distinguir entre el placer sagrado y puro y el impuro. Cuando Eva, el principio placer, sucumbió a la seducción de la serpiente, esta comprendió que su veneno también podía llegar a la mente, Adán y contaminarlo.
Explica el jasidismo que el punto más profundo del alma está en el sitio más íntimo del corazón. Aunque la mente debe dominar al corazón, y el corazón al hígado, el punto interior del corazón debe regir sobre la mente. Ese punto del corazón en el tzadik verdadero está revelado y por cierto gobierna la mente.
La Rectificación histórica
De acuerdo con la tradición jasídica el nivel revelado de la Torá que presidió sobre la judería mundial a través de los siglos hasta la aparición del Baal Shem Tov, es la rectificación de Adán, la mente. Aunque durante ese período de tiempo hubo revelaciones de la dimensión interior de la Torá (como el Zohar y las enseñanzas del Arizal), estaban restringidas a los relativamente pocos estudiantes de esas enseñanzas que tenían un alto nivel espiritual. Como la rectificación de la mente es un proceso prolongado, ese periodo de la dimensión revelada de la Torá abarcó muchas centurias.
La revelación del Baal Shem Tov inició una nueva era del proceso de rectificación: la rectificación del corazón.
El origen espiritual de las enseñanzas de la dimensión interior de la Torá es muy elevado y profundo, lo que permite que este conocimiento llegue hasta los extremos más alejados del mundo.
Cuando la dimensión interior de la Torá revela el punto más profundo en nuestros corazones –el que controla la mente- Eva es capaz de vencer a la fuerza de maldad que la sedujo.
Lograr esto conduce al período culminante de la era del jasidut, la llegada del Mashíaj, cuando la dimensión malvada de la serpiente es erradicada y su esencia interior es elevada y rectificada.
La Experiencia Sustancial
El Arizal afirma que Di-s creó la realidad a partir del punto medio. Pero los grandes maestros cabalistas ponen en tela de juicio esta afirmación, con el argumento de que si el comienzo de la creación está en el infinito absoluto, entonces ¿cómo puede haber un punto medio?
La respuesta a esto es que el punto medio de la realidad es el origen del corazón. Allí está la sede del albedrío, la elección, el punto de referencia de la creación, el lugar donde Di-s eligió revelar Su ser esencial.
Java, “Eva”, significa “experiencia” o “vivencia” y “expresión”. Di-s desea que Su ser infinito sea vivenciado y encuentre su expresión en el punto más íntimo y secreto de nuestros corazones.
Nuestra era es la de la rectificación del corazón, abriendo su intimidad más profunda a la experimentación del ser infinito de Di-s. Esta experiencia de la dimensión interior de la Torá traerá al Mashíaj, quien erradicará el mal de la serpiente y transformará su esencia interior transformándola en un trono para el bien
Libro Bereshit – Génesis
Bereshit
¿PARA QUÉ VENIMOS A ESTE MUNDO?
Parte de la conferencia del 25 de Tishrei 5773 en Beer sheva, Israel
sobre la parashat Bereshit
del Rabino Itzjak Ginsburgh
El secreto de Havaiá y la conexión con el tzadik
י צדיק (פשוט בתכלית הפשיטות) Tzadik (simple de absoluta simpleza ) –
ה תורת הצדיק La Torá del Tzadik –
ו הפצת תורת הצדיקDifusión de la Torá del Tzadik
ה תיקון המציאות בפועל ממש הנעשה על ידי הפצת תורת הצדיק חוצה
Rectificar la realidad en la acción tal cual hecha a través de difundir al exterior la Torá del tzadik
En otras palabras, para ser verdaderamente un judío, uno tiene que ser consciente de las letras de la Torá y que yo soy una de ellas. Pero ¿qué sucede si un judío todavía no es consciente de la Torá? Es un ser, pero su nulidad no es saludable, está en caos. Si un judío se encuentra en ese estado siente de forma muy fuerte lo que hizo, si tiene una conexión con su “nada”, pero no tiene Torá. Entonces ese judío experimenta ansiedad (חרדה). Toda es una falsa “nulidad”, una caótica nulidad que es el origen de la ansiedad. Todas las personas en los hospitales psiquiátricos [el primer acto del Mashíaj es curar a todas las personas que se encuentran allí] sufren de ansiedad o depresión. La ansiedad ocurre cuando una persona no puede retornar su nulidad a su verdadero origen. Sabemos esto de la frase “פחד יצחק ”, “el miedo de Itzjak” literalmente, que significa simbólicamente que el temor (פחד ), la ansiedad reirá. Esto significa que se ríe, refiriéndose a la Torá, que Dios disfrutó por 2000 años antes de crear el mundo. En pocas palabras, si una persona tiene ansiedad significa que todavía no encontró la parte de la Torá que corresponde a la raíz de su alma.
¿Qué es lo opuesto? Lo opuesto es cuando el ser de la persona no está rectificado. Este es el problema en Maljut, el reinado. El orgullo causa depresión. Quien tiene orgullo eventualmente llegará a estar deprimido. ¿Cuál es su rectificación? Es identificarse con el pueblo judío, una clara conexión con el pueblo judío como la primicia de Dios.
Meditemos en otro aspecto de iud-hei-vav-hei. Se dice que hubo un número de disputas entre Rabi Aharón y el Mitler Rebe. Una de ellas fue acerca de la conexión (התקשרות ) con el tzadik, algo que está inserto en todas las partes del movimiento jasídico. La cuestión era si la conexión es con su personalidad, con su esencia, con su ser como tzadik o con su Torá. En cada generación Moshé Rabeinu revela una nueva Torá, que es la extensión de Moshé en cada generación. ¿Cómo se conecta uno con el tzadik? Podemos aprenderlo a través de cómo nos conectamos con el Todopoderoso. Está dicho en el Zohar que hay “tres nudos” unidos uno al otro, Dios, la Torá e Israel. El significado literal es que nos conectamos a Dios a través de la Torá. Pero el Rebe plantea el interrogante de que está dicho “tres nudos”, y lo que acabamos de decir implica que hay sólo dos conexiones, Israel con la Torá y la Torá con Dios. El Rebe explica que hay otra conexión, entre Israel y Dios. La regla es que uno debe conectarse con el Todopoderoso a través de la Torá, pero la excepción a la regla es que uno puede conectarse con el Todopoderoso directamente. ¿Puede alguien conectarse con Dios salteando a la Torá? Por supuesto que no. Pero si alguien ha estudiado toda la Torá puede aún sentirse desesperanzado. Está cometiendo un error, pero le decimos mira, puedes encontrar y conectarte con Dios directamente y entonces encontrarás el significado de toda la Torá. Esto es algo que también dice el Tania, en el capítulo 33 (el capítulo גל “gal einai”).
El baal teshuvá es la excepción a la regla, quizás por eso nuestra generación es una generación de baalei teshuvá es una completa excepción a la regla (la regla son los tzadikim). Dios les de al baal teshuvá una conexión especial que elude todas las reglas del juego.
Nuevamente, volviendo a nuestra conexión con el tzadik, la regla parecería ser que nos conectamos y nos aferramos a él a través de la Torá. Pero hay una excepción a la regla, que en nuestra generación está más pronunciada, donde nos conectamos a través de algo más esencial en su personalidad, con quien es. En el orden de iud–hei–vav–hei, la hei inferior tiene su fuente en un lugar más elevado que la iud, en Radla, “la cabeza desconocida”. La fuente de Maljut está en la iud, “Hashem con sabiduría basó la tierra”, y la fuente de la vav está en la hei, “Dispone de los Cielos con inteligencia”. Por eso el verdadero origen de Israel (que antes ubicamos en la Hei) está en la iud, por eso en realidad los judíos no tienen niveles ni matices entre ellos, y el origen de la Torá está en la hei superior, donde hay niveles. El Rebe Aharón cree que la principal conexión es por la Torá del tzadik. Cree que el origen de la Torá está en la hei, mientras que la esencia del judío está en la iud, es algo simple, por eso argumenta que simplemente no puedes conectarte con este punto adimensional simple que hay en el tzadik. De hecho, sucede lo contrario, en vez de conectarte puedes terminar perdiendo el punto principal. Rebe Aharón mismo fue quizás más carismático que todos los demás Rebes, pero no quería que la gente se conecte con su esencia, sino con que vengan a su esencia a través de su Torá.
La otra opinión es la clásica de Jabad que uno puede llegar a la esencia del tzadik. Queremos explicar que ambas opiniones son palabras vivientes del Todopoderoso.
Está el Moshé Rabeinu de la generación, el tzadik de la generación. Su esencia es como lo explicamos, lo simple de simplicidad absoluta (פשות בתכלית הפשיטות ), no debes caracterizarlo porque es negativo, הגשמה . Pero si puedes tomarte de su Torá. Y a través de su Torá puedes llegar a su punto de esencia sin dimensiones. Y así como el Todopoderoso puso toda Su esencia en la Torá, así también el tzadik puso su esencia en su Torá. Esto es el iud-hei. El vav-hei es bajarlo a la realidad, difundir la Torá del tzadik, principalmente y a través de sus discípulos, ese que dedicó su vida entera (tal como en Jabad y Breslov) en difundirla, escribiéndola en hebreo y otros lenguajes.
¿Entonces qué es la hei inferior? Decimos que el propósito del judío, el propósito por el cual Dios nos puso en este mundo, es para elevar a toda la realidad de tal manera que pueda revelar su raíz, su origen. Entonces la hei es el efecto que la Torá del tzadik tiene sobre la realidad. Este es el tajlit, la finalidad (El Rebe Levi Itzjak escribe en sus crónicas, el תולדות , la herencia de todo en la Torá es su propósito, su taclis. El propósito de toda la creación fue hacer la tierra y los cielos, como explicamos). El propósito de todo ello es revelar que Dios es el espacio del mundo, que esto es todo Divinidad, todo es uno y no hay nada aquí más que Dios. Esta es toda la finalidad de la Torá del tzadik. Para preparar a todo lo que hay en el mundo para ser un instrumento capaz de aceptar que todo es Dios y no hay nada más.
Esta estructura básica puede ser la primera lección de Jasidut. En cada generación hay un tzadik, el Moshé Rabeinu de la generación, y él enseña una nueva Torá (debe ser nueva, en caso contrario no es el Moshé Rabeinu de la generación), luego están los discípulos que difunden esa Torá. Cuando el tzadik está hablando está en un estado de contracción, la Torá que revela es la Torá oculta. Los discípulos, aquellos conectados a él deben bajarla, expandirla y revelarla en la dimensión revelada. Pero el propósito es que esa Torá afecte la realidad y revele que Hashem es Aquel que es Rey sobre toda la Tierra. Llevarla al punto en que toda persona puede abrir sus ojos para ver que no hay nada sino Él, y entonces podrá ver naturalmente al Mashíaj.
Todos están invitados ahora a tomar parte en la alegría de revelar que no hay nada más que Él.
Bereshit 5774
EL ÁRBOL DE LA CONCIENCIA
Este artículo se basa en dos libros que tratan ampliamente el tema
– “Conciencia Natural” y “Conciencia Judía” –
Desde el pecado de Adam y Javá en el Gan Eden primigenio, vivimos a la sombra del árbol del conocimiento, עץ הדעת , etz hadaat. En este relato de la Torá se sientan las bases más profundas y primarias de la vida humana en general, un cruce de caminos central que delinea conceptos básicos como el bien y el mal, la vida y la muerte, el instinto y el deseo, y hasta la experiencia misma de la existencia. Comencemos a tocar el significado de las cosas a la luz de las revelaciones de los maestros jasídicos, y revelaremos información importante acerca de nosotros mismos.
El Daat es la llave del corazón
La pregunta clave es ¿Cuál es la naturaleza de ese daat que al principio Adam no poseía, y que la adquirió sólo después de comer del árbol? ¿Y qué hay tan malo en este daat?
El daat aquí no es la mera sabiduría y la inteligencia humana, tampoco la capacidad del libre albedrío, porque Adam ya los poseía antes del pecado, por eso fue la única criatura a quien se dirigió Dios para ordenarle y advertirle. La raíz ידע se encuentra por primera vez en la Torá en el contexto del árbol del conocimiento, עץ הדעת , y aparece luego inmediatamente en otro contexto que parece completamente diferente, “Y Adam conoció [ידע , iadá] a Javá su mujer”. Pero en verdad el significado es el mismo: conocer algo significa una “conexión”, התקשרות , hitkashrut, interior con eso.
Así por ejemplo, puede haber un niño muy dotado, que sabe resolver ecuaciones complicadas en un segundo, pero es imposible poner en sus manos decisiones importantes y responsables (tampoco cuidar esa máquina tan sofisticada que él mismo inventó), porque no posee daat. Posee enormes conocimientos, pero no está exactamente “conectado” a ellos. Esto se expresa por ejemplo en una falta de control completo de sí mismo y sus impulsos (en la misma medida, este niño no es capaz de conectarse con una mujer, conocerla y procrear, “el niño no procrea.” 1)
En términos de la Cabalá, la esfera mental de la persona está compuesta de las sefirot jojmá, biná y daat, חכמה, בינה ודעת , “sabiduría”, “entendimiento” y “conocimiento”, (y de aquí las iniciales de la sigla jaba”d), pero el daat no permanece en plano mental sino que transforma la mente en una experiencia que tiene influencia decisiva sobre el universo de las emociones y las acciones. Así por ejemplo, si yo sé y entiendo que algo determinado es bueno y bello, este reconocimiento puede permanecer frío y estéril, hasta que viene el conocimiento, daat, y transforma ese conocimiento objetivo en una relación subjetiva que traduce la atracción por esa cosa en un sentimiento de amor (o en caso contrario de repulsión y odio).
El daat crea un puente entre la mente y el sentimiento, y al “bajar” el intelecto al mundo emocional le otorga un significado a la emoción, para que no permanezca impersonal y escondida, sino que sea consciente tenga un sentido. Por eso está dicho en el libro del Zohar que el daat es “la llave que comprende a seis”2, es decir, los seis atributos del corazón (חסד, גבורה, תפארת, נצח, הוד, ויסוד – jesed, guevurá, tiferet, netzaj, hod y iesod –bondad, poder, belleza, eternidad, esplendor, fundamento) que el daat abre y cierra, les da sentido y conduce.
Primera etapa: la falta de conciencia de uno mismo.
Volvamos al Gan Edén… También antes de comer del árbol del conocimiento Adam tenía jojmá, biná y daat, salvo que ese daat era de otro tipo. Dicho en términos de hoy en día, el árbol del conocimiento le brida al hombre המודעות העצמית , una conciencia de sí mismo, tal como nosotros la experimentamos.
Es decir, de forma simple, lo mineral y lo vegetal no tienen conciencia en absoluto. La piedra no es consciente de su existencia como tampoco lo es el árbol. Por su lado, los animales tienen un tipo especial de conciencia, pero no es de carácter individual ni es percibida por el animal. Así, la oveja no está precisamente consciente de su existencia, simplemente vive. Supuestamente el hombre pensante no puede vivir así como así sin estar consciente de su propia existencia, porque como dijo el filósofo gentil “pienso, luego existo”. Y así y todo, la consciencia puede estar dirigida principalmente hacia el mundo que lo rodea, sin estar consciente de que ese mundo está separado de mí.
En otras palabras, hoy decimos ‘yo me siento a mí mismo’, pero para eso hay que ser capaz de dividir entre el ‘yo’ y el ‘mí mismo’, el yo que existe y el yo que está sintiendo. Pero cuando la experiencia de existir es totalmente armónica y unificada, entonces no hay diferencia entre ‘yo’ y ‘mí mismo’, y el individuo no es capaz de percibirse como desde afuera3.
Para ilustrar esto, meditemos por un momento en la percepción que tenemos de nuestro cuerpo: respiramos también cuando no estamos conscientes de hacerlo, y hay muchas partes de nuestro cuerpo que no los sentimos en absoluto. También respecto a los órganos de los cuales sí estamos conscientes y las actividades físicas que sabemos que están ocurriendo (inclusive los actos voluntarios), cuanto más concentrados e inmersos estemos en una tarea cualquiera, podemos perder en cierta medida la sensación corporal, y no estar conscientes de ella.
De la misma forma se puede describir una situación en que la persona no es consciente de su propia psiquis, porque toda la energía de su vivencia es hacia el mundo que lo rodea. Así era el hombre antes del pecado, consciente de ser parte de ese maravilloso mundo que acababa de crearse, pero que no siente ni piensa en sí mismo. Por eso Adam y su mujer estaban desnudos “y no se avergonzaron”, porque la vergüenza es pertinente sólo cuando hay alguien afuera que me está observando, o si yo puedo observarme desde afuera.
En este mundo, antes del pecado todo era básicamente bueno, טוב , ya que todo fue creado por Dios que es bueno, que también le dio al final un certificado de calidad que lo atestigua: “Y vio Dios todo lo que hizo, y era muy bueno.” Mientras que el mal existe sólo como una posibilidad teórica del exterior, un cartel de advertencia “no comerás de él, porque el día que de él comas ciertamente morirás.”
Segunda etapa: la caída de la conciencia de uno mismo.
Entonces llega la serpiente con una tentadora oferta en su boca para Adam: Ven conmigo a un taller de autoconocimiento, un taller con expertos en sentidos y sensaciones (חושים y תחושות , jushim y tjushot, de la misma raíz de נחש , najash, “serpiente”). Más precisamente, la serpiente se dirige en un principio a la mujer, porque sabe que talleres como esos le interesan a ella más que al hombre (que por orgullo menospreciaba al principio cosas como esas)… Pero después que la mujer participó en el taller, le dice a Adam: “No sabes lo que te pierdes, realmente tienes que experimentarlo (y ahora no “por orgullo” no quería quedarse fuera)…
La conciencia de uno mismo se ha convertido en parte de nosotros (como la fruta que al comerse se convierte en parte del cuerpo de la persona). Y de momento que existe, el mal entra necesariamente escena -“El Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal”- porque básicamente tomar conciencia de que existo en forma separada, ya lo asocio con la existencia de “dos dominios”, la persona y Dios. Por lo tanto, y de aquí deriva todo mal.
En el mundo posterior al pecado ya todo está mezclado, y en vez de la serpiente que incita desde afuera, ahora efectivamente se encuentra dentro de nosotros el instinto del mal, el ietzer hará, y en cada paso que damos nos empuja hacia el egoísmo y el interés personal (‘neguiá’), “hasta la puerta [de la tumba] el pecado te perseguirá”.
La lucha con el Árbol del conocimiento no terminó. Aunque que la autoconciencia es parte de nosotros, necesitamos saber limitarla, y sobre todo, no erigirla como un objetivo en sí mismo, como la búsqueda excesiva de experiencias, חויות ,javaiot. Por ejemplo, algunas personas no están contentas con sólo el hecho de que viven, si la vida fluye pacíficamente y sin problemas se empieza a poner aburrido… y por eso utilizan drogas (y se hacen adictas a ellas) para sentir la vida en su máxima potencia, con colores intensos y a todo volumen.
El que se convierte en esclavo las experiencias y las emociones, y buscando en todo momento la forma de percibirse y sentirse, pone su “yo” en el centro, ¡y de hecho se hace Dios! El consumo de drogas es un ejemplo extremo, pero la raíz del defecto en realidad comienza con la búsqueda de experiencias emocionantes, como se dice: “el tonto no se aferrará al entendimiento, sino a lo que surge de su corazón”. 4
Al final de cuentas, la experiencia exagerada no te lleva a ningún lado, porque en cuanto te haces demasiado consciente de ti mismo, pierdes la intensidad de la experiencia (cuando te detienes y dices “Wow, cómo disfruto”, ya has dejado de disfrutar, al igual que aquel que está ocupado todo el tiempo en fotografiarse a sí mismo). Por eso intentas olvidarte de ti mismo y entregarte a la experiencia en sí, pero esa experiencia refuerza una vez más tu ego y finalmente destruye la experiencia pura, y finalmente te quedas sin nada, y el camino a la depresión es corto.
Un defecto similar a este puede estar también con una cubierta ‘religiosa’ de Torá y mitzvot. El servicio a Dios por supuesto tiene que activar los sentimientos: “Amarás al Señor tu Dios”, 5 “y temerás a vuestro Dios”, 6 pero hay gente que busca una “experiencia religiosa” no para servir a Dios sino para servirse a sí mismo! El individuo necesita emociones, y para lograrlo se esfuerza y activa el corazón para sentirse a sí mismo, cuando genera una gran emoción, muy “ruido”, pero todo de una forma superficial exclusivamente.
Por el contrario, en el servicio a Dios interior y verdadero, la experiencia emocional viene como resultado de una conexión verdadera que se expande hasta las emociones del corazón y las activa de forma automática, “derej mimeila”.
Por supuesto, a veces la diferencia entre ambos es sumamente delgada y sutil, pero tenemos que ser conscientes de la existencia de este defecto aunque sea difícil sacárselo de encima].
Nos ayudaremos nuevamente del cuerpo para entender el defecto que hay aquí. Una persona completamente sana no siente cada uno de sus órganos en especial, todo funciona sin problemas ni incidentes. Pero si de pronto siente de una manera especial un órgano determinado, ¡es una señal de que hay algún problema en ese lugar! Por eso, en palabras de los sabios, cuando queremos decir que hay cierta enfermedad y duele la cabeza dicen “siente su cabeza”, porque si la cabeza está sana no puedes decir que la sientes para nada.
Así también en la esfera psicológica, la autoconciencia exagerada puede ser una especie de “dolor de cabeza” … como los psicólogos, que de tanto sondear en la psiquis crean problemas e impiden el fluir suave de la personalidad.
Tercera Etapa: de la auto-conciencia a la conciencia divina
Si la auto-conciencia está plagada de problemas, ¿qué pretenden de nosotros? Después de todo, no se puede sacar de adentro nuestro el fruto del árbol del conocimiento, y no se puede volver al Gan Eden, ¡así como no se puede renunciar a la ropa e ir desnudo por el bosque!
Y por eso, frente a la sola conciencia de uno mismo, que dice: “Conócete a ti mismo” (como dice el dicho que se alza sobre el templo pagano de Grecia), la Torá nos presenta el ideal de la conciencia Divina, מודעות אלוקית , mudaut atzmit: “Conoce al Dios de tu padre.”7 Así aparece en la apertura del Shulján Aruj8 (según Maimónides9): “שִׁוִּיתִי הוי’ לְנֶגְדִּי תָמִיד , “Puse a Dios siempre delante de mí”10 es un principio fundamental en la Torá y a la altura de los grandes tzadikim que van con Dios. Porque la forma en que se comporta la persona cuando está sólo no es igual que cuando está frente a un gran rey, y cuánto más si la persona toma conciencia de que ese gran rey es El Santo Bendito Sea cuya gloria llena la tierra, está frente suyo y ve sus actos… inmediatamente se llena de temor y se somete de miedo a Hashem y se avergüenza siempre de Él.
Quien vive de esa manera, desvía de forma permanente su conciencia de sí mismo hacia Dios. En lugar de ocuparte de tí mismo, piensa en Hashem que se encuentra frente a ti, te observa y se interesa por ti. Quien logra cumplir con esta instrucción en forma completa pertenece a “los justos que van delante de Elokim”, pero eso se encuentra en el Shulján Aruj como un llamado a personas simples como nosotros, que de manera simple están dotados de una conciencia de sí mismos, pero se les pide esforzarse y rectificarse y salir de esta conciencia, y en vez de pensar en sí mismos piensen en el Creador y Guardían.
En palabras de jasidut, para llegar a una vida de conciencia Divina, la persona tiene que anularse, לבטל , levatel, comenzando desde el nivel más básico que todos tenemos, la sensación de la “anulación del yo”, ביטול היש , bitul haiesh (frente a Dios que me hace existir), hasta el nivel más elevado de “anulación de la existencia”, בטול במציאות , bitul bemetziut, reconociendo en la medida de cada uno que todo se anula frente a Dios, “Ante El, todo es como si no existiera”, 11 hasta el cénit de “anulación real de la existencia”, בטול במציאות ממש , bitul bemetziut mamash, cuando la persona no se siente a sí misma, sino que está completamente “anulado y sumergido” dentro del mar infinito de la luz Divina.
Hay que destacar que esta anulación no es en absoluto una inactividad ociosa, no se parece al nirvana de las doctrinas orientales que aspiran a la no-acción, la no-voluntad. La anulación correcta es la anulación dentro de la existencia verdadera de la luz de Dios, y la persona se llena con una meditación positiva determinada y que además lleva al final a la acción intensa. (como todo el Shulján Aruj que viene después de comenzar con “puse a Hashem…”).
Esta clase de conciencia representa el árbol de la vida, עץ החיים , Etz Hajaim, donde no hay maldad ni muerte en absoluto. Una vida con conciencia Divina plena es una vida eterna, חיים נצחיים , jaim nitzjim, por naturaleza, por cuanto que la persona que se anula frente a Hashem aspira de Él la vida en todo momento, “porque de Ti está la fuente de la vida”.12
Dicho de otra manera: hoy la ciencia conoce la “ley de la inercia”, que establece que todo movimiento es constante a menos que algo lo frene, como la fricción y la pérdida de energía. Así es también la vida que Dios nos dio tendría que seguir sin interrupción, pero la conciencia de uno mismo crea como una “fricción” dentro nuestro, y va ralentizando el flujo de vida. Pero la vida con conciencia Divina fluye de forma completamente suave, sin fricción alguna, y por eso continúa eternamente.
Cuarta Etapa: Hacia la Conciencia Propia Rectificada
Y con todo esto, con toda la enorme virtud de la conciencia Divina, no se debe ver en ella el final del camino. Una conciencia Divina sin conciencia de sí mismo no es el objetivo, ya que deja al hombre tal como es, y no se ocupa en su rectificación de manera directa, sino que “huye” del alma humana hacia el espacio Divino.
Cabe preguntarse: ¿Acaso la intención de la primera creación era que Adam se quede sin conciencia de sí mismo? ¿Y por lo tanto, ahora, después de haber comido del árbol del conocimiento, el objetivo es deshacerse por completo de esa conciencia de sí mismo en la que hemos caído? En otras palabras, se puede preguntar simplemente: ¿Acaso Dios plantó el árbol del conocimiento en el paraíso sólo para que Adam no lo coma?
Y entonces vienen los cabalistas y dicen explícitamente: Adam al final iba a comer del árbol del conocimiento, pero tenía que esperar. Adam fue creado el sexto día, y hasta el final del día tenía prohibido comer del árbol del conocimiento, pero al llegar el Shabat caducaba la prohibición y el fruto del árbol hubiera sido puesto como una exquisitez de reyes sobre la mesa de Shabat! De paso, de esto aprendemos cuán profundo es el pecado de la impulsividad y la falta de paciencia, que fue la causa del pecado.
Pero la idea fundamental que obtenemos de nuestro tema es que en última instancia, la persona debe adquirir una conciencia de sí mismo, pero de forma correcta, rectificada.
El secreto de la conciencia de sí mismo rectificada es transformarla en una conciencia natural, מודעות טבעית , mudaut tivit. Esta conciencia enlaza a la conciencia propia con la conciencia Divina. Así, aunque la persona es consciente de sí misma, esta conciencia contiene dentro de una forma natural la conciencia Divina, y la persona siente que no hay una contradicción entre ambas, entre volverse completamente consciente de sí mismo y la experiencia Divina, porque su existencia es un verdadero reflejo de la existencia de Dios.
En palabras del jasidut, esta es la verdadera “naturaleza judía”, הטבע היהודי , hateva haiehudí, que se revelará completamente en la época del Mashíaj.
Cuando sentimos toda la potencia de nuestra vida, (incluyendo mi vida como individuo que tiene una personalidad determinada en un cuerpo determinado) y junto con esto, realmente adentro y de dentro de nuestra vida, experimentamos una relación total con el Todopoderoso, unificada con nuestra personalidad. “Toda alma [neshamá] te Alabará, Dios”13, “en cada respiración [neshimá] que hace la persona tiene que alabar al Creador”14
Hoy todavía no sabemos vivir con una conciencia natural rectificada, pero como estamos al borde de la época mesiánica, sin duda se puede empezar a “oler” la forma de este servicio. Para que esto no quede en la nebulosa, he aquí un ejemplo: cuando realizo una mitzvá sólo con conciencia Divina, pienso sólo en cumplirla en aras del Cielo, aceptando el yugo del Cielo de cumplir la Voluntad de Dios, y esto es excelente. Pero con una conciencia natural yo pienso también en mi propia voluntad, en lo que yo deseo, y se revela que yo también quiero mucho cumplir con esa mitzvá, porque me “divierte” hacerla. Y al mismo tiempo la hago para cumplir la voluntad de mi Creador, sin que exista ninguna contradicción entre ambas cosas.
Cuando nos referimos a la conciencia propia hablamos de quien siente los órganos del cuerpo, que es un síntoma de enfermedad (“sintió su cabeza”). Pero una vez que recuperamos nos encontramos, descubrimos que ahora nuestra vida más rica , porque ahora puedo mantener un diálogo con los diversos órganos del cuerpo, y también ser consciente del dedo meñique de la pierna.
Así sucede también con la futura la conciencia natural, tomar toda la rica (y a menudo complicada) conciencia de mí mismo, que hemos adquirido de generación en generación desde el pecado de Adam, y convertirla en una herramienta sofisticada que no contradice en modo alguno la experiencia de la comunicación con Dios.
Entonces, al final salimos ganando de la caída del pecado del árbol del conocimiento, como el baal teshuvá [arrepentido-retornante] cuyas trasgresiones se transforman en méritos, y como fue profetizado que en el tiempo de la redención comprenderemos que el sufrimiento del exilio valió la pena, “Te doy gracias Señor aunque te hayas airado [conmigo]”.15
En la época futura, desde los días del Mashíaj en adelante, será un período “sabático”, “El Día que será todo Shabat”. Y así como en ese primer Shabat Adam hubiera comido del Árbol del Conocimiento sin que eso lo haga caer a la maldad y la muerte, así también nosotros adquiriremos una conciencia correcta, una conciencia natural sumergida completamente en la luz Divina.
Entonces se entenderá que los versos se leen de una forma nueva: “De todo árbol comerás y del Árbol del Conocimiento del Bien [también comerás]. Y del mal, no comerás [de la parte mala no comerás]”16
Shabat Shalom Umevoraj
NOTAS
1 Sanhedrin 68b
2 Sifra Detzniuta final del capítulo I.
3 También la expresión “pienso luego existo” es el fruto de la consciencia humana posterior al pecado, porque antes del pecado Adam no tenía duda de su existencia y hubo que rectificarlo, por así decirlo, desde afuera. De todas formas es importante subrayar que la incertidumbre filosófica que tiene que probar la existencia con el hecho de que “yo pienso”, es apropiada al mundo del gentil, mientras que el judío creyente fija toda la existencia a la existencia cierta de Dios, “Cierto es Su Nombre”.
4 Proverbios 18:2
5 Debarim 6:5
6 Vaikra 19:14
7 Crónicas I 28:9
8 Shulján Aruj, Oraj Jaim 1:1, de acuerdo al Ramá
9 De acuerdo con el Rambam.
10 Salmos 16:8. Ver el libro “De Día a Día”, del 3 de tishrei, verso parte del servicio de teshuvá que corresponde a cada uno y uno de nosotros.
11 Zohar parte I 11b.
12 Salmos 36:10
13 Salmos 150:6
14 Bereshit Rabá 14:9
15 Ishaiahu 12:1
16 Como interpreta Mei Hashiloaj, de acuerdo con el Zohar.
LIBRO DE BERESHIT
PERASHAT BERESHIT
CONECTANDO EL FINAL CON EL PRINCIPIO Parte 1
En Simjat Torá finalizamos la lectura de la Torá e inmediatamente comenzamos a leerla desde el principio. De esta manera, las primeras palabras de Génesis son leídas justo después de las últimas de Deuteronomio. El verso final de la Torá dice:
“Por toda la mano poderosa y todos los grandes milagros que Moshéh realizó ante los ojos de todo Israel” .
Las últimas tres palabras de la Toráh son:
“Ante los ojos de todo Israel”
לְעֵינֵי כָּל יִשְׂרָאֵל
leeinei col Israel
cuyo valor numérico es 761, un número llamado en la matemática de la Torá “inspirador”, ya que es la suma de dos números cuadrados consecutivos: 19 2 y 20 2.
לעיני כל ישראל = 761 = 19 2 ^ 20 2
A su vez, las primeras tres palabras de la Torá son:
“En el Comienzo Dios Creó….”
ברֵאשִׁית בָּרָא אֱ־לֹהִים
bereshit bara Elokim
cuyo valor numérico es 1202. Entonces, la diferencia entre 1202 y 761 es 441, que es el valor numérico de la palabra אמת , “verdad”, emet . Pero véase que las letras finales de estas tres palabras también forman emet , אמת ! Por lo tanto el resto de las letras es igual a leeinei col Israel :
בראשית ברא א־להים = לעיני כל ישראל más אמת
Esta observación se vuelve más interesante cuando nos damos cuenta que אמת = 21 2 (el secreto en Cabalah del Nombre de Dios אהיה אשר אהיה , e kié asher ekié , “Seré El que Seré”, donde אהיה , ekié = 21 !!), entonces, se desprende de aquí que las primeras tres palabras de la Torá:
בראשית ברא א־להים = 19 2 ^ 20 2 ^ 21 2
Tomando este indicio de la Torá, llamaremos a estos números que son la suma de tres cuadrados consecutivos “números de la creación”.
¿Qué números pertenecen a esta serie? El primero es el 2:
2 = -1 2 ^ 0 2 ^ 1 2
Que es el valor numérico de la primera letra de la Torá, la ב , bet , de בראשית , que además está escrito en el rollo de la Torá en tamaño grande.
El segundo número de la creación es el 5:
5 = 0 2 ^ 1 2 ^ 2 2
Alude al valor numérico de la pequeña ה , hei , de בהבראם , que significa “cuando fueron creados”.
El tercer número de la creación es el 14:
14 = 1 2 ^ 2 2 ^ 3 2
Es el valor numérico de la palabra “mano”, יד , iad . Una de las razones secretas de la palabra “mano” en hebreo es que la mano humana contiene 14 coyunturas visibles. Por eso cada una de las 2 manos que tenemos tiene 5 dedos y 14 coyunturas.
De la misma manera, la creación es descripta por analogía como: “Mis manos basaron la tierra y mi [mano] derecha formó los cielos”. Por cierto, 14 es el valor reducido del valor numérico del Nombre de Dios Elokim , א־להים , la tercera palabra de la Torá. ¡Por supuesto, el valor totalmente reducido de este Nombre es 5!
Ahora que tenemos los tres primeros números de la creación podemos usarlos para encontrar fácilmente el resto de la serie utilizando el método de diferencias:
2 | 5 | 14 | 29 | 50 | 77 | 110 | 149 | 194 | 245 | 302 | 365 | |||||||||||
3 | 9 | 15 | 21 | 27 | 33 | 39 | 45 | 51 | 57 | 63 | ||||||||||||
6 | 6 | 6 | 6 | 6 | 6 | 6 | 6 | 6 | 6 |
Hemos encontrado que 365 es el número creativo 12 do , lo que significa que
365 = 10 2 ^ 11 2 ^ 12 2
Pero 365, aparte de ser el número de preceptos positivos en la Torá, el número de días del año solar y el número de tendones en el cuerpo humano, es también el número inspirador número 14, lo que significa que:
365 = 13 2 ^ 14 2
Y en consecuencia, unificando las ecuaciones:
10 2 ^ 11 2 ^ 12 2 = 13 2 ^ 14 2
Discutiremos esta relación especial en un apéndice de este artículo.
Continuando con la serie de números de la creación encontramos que 677 pertenece a ellos. Uno de los secretos más profundos de la creación discutido en la Cabalá es el de “la luz, el agua y el firmamento”, ( אור מים רקיע , or-maim-rakia ) cuya guematria es 677, como se explica en extenso en los escritos del Arizal.
770 también es un número creativo y es la guematria de muchos términos relativos al Mashíaj.
La firma de Dios es la Verdad
Ahora, la suma de los tres primeros miembros de la serie de la creación es 21, la raíz de “verdad”, emet , אמת = 441. El 21 ro es el número 1202, el valor de las tres primeras palabras de la Torá, בראשית ברא א־להים , Bereshit bará Elokim .
El valor promedio de los primeros 21 números de la creación desde 2 hasta 1202 es 412, la guematria de “casa”, בית , bait . Pero, también así se escribe la primera letra de la Torá, bet , cuyo valor numérico es 2 (el primer número de la serie), la primera de la Torá y por lo tanto de la creación.
La palabra bait en hebreo también puede ser encontrada en la primera palabra de la Torá, בראשית . En el Tikunei Zohar, una de las permutaciones de esta palabra que es discutida es בית אשר , beit osher , literalmente “la casa de la felicidad”.
Volvamos a nuestra primera observación matemática: que la guematria de las tres últimas palabras de la Torá (“ante los ojos de todo Israel”) junto con la de “verdad” es igual a la de las tres primeras palabras de la Torá (“En el comienzo Dios creó…”).
Ahora podemos entender qué fue lo que hizo Moshé Rabeinu “ante los ojos de todo Israel”. Rectificó nuestros ojos para que podamos ver cómo el Todopoderoso recrea el mundo de nuevo cada día y a cada momento y que todo en la creación setá firmado y sellado con la firma de Dios, la “verdad” : “Moshé es verdad y su Torá es verdad.”
Moshé talló la verdad, la signatura del Todopoderoso, en los ojos de todo el Pueblo Judío. Al hacer esto, trajo de las alturas el poder de crear mundos y se lo dio a cada judío, como dicen los sabios: “Así como Yo [Dios] creo mundos, también ustedes crean mundos.” Y como está explicado en extenso, Dios Mismo dijo de nosotros: “Yo dije, ustedes son creadores como Dios”.
Este poder de crear mundos es entregado a cada judío en Simjat Torá. “No hay otra verdad que la Torá”. Cuando un judío danza con el rollo de la Torá en esta festividad, atrae luz desde la cabeza y los ojos hacia sus pies. Como ya se explicó, la cabeza y los ojos representan la expresión culminante de la Torá y Moshé tallando el sello de la verdad en nosotros. Los pies representan la creación, como explican los sabios sobre el verso “Sus muslos son columnas de shesh [literalmente “mármol”, pero también “seis”]”, que alude a toda la creación, que Dios anheló crear y lo hizo en seis días.
NOTAS
- Deuteronomio 24:12.
- Génesis 1:1
- El valor reducido, llamado mispar katán , de una letra es su valor normal reducido a un dígito tomando como módulo 9.
- Llamado mispar katán misparí .
- Cada uno de ellos es mencionado 5 veces, un número de la creación, en los primeros dos días de la creación.
- Ioma 69b
- Bava Batra 74a
- Midrash Tehilim 116
- Salmos 82:6
- El Cantar de los Cantares 5:14.
- Midrash Rabah Vaikra 25:8.
Libro de Bereshit
Perashat Bereshit
CONECTANDO EL FINAL CON EL PRINCIPIO Parte 2
Es bien conocido que la Torá repite dos veces la historia de la creación, una en el primer capítulo de Génesis y otra en el segundo capítulo. La primera historia comienza con el familiar verso: “En el comienzo Dios [ Elokim ] creó los cielos y la tierra”. (1) La segunda lo hace con el verso: “Estas son las crónicas de los cielos y la tierra cuando fueron creados, en el día en que Dios [ Havaiah Elokim ] hizo la tierra y los cielos.” (2)
En el primer verso, Rashi comenta que se nombra a Dios con su Nombre Elokim y no con su Nombre Havaiah , porque:
Primero pensó crear el mundo con la cualidad del juicio, pero vio que el mundo no puede sostenerse de esta manera, por eso primero puso a la misericordia y la agregó a la cualidad de juicio. Y por eso dice más tarde: “…En el día en que Dios [ Havaiah Elokim ] hizo la tierra y los cielos.” (3)
Entonces, en el primer relato está acentuada la cualidad ( midah ) de juicio, mientras que el segundo está inspirado por la misericordia.
Sorpresivamente, la diferencia numérica entre estos dos versos es exactamente igual al valor de las últimas tres palabras de la Torá: לעיני כל ישראל , leeinei col Israel , “a los ojos de todo Israel” (4)
בראשית ברא א־להים את השמים ואת הארץ = 2701
אלה תולדות השמים והארץ בהבראם ביום עשות י־הוה א־להים ארץ ושמים = 3462
y
לעיני כל ישראל = 761
Bereshit barah Elokim et hashamaim veet haaretz = 2701
Eleh toldot hashamaim vehaaretz vehibaram beiom asot Havaiah Elokim eretz veshamaim = 3462
Leeinei col Israel = 761
Entonces, las últimas tres palabras de la Torá, cuando se conectan (cerrando el círculo como un anillo) y se le agrega el primer verso de la Torá, equivale al primer verso del segundo recuento de la creación:
Leeinei col Israel Bereshit barah Elokim et hashamaim veethaaretz = Eleh toldot hashamaim vehaaretz vehibaram beiom asot Havaiah Elokim eretz veshamaim
Este es un hermoso ejemplo que ilustra cómo “el final [de la Torá] está incluida en el comienzo [de la Torá]”, (5) un punto que hemos ilustrado prácticamente en Simjat Torá completando nuestra lectura pública de la Torá y luego comenzando inmediatamente su lectura desde el principio.
Pero una explicación más significativa y profunda de esta equivalencia numérica es que gracias al poder de rectificación que Moshé Rabeinu dio “a los ojos de todo Israel” fue posible para el Todopoderoso incluir la cualidad de misericordia en la creación del mundo. Explican los sabios que antes que el Todopoderoso creara el universo, pidió consejo a las almas del pueblo judío acerca de si crearlo o no. (6) Aprenden esto, en parte, de la palabra “rey”, מֶלֶךְ , melej , que en hebreo está relacionada etimológicamente con el verbo que significa “pedir consejo”, נִמְלַךְ , nimlaj . Por eso, gracias al consejo del alma judía, que previó que el universo es algo bueno, Dios imbuyó la realidad con Su Nombre esencial, Havaia , el Nombre de la misericordia.
Respecto al consejo que Dios buscó, los sabios aclaran también que el Todopoderoso deseaba ardientemente crear para Si mismo una morada abajo, (7) es decir en la realidad física, inferior. Pero si deseaba tanto hacerlo ¿Por qué habría de pedir consejo acerca de realizar su voluntad o no?
Está explicado en Jasidut que un deseo ardiente no tiene una base racional, no se puede explicar o justificar de ninguna manera. En consecuencia, Dios no buscaba consejo sobre si este deseo de crear el universo era bueno o no, sino más bien quería un aval, como si fuera. Por cierto, una de las permutaciones de “Israel” es אַשֵׁר לִי , asher li , que significa “permíteme”.
Son los ojos judíos rectificados quienes puede ver cómo todo lo que ocurre en el mundo, incluso aquello que parece ser duro o imperdonable, es en realidad un instrumento de la misericordia ilimitada de Dios y Su preocupación por el universo y cada una de sus criaturas. Esto puede ser visto en una hermosa guematria :
א־להים = כלי י־הוה
Elokim = cli Havaia
Lo que significa que el Nombre Elokim , el Nombre de Dios que simboliza el juicio, es un instrumento o herramienta, cli , de Havaiah , el Nombre de Dios que simboliza su cualidad de misericordia.
Hemos mencionado antes el dicho de los sabios: “el Todopoderoso deseó hacer para Si mismo una morada abajo”. En el original hebreo, la palabra traducida como “morada” es דִירָה . dirah . La última letra de esta palabra, hei , puede ser intercambiada fonéticamente por jet , ח . (8) Entonces dirah es fonéticamente similar a dirah , formando un acrónimo para las dos palabras din , די ן , que significa “juicio” y rajamim , רח מים , misericordia. Por eso, para comenzar con la “morada” Dios quiso incluir el plan para una transición de juicio a misericordia.
Cuando las letras de “morada”, dirah , en hebreo son reacomodadas forman דר יה , dar i-ah , que significa literalmente “el lugar donde mora Dios”, una alusión al dicho de Rabí Akiva: “Un hombre y una mujer, cuando lo merecen, la Presencia Divina mora entre ellos”. Pero aquí, la ד , dalet , que es la primera letra de “juicio” din , precede a la ר , reish , la primera letra de “misericordia”, rajamim . Respecto a la misericordia, el juicio es considerado femenino; entonces, lo femenino precede a lo masculino. Este es el orden según el cual Dios creó el mundo: “Primero pensó crear lo con la cualidad de juicio…. Y entonces agregó la cualidad de misericordia”.
Como explicaremos más a fondo en nuestro próximo artículo sobre Bereshit, en Cabalá y Jasidut, cuando lo femenino precede a lo masculino, es referido como “la mujer de valor es la corona de su marido”, (9) En tales casos, la dinámica involucrada es la de lo masculino refinando lo femenino por medio de “dulcificar los juicios en su raíz”. Refinar los juicios severos de lo femenino requiere que el masculino se introduzca en segundo lugar.
Entonces, en el segundo relato de la creación, la tierra, que representa lo femenino, precede a los cielos, que representan lo masculino, indicando que el segundo relato está basado en un proceso de refinamiento de los juicios severos (en lo femenino) con misericordia (lo masculino). Pero en la primera historia los cielos preceden a la tierra, lo masculino precede a lo femenino, indicando un estado teórico, ideal.
NOTAS
1) Génesis 1:1.
2) Ibid. 2:4.
3) Rashi en Génesis 1:1.
4) Deuteronomio 34:12.
5) Sefer Ietzirah 1:6.
6) Midrash Ruth Rabah 2:3, basado en el verso de I Crónicas 4:23.
7) Tanjuma Nasó 16
8)profundizar en el intercambio fonético de las letras
9) Proverbios 12:4.
VIDEOS
5783
PARASHÁ BERESHIT 5783
Volver a la Nada Para Traer al Mashíaj (Video Rab Guinsburgh)
https://www.youtube.com/watch?v=QzH37L7PcFE
De una conferencia jasídica del 25 de Tishrei, día del fallecimiento de Rabi Levi Itzjak de Berditchev
Después de los 7 días en el primer relato de la creación, los 6 días de la Creación donde Dios creó los cielos y la tierra y todas sus huestes, y luego viene el Shabat Bereshit, el primer Shabat de la Creación: “Y fueron concluidos los cielos…”,[13] y después del final de todos esos siete días comienza el siguiente versículo dice:[14]
“Estas son las generaciones de los cielos y la tierra cuando fueron creados, el día que Havaiá Elokim hizo la tierra y cielos”.
Esta es la primera vez que aparecen juntos estos dos Nombres de Dios (Havaiá y Elokim).
Además de esta primera aparición del Nombre Havaia vemos otro fenómeno excepcional, de repente se invierte el orden de las dos creaciones más generales como los cielos y la tierra, como si fuera en honor de la primera aparición del Nombre Especial, el Nombre Esencial, el Nombre Explícito, Havaia bendito Es, de repente el orden se invierte: “el día que Havaiá Elokim hizo tierra y cielos. Esto necesita ser entendido.
Sobre este tema hay una enseñanza en Kedushat Levi, la obra de Rabi Levi Itzjak de Berditchev. Dice que la “tierra” somos nosotros, el pueblo de Israel que es llamado “eretz jefetz”, “la tierra deseada”. Dios nos creó en la tierra, “para rectificar el mundo, la tierra, con el Reinado de Shakai”. Nosotros somos la tierra y los cielos son los ángeles, “el ejército del cielo” y “el ejército de la tierra”. Nosotros somos el ejército de Hashem en la tierra y los ángeles el ejército de Hashem en el cielo.
En la Torá siempre está escrito los cielos antes que la tierra, pero he aquí, solo una vez en los cinco libros de la Torá está escrito “tierra y cielo”, la tierra antes del cielo. El versículo quiere decir que hay una cierta virtud en el mundo inferior, que somos nosotros, superior a los mundos superiores, hay algo en que nosotros precedemos a los ángeles, y en esencia es por el mérito de la revelación del Nombre Havaia, este nombre produce esto. El Nombre Havaia que es el milagro que está por encima de la naturaleza. De manera que produce y revela que hay una superioridad, una ley de prioridad de la tierra sobre el cielo.
Dice el autor de Kedushat Levi, de quien hoy es la hilula, 25 de Tishrei: en este mundo los ángeles son espirituales y nosotros almas investidas en cuerpos físicos, relativamente materiales, y lo material, lo físico recibe de lo espiritual (gueshem-lluvia, ruaj-viento, aire). Por eso en este mundo todavía, por ahora, los ángeles son más elevados que las almas.
Pero esto no es verdad. En realidad, las almas en su raíz, y así se revelará en el futuro con la llegada de nuestro justo Mashíaj, ya mismo, que las almas son mucho más elevadas que los ángeles. Tanto es así que los sabios dicen que en el futuro por venir los ángeles le preguntarán a las almas, que se encontrarán antes y dentro de la cortina, próximos con Hashem, y los ángeles estarán afuera, a tal punto que ellos tendrán que preguntar a las almas “¿qué ha hecho Dios? Acerca de todo lo que hace Hashem, la Providencia Individual, etc. ¿Quién sabrá, quién entenderá, quién captará eso? Sólo las almas.
¿Cuándo estaremos el pueblo de Israel, los justos, la “tierra”, antes que el “cielo”? Él dice: “el día que hizo Havaia Elokim”, aludiendo en realidad al día de la llegada del Mashíaj Tizkeinu. Y en ese día “Havaia Elokim”, el Nombre completo, será “tierra y cielo”, la tierra antes del cielo.
¿Cómo llegamos a eso? Hay que hacer algo, como dice el Rebe “hagan todo lo que puedan”, para lograr el objetivo, que es la llegada del Mashíaj, la tierra y el cielo. ¿Qué hacemos para lograrlo? Dice que con esta finalidad vienen los siguientes versículos. ¿Qué viene después de “Estas son las generaciones de los cielos y la tierra cuando fueron creados, el día que Havaiá Elokim hizo la tierra y cielos”?
Está escrito un versículo sorprendente, de repente dice[15]
“Y todo arbusto del campo aún no [terem] estaba en la tierra, y toda la hierba del campo aún no brotaba, pues el Eterno Dios todavía no había hecho llover [matar] sobre la tierra, y hombre no había [Adam ain] para trabajar el suelo.”
Y luego viene otro verso que recordamos antes:[16]
“Y un vapor subía desde la tierra, y regaba toda la superficie del suelo.”
Y solo entonces viene el versículo:[17]
“Y formó Havaia Elokim al hombre del polvo del suelo, y sopló en sus narices aliento de vida, y el hombre se convirtió en un alma viviente.”
El mensaje principal de esta enseñanza es que para llegar al estado en que la tierra antecede al cielo, que es el Mashíaj, se necesita [que sea Adam ain, en el sentido positivo que el hombre sea nada.] El sentido literal del versículo “Y todo arbusto del campo aún no estaba en la tierra, y toda la hierba del campo aún no brotaba, pues el Eterno Dios todavía no había hecho llover sobre la tierra, y hombre no había…” Suena como algo negativo, que por ahora no hay un hombre. Como dice Rashi: no hay alguien que entienda lo bueno de la lluvia para que pueda rezar y pedir lluvia. Por eso los vegetales todavía no brotan porque no hay lluvia. Están esperando al ras del suelo, como escribe Rashi en nombre de los sabios. Y después “y un vapor subía…” y luego “y formó Havaia Rlokim al hombre…”
Pero Leivi Itzjak dice no, en realidad en lo profundo está diciendo que esta expresión “Adam ain”, lit. “Adam nada” es la clave de la redención: de momento que el hombre sea “nada”, no como antes en sentido negativo “y Adam ain”, significando “no había un hombre”, sino que Adam sea nada es nuestro objetivo. Cuando el hombre llega al nivel de nada se llama en Cabalá “má”, מה, “qué”, hace el qué, o sea que él mismo es nada, siente que “Ein od milevadó”, “no hay nada más que Él” y yo soy nada. No existe que yo esté separado de Hashem, pero sí que “yo soy nada”, y por medio de la nada de la persona (“ustedes son llamados “Adam”, el pueblo de Israel, los judíos son llamados con el nombre elogioso Adam). Cuando la persona llega a ser “Y Adam nada”, genera en toda la creación de Hashem, y despierta ese sentimiento de ego de todo lo que hay en el mundo, y entonces todo lo que hay en el mundo se transforma para estar en un estado de “terem”, “aun no”.
¿Qué significa terem, טרם, “aún no”? “Aun no” y “lluvia” [matar, מטר] tienen las mismas letras en otra combinación. Está escrito en el sagrado Zohar, que “arbusto del campo”, alude al Mashíaj ben Iosef, y la “hierba del campo”, “aun no brotó”, al Mashíaj ben David. Mashíaj ben David es llamado “Ish Tzemaj Shemó”, “su nombre es hombre que brota”. “Desde abajo brotará”. Entonces, en el sentido literal “aun no brotó” significa que todavía no llegó a brotar. Pero Rabi Leivi Itzjak lo interpreta a la inversa, de forma positiva: justamente brota en mérito de su estado de “terem”, de “todavía no”.
Pero si esto se refiere realmente a los vegetales, no al Mashíaj ben Iosef y el Mashíaj ben David, sino a la naturaleza, ¿a qué se refiere que “todo arbusto del campo “todavía no” estaba en la tierra”, “y la hierba del campo “todavía no” brotó…y Adam no había”? Nos dice que el hombre que está en un nivel de “nada”, que en realidad es nuestro cometido, es infundir la conciencia del todavía no. ¿Qué es terem, todavía no? Hoy existe el concepto de trom mudá, “preconsciente”. En Torat Hanefesh, la psicología de la Torá, está el estado de inconsciente o supra consciente, (y a veces se dice subconsciente, pero en Kedushá solo están los dos primero). Hay algo limítrofe entre el inconsciente, al borde de la consciencia pero todavía no es consciencia, que se llama “preconciencia”. Cuando el hombre es “nada” regresa el ámbito de la supra consciencia, a Keter.
Dentro de Keter en sí mismo hay un nivel que se llama “Reisha deAin”, la Cabeza de la Nada”, el origen del placer Divino que hay en el alma. El placer Divino del alma es que “yo no existo”. El placer del alma animal proviene del ego, por ser, por existir, pero el placer del alma Divina es de la nada, “la Cabeza de la Nada”, que se encuentra en la supraconsciencia del alma. Y cuando la persona regresa a la cabeza de la nada, produce en toda la creación el estado de “trom”, “todavía no”. Este estado es “todavía no”, es exactamente cómo el mundo se verá y se percibirá a sí mismo con la llegada del Mashíaj Tzidkeinu, este es un estado mesiánico.
HISTORIAS JASÍDICAS
PARASHÁ DE LA SEMANA – BERESHIT
Devolver el Mundo a la Nada para Traer al Mashíaj
Rabí Levi Itzjak de Berditchev y el Rebe Aharón de Streshela
El 25 de Tishrei conmemoramos el Iahrzeit de uno de los más grandes tzadikim, Rabi Levi Itzjak de Berditchev. Los grandes tzadikim dirían que solo mencionar su nombre endulza todos los juicios severos. Cuando nació Rabi Levi Itzjak, el Ba’al Shem Tov celebró con una fiesta para todos sus discípulos, diciéndoles que acababa de nacer el Abogado de Israel (סניגורן של ישראל).
La Tierra y el Nombre Havaiá
En el libro de Rabi Levi Itzjak, Kedushat Levi, hay muchas enseñanzas sobre Parashat Bereshit. Una de ellas está en el segundo relato de la creación.
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Después de los 7 días en el primer relato de la creación, los 6 días de la Creación donde Dios creó los cielos y la tierra y todas sus huestes, y luego viene el Shabat Bereshit, el primer Shabat de la Creación: “Y fueron concluidos los cielos…”,[18] y después del final de todos esos siete días comienza el siguiente versículo dice:[19] “Estas son las generaciones de los cielos y la tierra cuando fueron creados, el día que Havaiá Elokim hizo la tierra y cielos”. Esta es la primera vez que aparecen juntos estos dos Nombres de Dios (Havaiá y Elokim).
Además de esta primera aparición del Nombre Havaia vemos otro fenómeno excepcional, de repente se invierte el orden de las dos creaciones más generales como los cielos y la tierra, como si fuera en honor de la primera aparición del Nombre Especial, el Nombre Esencial, el Nombre Explícito, Havaia bendito Es.
Elokim en valor numérico equivale a hateva הטבע, la palabra hebrea para “la naturaleza”, y por lo tanto simboliza la manera en que Dios se inviste en el mundo, dentro de los límites de la naturaleza. Havaiá es el Nombre esencial de Dios, que se refiere a Su ser por encima de todo. Havaiá es el nombre de los milagros, describiendo a Dios como eterno.
Además de esta yuxtaposición especial, vemos otro fenómeno especial en este versículo:
Los cielos y la tierra son los dos grandes principios del Génesis, que incluyen toda la creación. La mayoría de las veces, cuando aparece en un verso, los cielos se mencionan antes que la tierra. Pero, en este versículo, el orden se invierte, “el día en que Havaiá Elokim creó la tierra y los cielos”. ¿Por qué se utiliza este orden? ¿Por qué la tierra viene primero y cómo se relaciona esto con la aparición de Havaiá?
Este es el tema de la enseñanza de Rabi Levi Itzjak. Dice que los cielos son los ángeles, el ejército del cielo. La tierra simboliza al pueblo judío, a quien Dios creó para rectificar la tierra. Los judíos son el ejército de Dios en la tierra.
Este versículo aclara que hay algo en el reino inferior que es más grande que el reino superior y esto es gracias a la revelación de Havaiá, el Nombre esencial de Dios, que representa lo sobrenatural. Revela que hay algo aún más grande en la tierra, en el Pueblo Judío.
Los masoretas (los grupos de sabios que se especializaron en los entresijos del texto de la Torá) observan que este orden, la tierra y luego los cielos, en realidad aparece solo dos veces. La segunda vez no está en el Pentateuco, sino en los Salmos.
יְהַלְל֚וּ | אֶת־שֵׁ֬ם יְהֹוָ֗ה כִּֽי־נִשְׂגָּ֣ב שְׁמ֣וֹ לְבַדּ֑וֹ ה֜וֹד֗וֹ עַל־אֶ֥רֶץ וְשָׁמָֽיִם
Alabado sea el nombre de Havaiá porque solo Su nombre es poderoso, Su esplendor está en la tierra y en los cielos.[20]
El hecho de que esto se señale en la Mesorá sugiere que este es un punto importante. Este versículo dice que necesitamos exaltar el Nombre Havaiá, porque Su Nombre, este Nombre, Havaiá, se ha elevado solo, Su esplendor está (sobre) la tierra y los cielos”. Todo este versículo refleja una realidad en la que la tierra está por encima de los cielos.
¿Cuál es entonces la conexión y qué nos enseña? Dice el Kedushat Levi, Rabi Levi Itzjak de Berditchev:
En este mundo los ángeles son espirituales mientras que las almas están envueltas en materia física. La materia física recibe de lo espiritual. Así que, en este mundo, nuestra realidad presente, los ángeles son más elevados que las almas. Pero en realidad, las almas son mucho más elevadas y esto se revelará con la venida del Mashíaj. Tanto es así, que los ángeles serán los seres que pregunten a las almas, quienes estarán de pie dentro de las cámaras celestiales, cerca del Todopoderoso – “qué ha hecho Dios”, cuál es la voluntad de Dios para el mundo.
Todos los judíos son tzadikim, y aunque esto aún no es evidente, pronto se revelará con la llegada del Mashíaj. El lugar de los tzadikim está más cerca de Dios que el de los ángeles. Este versículo, “¿Qué ha hecho Dios?” (מה פעל אל) es parte de la profecía de Bilam. Allí dice que cuando ya no existan falsas supersticiones entre el pueblo judío, entonces los ángeles tendrán que preguntarnos qué ha hecho Dios.
Esta frase, “Qué ha… hecho” (מה פעל) aparece solo dos veces en todo el Tanaj. Una vez en la profecía de Balam como se mencionó y una vez más en los Salmos, מה פעל צדיק, “¿Qué ha hecho el tzadik?”. El tzadik también está “haciendo”. El Tzadik está actuando para imbuir el מה, el qué, la anulación a Dios, el sentido de que todo es parte de Dios, en realidad.
Nuestra tarea es revelar esto en el mundo, mostrar que todo es Dios. A nosotros se nos encomienda esta tarea. Mientras que los ángeles son solo mensajeros para construir a Dios un palacio, por así decirlo, las almas revelan la omnipresencia de Dios en nuestra realidad inferior. Revelar este tipo de anulación a Di-s es tarea de los tzadikim.
Observando las guematrias aquí, פעל/acto, es una raíz general en hebreo, es igual a 180 en valor numérico, que es 4 veces מה/qué. La relación es 1:4. Esta es la proporción más importante en la Torá.
Esta es la relación entre la unidad de Dios y las cuatro letras de Su Nombre esencial. Las cuatro letras describen un proceso continuo de recreación: contracción, expansión, descenso (de lo oculto a lo revelado) y una segunda expansión (dentro de la dimensión revelada).
Aunque hay 4 letras, Dios sigue siendo, por supuesto, Uno, esencialmente uno. La idea aquí es que el מה, la anulación a Dios, (representado por el Uno), tiene que estar imbuido a través de los cuatro Mundos, desde la Emanación hasta la Acción.
Como anteriormente, los Sabios dicen que en el futuro las almas estarán más interna y abiertamente ante Dios que los ángeles. Las almas revelarán la intención y el propósito de Dios, y como saben esto, serán ellas las que ejecutarán la voluntad de Dios.
El hombre era nada
¿Cuándo estaremos nosotros, los tzadikim, las almas, la tierra, ante los cielos? “En el día que Havaiá Elokim haga (…la tierra y el cielo)”.
¿Como hacemos que esto funcione?
Los versículos que siguen son sorprendentes: “Aún no crecía toda la maleza del campo, ni crecía la hierba, porque Dios aún no había traído la lluvia sobre la tierra, y no había hombre para labrar la tierra”. El siguiente versículo dice: “Y una niebla subió de la tierra y regó toda la tierra”. Sólo entonces dice que Dios creó al hombre.
El Rebe Levi Itzjak dice que la forma de llegar a este estado de Mashíaj donde la tierra está antes que los cielos, un estado en el que el reino de Dios está en todo el mundo, debe haber un estado de “no había hombre”, “el hombre no era nada”.
Al principio, este verso puede sonar negativo, que aún no había ningún ser humano para orar, como explica Rashi, por lo tanto, nada creció. Pero el Rebe Levi Itzjak dice que esta frase, “el hombre no era nada”, es la clave para la redención. No debe leerse como un estado que fue, sino como nuestro destino.
Cuando una persona alcanza un estado de nada, es capaz de imbuir la realidad de anulación, de desinterés. Cuando una persona alcanza este estado, puede representar el mismo estado de no estar separado de Dios en toda la realidad. Cuando esto sucede, toda la creación entra en un estado de טרם, que literalmente significa “antes”, “pre” o “todavía no”, una palabra rara en la Biblia. El sagrado Zohar dice que el arbusto del campo alude al Mashiaj hijo de Iosef y las hierbas son el Mashiaj hijo de David.
Rabí Levi Itzjak dice que, gracias al טרם, el “todavía no”, el Mashíaj crece. El papel del hombre es imbuir la realidad con un sentido de טרם, que es “pre” como en la preconsciencia, el nivel en psicología entre, y puente, la superconsciencia y la conciencia. Dentro de keter, la corona, donde yace la superconciencia, hay un nivel llamado la “cabeza de la nada”. (El alma animal disfruta del algo, siendo algo, pero el alma Divina disfruta del estado de no ser, siendo la nada). Mientras no lleguemos a este estado de nada, el Mashíaj no puede venir, dice Rabi Levi Itzjak. Quizás aprendió esto de su maestro, el Maguid de Mezritch, quien dijo que Dios creó el mundo algo de la nada para que los tzadikim pudieran tener la tarea de devolver el mundo de algo a la nada, pero sin devolverlo al caos – en cambio, llevándolo a un estado de desinterés.
Así, vemos que hay dos estados, אין y טרם, la nada y el pre. Cuando una persona alcanza un estado de nada, impregna toda la creación con un estado de “pre”. Cuando esto sucede, continúa Rabi Levi Itzjak, una niebla, en realidad más bien una gota de humedad, en alusión al placer, desciende sobre la tierra. Todo el placer que tiene Dios viene de la tierra. Este es el placer que recibe el Todopoderoso de una persona que se hace a sí mismo como nada, y este placer hace llover sobre toda la realidad.
Después de esto, Dios crea al hombre de la tierra. Y cuando venga el Mashíaj, habrá nuevas almas, un primer hombre completamente nuevo, un primer Adam, que también es Israel, un nivel superior de hombre. Y el Nombre de Havaiá será alabado, “Su esplendor en la tierra y en los cielos”.
Pero todo esto depende de esta anulación en nosotros que debe venir primero.
Parte 2: Rebe Aarón de Streshela
Hay otro Tzadik cuyo día de fallecimiento es alrededor de este tiempo. Hay dos tradiciones en la fecha exacta. Uno dice que falleció el 25 de Tishrei, como el Berditchever, mientras que otro, que parece ser más exacto, es que falleció el Shemini Atzeret, el 22 de Tishrei. Era el discípulo más devoto del Alter Rebe, Rabi Aharon de Streshela. Estuvo con el Alter Rebe durante 30 años, desde los 17 años. Escribe que no tiene otro Rebe más que él.
Cuando el Alter Rebe falleció, él mismo se convirtió en Rebe, en paralelo con el hijo del Alter Rebe, el Mitler Rebe. Hay dos Nigunim muy profundos del Rebe Aharon de Streshela que se transmitieron en la tradición de Jabad, lo que muestra cuán conectado estaba con el Alter Rebe.
También fue encarcelado como el Alter Rebe. Fue arrestado junto con el Mitler Rebe, su compañero de aprendizaje durante muchos años. No se vieron durante muchos años después del fallecimiento del Alter Rebe, y luego se volvieron a encontrar en la cárcel. Ambos fueron arrestados por el mismo delito: el gobierno lo vio como una amenaza para el bienestar del estado. Su día de liberación, su día de redención, fue en Rosh Jodesh, el primer día de Kislev.
Esto muestra una tremenda conexión con el Rebe de Lubavitch de nuestra generación, debido a ambas fechas, Shemini Atzeret y el primero de Kislev. En la primera fecha, el Rebe tuvo un infarto (en medio de Hakafot). Los miles de jasidim tuvieron que moverse para darle aire al Rebe, pero al mismo tiempo, el Rebe continuó la Hakafá.
Fue hospitalizado en su habitación en 770. El Rebe no “merecía”, por así decirlo, ser encarcelado, pero, así como un Tzadik puede alcanzar el mismo estado que un Ba’al Teshuvá (aunque los Ba’alei Teshuvá se encuentran en un lugar más elevado) sosportando pruebas, también puede alcanzar el nivel de ser encarcelado siendo hospitalizado. El día que es dado de alta del hospital es entonces su día de redención.
Y en el caso del Rebe, estas dos fechas fueron exactamente como las del Rebe Aharon de Streshela: el Rebe fue hospitalizado en Shemini Atzeret y dado de alta el primero de Kislev. Podemos entender de esto que hay una conexión muy fuerte entre los dos.
Nada más que Él
El Rebe Aharon nos dice que Dios no es compuesto de ninguna manera. No tiene niveles ni matices. Pero en el Zohar se dice que Dios es la totalidad (la complejidad y la individualidad) de todo – tanto como Él es sin ninguna composición, sin embargo, de una manera paradójica, de una manera maravillosa, Él crea la realidad, que tiene mucha multiplicidad, con cada objeto contando con un nivel y un matiz, sintiéndose separado y una entidad autónoma; sin embargo, después de haber creado esto, Él permanece solo, ein od milvado (“no hay nada más que Él”).
Después de toda la pluralidad que parece haber sido creada, no hay nada más que Dios. La persona que ha llegado a un estado de anulación ante Dios es quien revela esto a toda la realidad.
La Torá y el pueblo judío
La Torá se asemeja al agua, como el agua desciende, de un lugar alto a un lugar más bajo. Son las mismas aguas cuando están en alto y cuando están abajo. El descenso de la Torá a la realidad es como un novio que desciende hacia su novia. Por otro lado, el pueblo judío eleva la raíz del algo, del ser, de la existencia, de abajo hacia arriba. Aunque todo parece existir, podemos abrir los ojos para ver que no hay nada más que Él. Este es el nivel de Mashíaj como explicamos anteriormente.
Necesitamos tanto la Torá como el pueblo judío. La Torá para bajarlo todo, y el pueblo judío para elevarlo de nuevo para que toda la realidad pueda darse cuenta de que no existe salvo Dios. El Rebe Aharon explica que Dios es el espacio del mundo, pero el espacio del mundo no es Su espacio. Esto se entiende con la comprensión de que no hay nada más que Dios. Dios no existe dentro del mundo, Él es ilimitado. Pero el mundo existe dentro de Dios.
Ahora tenemos un Partzuf basado en las cuatro letras del Nombre de Dios, Havaiá.
Para el Rebe Aharon, la Iud es Dios de la manera más simple – completamente no compuesto.
La siguiente letra es Hei (la Iud y la Hei superior son los aspectos ocultos de Havaiá), Dios como la totalidad de todas las cosas. Esto ya es una maravilla. Por un lado, el Todopoderoso es completamente simple, sin ninguna composición, por otro lado, Él es la totalidad de todo.
La Vav y la Hei inferior de Havaiá son la Torá e Israel.
La Torá trae la realidad de la naturaleza simple de Dios a nuestra realidad inferior. Este es el pilar de la Torá, que tiene muchos colores. Trae la conciencia de Dios siendo simple, a la totalidad de todo aquí abajo. Si uno no entiende que Dios es simple y no compuesto, entonces está imaginando a Dios como material, lo cual por supuesto es incorrecto.
Dios, sin embargo, quiere cierto tipo de descenso a la materialidad. Él quiere que revelemos que, en toda la realidad, solo hay Dios. La Vav hace descender la Iud a la realidad, mientras que la Hei inferior es el pueblo judío que trae la realidad de vuelta a su fuente en la primera Hei. Esta elevación de la realidad se realiza mediante la realización de las Mitzvot.
Esta es la primera meditación en el libro Avodat Halevi del Rebe Aharon.
La nada y el ser, ansiedad y depresión
¿Cómo podemos tomar esta meditación y conectarla con la psicología judía?
Para ser verdaderamente judío, uno tiene que ser consciente de las letras de la Torá y de que él mismo es uno de ellas. Si un judío aún no tiene conciencia de la Torá, entonces su nada no es saludable. Es caótico La nada de uno es rectificada por su Torá. La Torá lo ordena. Si tiene una conexión con su nada, pero no tiene Torá, experimenta ansiedades. La falsa “nada”, o la nada caótica, es la fuente de la ansiedad.
La ansiedad se produce cuando una persona no puede devolver su nada a su verdadera fuente. Sabemos esto por la frase, פחד יצחק, el temor de Itzjak, ante el temor, la ansiedad, “Itzjak” – debe reír” (Además de ser el nombre Itzjak, Itzjak en hebreo también significa “se reirá”). Esta risa es la Torá, que Dios disfrutó durante 2000 años antes de crear el mundo. En resumen, si una persona tiene ansiedad significa que aún no ha encontrado la parte de la Torá que pertenece a la raíz de su alma.
Lo contrario es cuando no se rectifica el ser de una persona. Este es el problema en Maljut (Reino). El orgullo causa depresión. Alguien que tiene orgullo eventualmente se deprimirá. La rectificación es identificarse con el pueblo judío.
Una conexión directa
Meditemos en otro aspecto del Nombre de Dios, Havaiá.
Hubo una serie de disputas entre Rabi Aharon y el Mitler Rebe. Uno fue con respecto a la conexión con el Tzadik, algo que es un elemento básico en todas las partes del movimiento jasídico. La pregunta era si la conexión es con su personalidad, con su esencia, con su ser un Tzadik o con su Torá.
¿Cómo se conecta uno con el Tzadik?
Uno podría tratar de entender esto pensando en cómo nos conectamos con el Todopoderoso. El Zohar dice que se atan tres nudos entre sí; Dios, la Torá e Israel. El significado literal es que nos conectamos con Dios a través de la Torá. El Rebe, sin embargo, hace una pregunta: ¿Por qué dice “tres nudos” cuando según lo anterior solo hay dos conexiones, Israel con la Torá y la Torá con Dios?
El Rebe responde que hay otro nudo: entre Israel y Dios. Uno puede conectarse con el Todopoderoso directamente.
¿Puede alguien conectarse con Dios sin pasar por la Torá? Por supuesto que no. Pero si alguien ha aprendido toda la Torá, pero no tiene esperanza, le decimos, mira, puedes encontrar y conectarte con Dios directamente y entonces encontrarás el significado de toda la Torá.
Volviendo a nuestra conexión con el Tzadik, la regla parece ser que nos conectamos y nos aferramos a él a través de su Torá. Pero, existe la excepción a la regla, que en nuestra generación es más pronunciada, donde nos conectamos a través de algo más esencial en su personalidad.
La verdadera fuente de Israel, que es la Hei superior del nombre Havaiá, está en la Iud, que es, como explicamos, Dios como completamente simple, no compuesto. Así que realmente los judíos no tienen niveles ni matices entre ellos.
La fuente de la Torá, la Vav, está en la Hei superior, Dios como la complejidad y totalidad de todo, donde hay niveles.
El Rebe Aharon creía que la conexión principal es a través de la Torá del Tzadik. Él postuló que mientras que la fuente de la Torá está en la Hei, la fuente de la esencia de un judío está en Iud, este simple punto sin dimensiones, y uno simplemente no puede conectarse con este simple punto sin dimensiones en el Tzadik.
La opinión clásica de Jabad es que uno puede llegar a la esencia del Tzadik y conectarse con su esencia, no solo con su Torá.
Pero explicaremos que ambas opiniones son palabras vivas del Todopoderoso.
La Torá del Tzadik
El Moshe Rabeinu de la generación es el Tzadik de la generación. Su esencia es la sencillez absoluta. No debe complejizarse ni materializarse.
Sin embargo, uno puede aferrarse a la Torá del Tzadik y, a través de su Torá, llegar a su punto de esencia adimensional. Y así como el Todopoderoso colocó toda Su esencia en la Torá, así el Tzadik coloca su esencia en su Torá. Este es el Iud-Hei. La Vav-Hei es la extracción, la difusión de la Torá del Tzadik, principalmente a través de sus discípulos, quienes dedican toda su vida (como en Jabad y en Breslov) a difundirla, escribiéndola en hebreo y en otros idiomas.
¿Cuál es entonces la Hei inferior? El propósito por el cual Dios nos puso en este mundo es para elevar toda la realidad para que pueda revelar su fuente.
La Hei inferior es el efecto que la Torá del Tzadik tiene sobre la realidad.
El propósito de todo esto es revelar que Dios es el espacio del mundo – que todo esto es Divinidad, todo uno y que aquí no hay nada más que Dios.
Este es el propósito de la Torá del Tzadik. Preparar todo en el mundo para que se convierta en un recipiente que pueda aceptar que todo es Dios y que no hay nada más. La estructura básica aquí puede ser una primera lección de Jasidut. En cada generación, hay un Tzadik, el Moshe Rabeinu de la generación, y él enseña nueva Torá, y sus discípulos difunden aún más la Torá.
Cuando el Tzadik está hablando, está en un lugar de contracción, la Torá que revela es la Torá oculta. Los discípulos tienen que bajarlo, expandirlo y revelarlo en la dimensión revelada. Pero el propósito final es que esta Torá afecte toda la realidad y revele que Dios es Uno. Dios es el Rey sobre toda la tierra. La Torá del Tzadik enseña a cada persona a abrir los ojos para ver que no hay nada más que Dios. Y luego, naturalmente, verá al Mashíaj.
Foto por Dani Aláez en Unsplash
EL SECRETO DE BERESHIT Y LA SANACIÓN – LA CONEXIÓN CUERPO Y ALMA
Rabino Itzjak Ginsburgh
El primer verso de la Torá dice: “En el principio Dios creó los Cielos y la Tierra. Crear en hebreo también significa “sanar”, bará, ברא, lehabrí, להבריא, sanación. Sanamos una enfermedad, ya sea espiritual o física.
Y entonces viene la frase “los Cielos y la Tierra”, donde “Cielos” se refiere a mi dimensión espiritual, y “Tierra” a mi dimensión física. Significa que los Cielos y la Tierra son mi propia alma y mi propio cuerpo. Sanar esa relación entre el alma y el cuerpo es alcanzar un estado de interdependencia, teniendo conciencia de que el alma está para apoyar al cuerpo. Y el cuerpo al realizar buenas acciones está para fortalecer el alma y conectar al alma a su propia raíz en la Divinidad.
El símbolo de cielo y tierra, alma y cuerpo, también simboliza el matrimonio. Es un símbolo del novio y la novia, y para poder construir un hogar feliz, estable y positivo, cada uno tiene que estar para el otro. Los cielos tienen que estar para la tierra y la tierra para los Cielos. Y juntos podemos construir un hogar para Dios.
Y IAACOV SALIO AL CAMINO, AÑO 5783 DE LA CREACIÓN, תשפ”ג UN AÑO DE GRANDES MARAVILLAS
Después de nuestro trabajo de casi dos meses para tener un año bueno y dulce, llegamos a este Shabat Bereshit, leemos la primera parashá de la Torá y comenzamos el trabajo del año con bendición y con la confianza en ver grandes maravillas, la llegada de la redención final con la llegada del Mashíaj tzidkeinu pronto ya mismo en este Shabat. La Esencia del Año 5783 Basado en una clase impartida por Rabi Itzjak Guinsburgh Hace unas semanas, en Rosh Hashaná, celebramos el 5783º aniversario de la creación de la humanidad. Debe ser un año de nueva luz y bendición para el mundo entero. Nuestra costumbre es investigar el significado del nuevo año y en qué debemos concentrarnos. Hacemos esto viendo con qué se relaciona el número del año. Estamos en el sexto milenio y ahora vamos a comenzar el año 783 de este milenio. Entonces, meditaremos sobre el número 783.
La gran maravilla
Antes de ver el significado de 783 en la Torá, comencemos observando una frase u otro concepto importante al que se aluda con las letras del año. La forma hebrea de 783 es תשפג y estamos buscando un acrónimo que se ajuste a estas letras. Las dos primeras letras – תש – siempre se interpretan como “Que sea un año de” (תְּהֵא שְׁנַת). Hace treinta y tantos años, cuando estábamos en los años conocidos como los nunim – los años que comenzaban con תשנ – se entendía que nun (נ) representaba “maravillas” (נִפְלָאוֹת). Ahora que estamos en los años que tienen una pei (פ) como su siguiente letra, la interpretamos como la forma singular de “maravillas” o “maravilla” (פֶּלֶא). Es más natural para la letra guimel (ג) que represente la palabra “grande” (גָּדוֹל). Entonces, el acrónimo más simple para este año – תשפג – es “Que sea un año de grandes maravillas” (תְּהֵא שְׁנַת פֶּלֶא גָּדוֹל).
La “Gran Maravilla” que estamos anticipando este año es la venida del Mashiaj, que está relacionado con la palabra “maravilla”, ya que Isaías llama al Mashiaj el “consejero maravilloso”, pele ioetz (פֶּלֶא יוֹעֵץ), que a su vez equivale a la palabra “médico”, rofé (רוֹפֵא). El Mashíaj es el médico experto que viene a sanarnos de todas nuestras dolencias. Él logra esto con la Torá. Entonces eso es lo más simple que debemos tener en mente y orar a Hashem para que merezcamos verlo con nuestros ojos físicos este año.
Comenzamos desde el Principio: El Secreto de la Luz Onda Partícula, la Teoría de Cuerdas y otras cuestiones
con el rabino Jaim Frim
Fluir con las Ondas de la Providencia
Uno de los maravillosos temas que trata la mecánica cuántica es la dualidad de onda y partícula: ciertos fenómenos a veces actúan como ondas y a veces como partículas. Una de las diferencias entre una onda y una partícula es la cuestión de qué sucede cuando dos de ellas se encuentran: cuando las partículas se encuentran, ocurre un ‘choque’: cada partícula es empujada hacia atrás o hacia un lado, se rompe, etc. Por el otro lado, el encuentro de las ondas no les hace daño: si son compatibles entre sí, de modo que ambas son ‘altas’ o ambas son ‘bajas’ en el punto de encuentro se reforzarán entre sí (serán más altas/más bajas que cada una por sí misma), y si son opuestas entre sí, una ‘alta’ y la otra ‘baja’, se cancelarán y anularán entre sí en el momento del encuentro. De cualquier manera, después de su integración e interferencia entre sí, cada uno continúa en su propia dirección.
Es costumbre llamar a los encuentros de las ondas con la expresión ‘interferencia’, las ondas se perturban entre sí en su interferencia. Hay perturbaciones ‘positivas’, cuando las ondas coinciden, que amplifican a ambas, y hay perturbaciones ‘negativas’, cuando las ondas son inversas, que las anulan.
Transformar de una partícula a una onda
¿Qué se puede aprender de esto para servir a Dios?
Las interferencias son algo muy común en nuestras vidas. El judío trata de estudiar, rezar, concentrarse, y de repente lo perturban factores externos, hijos, teléfonos, cónyuge… ¿Cómo se trata esto?
La respuesta depende de si estamos experimentando como una partícula o una onda. Cuando el hombre se experimenta a sí mismo como un ser cierto y separado, “iesh”, una parte que se vale por sí misma, su encuentro con el entorno puede provocarle un accidente y una colisión… queda dañado y desgastado por el roce con la realidad circundante, y pierde energía…
La experiencia de una onda es una experiencia de ‘ain’ (también en la ciencia, los fenómenos se comportan como una onda antes de materializarse, etc.) – el hombre es parte de una gran onda general, y no tiene masa ni realidad propia. Lo mismo ocurre con el entorno, también son ‘olas’ y movimientos que la Providencia Divina envía y convoca para intensificar o cancelar ciertos movimientos. En esta situación, las reuniones se convierten en una reunión con supervisión privada, un encuentro fluido y natural de diferentes ondas.
Esta idea explica de manera profunda y maravillosa una historia fundamental acerca de nuestro maestro el Besh”t: se dice que el Besh”t le preguntó a su maestro, Ajiá HaShiloni, que aun estando en piadosa devoción y con el alma elevada sería capaz de responder y responder a un judío que se dirigiría a él. Esta realidad, en la que es posible un encuentro con el otro mientras se adhiere, está bien ilustrada por el comportamiento de las ondas: cuando te ‘hallas’ puedes encontrarte por Providencia Divina incluso durante otra experiencia y combinarlas de manera natural y fluida.
De un seminario sobre mecánica cuántica, estaba escrito en el libro ‘Una selección de lecciones de observación’ parte 16
ver más en https://new.galeinai.org/tora-ciencia/
Deuteronomio Capítulo 34
12 ni ninguno de los actos poderosos ni grandes visiones
que Moshé manifestó ante los ojos de todo Israel.
יב וּלְכֹל֙ הַיָּ֣ד הַֽחֲזָקָ֔ה וּלְכֹ֖ל הַמּוֹרָ֣א הַגָּד֑וֹל אֲשֶׁר֙ עָשָׂ֣ה משֶׁ֔ה
לְעֵינֵ֖י כָּל־יִשְׂרָאֵֽל
Genesis Capítulo 1
1 En el principio creó Dios el cielo y la tierra.
א בְּרֵאשִׁית בָּרָ֣א אֱלֹהִ֑ים אֵ֥ת הַשּׁמַ֖יִם וְאֵ֥ת הָאָֽרֶץ:
2 La tierra estaba sin forma y vacía, con oscuridad sobre la faz del abismo,
y el espíritu de Dios sobrevolaba sobre la superficie del agua.
ב וְהָאָ֗רֶץ הָֽיְתָ֥ה תֹ֨הוּ֙ וָבֹ֔הוּ וְח֖שֶׁךְ עַל־פְּנֵ֣י תְה֑וֹם וְר֣וּחַ אֱלֹהִ֔ים מְרַחֶ֖פֶת עַל־פְּנֵ֥י הַמָּיִם:
3 Dijo Dios: “Haya luz”, y fue la luz.
ג וַיּ֥אמֶר אֱלֹהִ֖ים יְהִי־א֑וֹר וַֽיְהִי־אֽוֹר
4 Dios vio que la luz era buena, y Dios dividió entre la luz y la oscuridad.
ד וַיַּרְא אֱלֹהִ֛ים אֶת־הָא֖וֹר כִּי־ט֑וֹב וַיַּבְדֵּל אֱלֹהִ֔ים בֵּין הָא֖וֹר וּבֵ֥ין הַחֽשֶׁךְ:
5 Dios llamó a la luz “Día”, y a la oscuridad llamó “Noche”. Fue la tarde y fue la mañana, un día.
ה וַיִּקְרָ֨א אֱלֹהִ֤ים | לָאוֹר֙ י֔וֹם וְלַח֖שֶׁךְ קָ֣רָא לָ֑יְלָה וַֽיְהִי־עֶ֥רֶב וַֽיְהִי־בֹ֖קֶר י֥וֹם אֶחָֽד:
6 Dijo Dios: “Haya un firmamento en medio del agua, y divida entre agua y agua”.
ו וַיּ֣אמֶר אֱלֹהִ֔ים יְהִ֥י רָקִ֖יעַ בְּת֣וֹךְ הַמָּיִם וִיהִ֣י מַבְדִּיל בֵּין מַ֖יִם לָמָֽיִם:
7 Dios [de este modo] hizo el firmamento, y éste separó el agua debajo del firmamento del agua arriba del firmamento. Permaneció de ese modo.
ז וַיַּעַשׂ אֱלֹהִים֘ אֶת־הָֽרָקִיעַ֒ וַיַּבְדֵּל בֵּין הַמַּיִם֙ אֲשֶׁר֙ מִתַּחַת לָֽרָקִ֔יעַ וּבֵ֣ין הַמַּיִם אֲשֶׁר מֵעַ֣ל לָֽרָקִ֑יעַ וַֽיְהִי־כֵֽן:
8 Dios llamó al firmamento “Cielo”. Fue la tarde y fue la mañana, un segundo día.
ח וַיִּקְרָ֧א אֱלֹהִ֛ים לָֽרָקִ֖יעַ שָׁמָ֑יִם וַֽיְהִי־עֶ֥רֶב וַֽיְהִי־בֹ֖קֶר י֥וֹם שֵׁנִֽי:
9 Dijo Dios: “Júntense las aguas debajo del cielo en un lugar, y véase suelo seco”. Aconteció.
ט וַיּ֣אמֶר אֱלֹהִ֗ים יִקָּו֨וּ הַמַּיִם מִתַּחַת הַשּׁמַ֨יִם֙ אֶל־מָק֣וֹם אֶחָ֔ד וְתֵֽרָאֶ֖ה הַיַּבָּשָׁה וַֽיְהִי־כֵֽן:
10 Dios llamó al suelo seco “Tierra”, y a las acumulaciones de agua llamó “Mares”. Dios vio que era bueno.
י וַיִּקְרָ֨א אֱלֹהִ֤ים | לַיַּבָּשָׁה֙ אֶ֔רֶץ וּלְמִקְוֵ֥ה הַמַּיִם קָרָ֣א יַמִּים וַיַּרְא אֱלֹהִ֖ים כִּי־טֽוֹב:
11 Dijo Dios: “Dé la tierra vegetación. Plantas que den semilla y árboles frutales que produzcan sus propias clases de frutos con semillas estén sobre la tierra”. Y así fue.
יא וַיּ֣אמֶר אֱלֹהִ֗ים תַּדְשֵׁא הָאָ֨רֶץ֙ דֶּשֶׁא עֵ֚שֶׂב מַזְרִ֣יעַ זֶ֔רַע עֵ֣ץ פְּרִ֞י עֹ֤שֶׂה פְּרִי֙ לְמִינ֔וֹ אֲשֶׁר זַרְעוֹ־ב֖וֹ עַל־הָאָ֑רֶץ וַֽיְהִי־כֵֽן:
12 La tierra dio vegetación, plantas que producían sus propias clases de semillas, y árboles que producían frutos que contenían sus propias clases de semillas. Dios vio que era bueno.
יב וַתּוֹצֵ֨א הָאָ֜רֶץ דֶּשֶׁא עֵ֣שֶׂב מַזְרִ֤יעַ זֶ֨רַע֙ לְמִינֵ֔הוּ וְעֵ֧ץ עֹֽשֶׂה־פְּרִ֛י אֲשֶׁר זַרְעוֹ־ב֖וֹ לְמִינֵ֑הוּ וַיַּרְא אֱלֹהִ֖ים כִּי־טֽוֹב:
13 Fue la tarde y fue la mañana, un tercer día.
Lectura de la Torá: Bereshit
En el Principio – Revelando LOS SECRETOS OCULTOS EN LA TORÁ
EL SECRETO DEL FUEGO BLANCO Y EL FUEGO NEGRO Y LA TEORÍA DE CUERDAS
Bereshit: ב ראשית Dos principios: de la Creación y de la Torá. De Keter, la Corona y de Jojmá, la Sabiduría. Lo Oculto y lo Revelado. Para mostrar que Hashem crea todo en la realidad a partir de la nada CON SU PALALABRA: de las cuerdas de la boca de Hashem a las cuerdas del Big Bang.
El Secreto del final y el principio de la Torá en לב, los 32 senderos de sabiduría del Sefer Ietzirá,
Genesis Capítulo 1
1 En el principio creó Dios el cielo y la tierra.
א בְּרֵאשִׁית בָּרָ֣א אֱלֹהִ֑ים אֵ֥ת הַשּׁמַ֖יִם וְאֵ֥ת הָאָֽרֶץ:
2 La tierra estaba sin forma y vacía, con oscuridad sobre la faz de las profundidades, pero el espíritu de Dios se movía sobre la superficie del agua.
ב וְהָאָ֗רֶץ הָֽיְתָ֥ה תֹ֨הוּ֙ וָבֹ֔הוּ וְח֖שֶׁךְ עַל־פְּנֵ֣י תְה֑וֹם וְר֣וּחַ אֱלֹהִ֔ים מְרַחֶ֖פֶת עַל־פְּנֵ֥י הַמָּיִם:
3 Dijo Dios: “Haya luz”, y la luz cobró existencia.
ג וַיּ֥אמֶר אֱלֹהִ֖ים יְהִי־א֑וֹר וַֽיְהִי־אֽוֹר
4 Dios vio que la luz era buena, y Dios dividió entre la luz y la oscuridad.
ד וַיַּרְא אֱלֹהִ֛ים אֶת־הָא֖וֹר כִּי־ט֑וֹב וַיַּבְדֵּל אֱלֹהִ֔ים בֵּין הָא֖וֹר וּבֵ֥ין הַחֽשֶׁךְ:
5782
LOS DOS PRINCIPIOS DE LA CREACIÓN
Bereshit
5782
Keter es el Principio del Ocultamiento y Jojmá el principio de la Revelación
Lectura de la Torá de los Jueves: En el Comienzo de la Creación Hashem Creó
y
Alivio en momentos de sufrimiento y dificultades Salmo de David 20
(Acceso a la lectura del salmo de forma independiente)
Hoy en Rejovot comenzamos nuevamente a leer la Torá desde el comienzo.
Agregamos los textos de acompañamiento de la Torá, y las bendiciones en el video, Abajo en la descripción está el texto de la lectura.
Tomado del sidut Tehilat Hashem de Jabad, de Ed. Kehot Sudamericana
AUDIO: https://t.me/galeinai_audios_es/737
Bereshit Capítulo 1
1 En el principio creó Dios el cielo y la tierra.
א בְּרֵאשִׁ֖ית בָּרָ֣א אֱלֹהִ֑ים אֵ֥ת הַשָּׁמַ֖יִם וְאֵ֥ת הָאָֽרֶץ:
2 La tierra estaba sin forma y vacía, con oscuridad sobre la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la superficie del agua.
ב וְהָאָ֗רֶץ הָֽיְתָ֥ה תֹ֨הוּ֙ וָבֹ֔הוּ וְח֖שֶׁךְ עַל־פְּנֵ֣י תְה֑וֹם וְר֣וּחַ אֱלֹהִ֔ים מְרַחֶ֖פֶת עַל־פְּנֵ֥י הַמָּֽיִם:
3 Dijo Dios: “Haya luz”, y la luz cobró existencia.
ג וַיֹּ֥אמֶר אֱלֹהִ֖ים יְהִי־א֑וֹר וַֽיְהִי־אֽוֹר:
4 Dios vio que la luz era buena, y Dios dividió entre la luz y la oscuridad.
ד וַיַּ֧רְא אֱלֹהִ֛ים אֶת־הָא֖וֹר כִּי־ט֑וֹב וַיַּבְדֵּ֣ל אֱלֹהִ֔ים בֵּ֥ין הָא֖וֹר וּבֵ֥ין הַחֽשֶׁךְ:
5 Dios llamó a la luz “Día”, y a la oscuridad llamó “Noche”. Fue la tarde y fue la mañana, un día.
ה וַיִּקְרָ֨א אֱלֹהִ֤ים | לָאוֹר֙ י֔וֹם וְלַח֖שֶׁךְ קָ֣רָא לָ֑יְלָה וַֽיְהִי־עֶ֥רֶב וַֽיְהִי־בֹ֖קֶר י֥וֹם אֶחָֽד:
6 Dijo Dios: “Haya un firmamento en medio del agua, y divida entre agua y agua”.
ו וַיֹּ֣אמֶר אֱלֹהִ֔ים יְהִ֥י רָקִ֖יעַ בְּת֣וֹךְ הַמָּ֑יִם וִיהִ֣י מַבְדִּ֔יל בֵּ֥ין מַ֖יִם לָמָֽיִם:
7 Dios [de este modo] hizo el firmamento, y éste separó el agua debajo del firmamento del agua arriba del firmamento. Permaneció de ese modo.
ז וַיַּ֣עַשׂ אֱלֹהִים֘ אֶת־הָֽרָקִיעַ֒ וַיַּבְדֵּ֗ל בֵּ֤ין הַמַּ֨יִם֙ אֲשֶׁר֙ מִתַּ֣חַת לָֽרָקִ֔יעַ וּבֵ֣ין הַמַּ֔יִם אֲשֶׁ֖ר מֵעַ֣ל לָֽרָקִ֑יעַ וַֽיְהִי־כֵֽן:
8Dios llamó al firmamento “Cielo”. Fue la tarde y fue la mañana, un segundo día.
ח וַיִּקְרָ֧א אֱלֹהִ֛ים לָֽרָקִ֖יעַ שָׁמָ֑יִם וַֽיְהִי־עֶ֥רֶב וַֽיְהִי־בֹ֖קֶר י֥וֹם שֵׁנִֽי:
9Dijo Dios: “Júntense las aguas debajo del cielo en un lugar, y véase suelo seco”. Aconteció.
ט וַיֹּ֣אמֶר אֱלֹהִ֗ים יִקָּו֨וּ הַמַּ֜יִם מִתַּ֤חַת הַשָּׁמַ֨יִם֙ אֶל־מָק֣וֹם אֶחָ֔ד וְתֵֽרָאֶ֖ה הַיַּבָּשָׁ֑ה וַֽיְהִי־כֵֽן:
10Dios llamó al suelo seco “Tierra”, y a las acumulaciones de agua llamó “Mares”. Dios vio que era bueno.
י וַיִּקְרָ֨א אֱלֹהִ֤ים | לַיַּבָּשָׁה֙ אֶ֔רֶץ וּלְמִקְוֵ֥ה הַמַּ֖יִם קָרָ֣א יַמִּ֑ים וַיַּ֥רְא אֱלֹהִ֖ים כִּי־טֽוֹב:
11 Dijo Dios: “Dé la tierra vegetación. Plantas que den semilla y árboles frutales que produzcan sus propias clases de frutos con semillas estén sobre la tierra”. Aconteció.
יא וַיֹּ֣אמֶר אֱלֹהִ֗ים תַּדְשֵׁ֤א הָאָ֨רֶץ֙ דֶּ֗שֶׁא עֵ֚שֶׂב מַזְרִ֣יעַ זֶ֔רַע עֵ֣ץ פְּרִ֞י עֹ֤שֶׂה פְּרִי֙ לְמִינ֔וֹ אֲשֶׁ֥ר זַרְעוֹ־ב֖וֹ עַל־הָאָ֑רֶץ וַֽיְהִי־כֵֽן:
12 La tierra dio vegetación, plantas que producían sus propias clases de semillas, y árboles que producían frutos que contenían sus propias clases de semillas. Dios vio que era bueno.
יב וַתּוֹצֵ֨א הָאָ֜רֶץ דֶּשֶׁא עֵ֣שֶׂב מַזְרִ֤יעַ זֶ֨רַע֙ לְמִינֵ֔הוּ וְעֵ֧ץ עֹֽשֶׂה־פְּרִ֛י אֲשֶׁ֥ר זַרְעוֹ־ב֖וֹ לְמִינֵ֑הוּ וַיַּ֥רְא אֱלֹהִ֖ים כִּי־טֽוֹב:
13 Fue la tarde y fue la mañana, un tercer día.
יג וַֽיְהִי־עֶ֥רֶב וַֽיְהִי־בֹ֖קֶר י֥וֹם שְׁלִישִֽׁי:
COMIENZA DESDE EL PRINCIPIO:
PARASHÁ BERESHIT Y EL NOMBRE DE LA MUJER
1:26 Dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que domine los peces del mar, las aves del firmamento, los animales de ganado y toda la tierra; y todo animal de suelo que recorre la tierra”.
כווַיּ֣אמֶר אֱלֹהִ֔ים נַֽעֲשֶׂה אָדָ֛ם בְּצַלְמֵ֖נוּ כִּדְמוּתֵ֑נוּ וְיִרְדּוּ֩ בִדְגַ֨ת הַיָּם וּבְע֣וֹף הַשּׁמַ֗יִם וּבַבְּהֵמָה֙ וּבְכָל־הָאָ֔רֶץ וּבְכָל־הָרֶ֖מֶשׂ הָֽרֹמֵ֥שׂ עַל־הָאָֽרֶץ:
27 Dios [de este modo] creó al hombre a Su imagen. A la imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó.
כזוַיִּבְרָ֨א אֱלֹהִ֤ים | אֶת־הָֽאָדָם֙ בְּצַלְמ֔וֹ בְּצֶ֥לֶם אֱלֹהִ֖ים בָּרָ֣א אֹת֑וֹ זָכָ֥ר וּנְקֵבָ֖ה בָּרָ֥א אֹתָֽם:
Los nombres de la mujer en la primera historia: “hombre” y “mujer”…Dios [de este modo] creó al hombre a Su imagen. A la imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó.
En la primera historia del Génesis se dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza.
Esta es la primera vez en la Torá, en el sexto día del Génesis, en la que hay una diferencia explícita entre los sexos, “macho y hembra” (en los animales, etc. “macho y hembra” se menciona por primera vez en el Libro de Noaj). Al decir “BeTselem, a imagen, Dios lo creó hombre y la mujer te creó a ti” – primero “él” solo y luego “tú” – ya hay una clara implicación en la segunda historia del Génesis, que de hecho el hombre fue creado solo y luego hecho dos, a través de la cirugía (realizada, como de costumbre, bajo anestesia general – “Dios pondrá sueño en el hombre y dormirá, y la tomará de una de sus costillas y cerrará la carne de su marido”) Fue la construcción de una nueva criatura.
Aieka!!
¿DÓNDE ESTÁS, SABES CUÁL ES TU TAREA EN ESTE MUNDO, QUÉ HAS HECHO HASTA AHORA?
Bereshit 5782 – 27 de Jeshvan 5782 – 3 de Octubre 2021
¿El Creador no sabe dónde estás y cuál es tu tarea en este mundo?
Un mensaje para la elevación del alma de Moshe Calmen ben Itzjak, Frim
En el Iortzait, el día del 22 aniversario de su fallecimiento
Lejaim Lejaim
LA TORÁ CONECTA LA LUZ INFINITA CON LOS MUNDOS
Bereshit 5782 – En el Principio Dios Creó
27 Tishrei 5782 – 3 Octubre 2021
AUDIO: https://t.me/galeinai_audios_es/739
¿Qué fue Primero los Cielos o la Tierra?
La Torá conecta la Luz Infinita con los Mundos
Bereshit cap 1 1
En el principio creó Dios el cielo y la tierra.
אבְּרֵאשִׁ֖ית בָּרָ֣א אֱלֹהִ֑ים אֵ֥ת הַשָּׁמַ֖יִם וְאֵ֥ת הָאָֽרֶץ:
Bereshit cap 2 4
Éstas son las crónicas del cielo y de la tierra cuando fueron creados, en el día que Dios completó la tierra y el cielo.
דאֵ֣לֶּה תֽוֹלְד֧וֹת הַשָּׁמַ֛יִם וְהָאָ֖רֶץ בְּהִ֣בָּֽרְאָ֑ם בְּי֗וֹם עֲשׂ֛וֹת יְהֹוָ֥ה אֱלֹהִ֖ים אֶ֥רֶץ וְשָׁמָֽיִם:
EXTRACTOS DEL SHIUR: LA TORÁ CONECTA LA LUZ INFINITA CON LOS MUNDOS
¿Qué fueron creados primero los Cielos o la Tierra?
Parashá Bereshit
Una meditación basada en las enseñanzas del Jasidut
Parashá Bereshit:
La Polaridad de la Creación Jesed y Guevurá, Oculto y Revelado para Hacer
CUANDO ESTÉ EN LA OSCURIDAD
(PRIMERO LA OSCURIDAD PARA VALORAR LA LUZ)
https://www.youtube.com/watch?v=03hbkfyOm2o
Comenzamos la Torá con la parashát Bereshit, “en el comienzo”. [Bereshit 1:1-3] “1: En el comienzo creó Dios los Cielos y la tierra, 2: Y la tierra estaba caótica y desordenada, y había oscuridad en el borde del abismo, y el espíritu de Elokim sobrevuela sobre la superficie de las aguas. 3: Y dijo Elokim sea la luz y fue la luz”. Así comienza la Torá.
Los sabios de bendita memoria dicen sobre la relación entre los versos 2 y 3, que en el segundo verso está escrito “la tierra estaba caótica y desordenada y oscuridad…,” y recién el tercero dice “Y dijo Elokim sea la luz….” De aquí aprendemos una ley muy grande, no sólo acerca del primer día de entonces sino de todos los días de la vida el hombre: “primero hay oscuridad y después hay luz”.
Esto significa que no es algo extraordinario, la persona no tiene que preocuparse de estar en la oscuridad. Hay otro verso que dice explícitamente: “Cuando esté en la oscuridad, Hashem será Luz para mí”. [Mijá 7:8] Y otro verso dice acerca de la redención: “el pueblo que va en la oscuridad vio una gran luz”. [Ishaiahu 9:1]
Hay muchas fuentes en la Torá de que así se conduce el mundo, así Hashem creó el mundo. Primero hay que estar en un estado de oscuridad psicológica. Y luego sentimos, porque percibo lo que está de fondo, mi ambiente es oscuridad, entonces puedo sentir y valorar correctamente el rayo de luz que Hashem proyecta dentro de mi vida.
“Cuando me encuentre en la oscuridad Hashem será una luz para mí”. Si hubiera estado con luz no hubiera sabido que Hashem es mi Luz, que no soy yo. Por eso es imprescindible que exista este proceso y esto es cada día y día, es lo principal de la creación, de la salud de cada día que cada día tiene que “al principio la oscuridad y luego la luz”
“SE RECTIFICARON CON LO QUE SE CORROMPIERON”
http://www.youtube.com/watch?v=amuY2AJQdkE
17 de Tishrei 5772 – Kfar Jabad – ISRAEL
En la Parashat Bereshit, “En el Principio” se relata el pecado de Adam y Javá, de haber comido del “Árbol del Conocimiento de bien y mal”.
מעץ הדעת טוב ורע
” Etz hadaat tov verá “
Hay muchos enfoques de los sabios acerca de lo que era ese árbol, de qué especie de fruto se trataba. En el Talmud, en el tratado de Sanhedrín, están escritas 3 opiniones que vienen juntas en la misma enseñanza, por lo que esta unidad puede bastar para nuestro tema. Como si hubiera tres categorías, siendo que en su sentido interior “Estas y aquellas son palabras del Dios viviente”, hay aquí tres aspectos del “Árbol del Conocimiento”, de manera que dentro del fruto podamos entender la esencia del pecado y por lo tanto tembién la esencia de la rectificación del pecado.
Leamos en el Talmud cuáles son las tres opiniones y quién las dijo. ”
Tania [estudiamos en la baraita , la enseñanza de los sabios]: “Rabi Meir dice: ‘ese árbol [del que comió Adam el primer hombre] era גפן , guefen , la vid'”. Rabí Meir sostiene que ese árbol era la vid, es decir que en realidad tomó vino. Exprimió uvas o Javá las exprimió y tomaron vino de la vid, “Porque no tienes algo que trae lamento [ יללה , ilalá ] al hombre sino el vino”. Esto dice Rabí Meir, ya que el pecado trajo lo contrario de la vida al mundo, y esto es “lamento”, y no hay algo que trae lamento al mundo sino el vino. Entonces se entiende de esto que no lo aprende del propio verso, donde está escrito “el árbol del conocimiento del bien y del mal”, como veremos a continuación, sino que lo aprende de acuerdo al razonamiento, que como resultado del pecado hubo lamento, entonces es una señal de que tomaron de la vid, vino.
Hay comentaristas ven aquí una guematria: ילל , la raíz de ilalá , suma יין , iain , “vino”. A continuación, con Noaj, que tomó y se emborrachó, está escrito por primera vez en toda la Torá la palabra iain , “vino”. Allí está escrito היין , ” haiain “, “el vino”, y en verdad “el vino” suma exactamente igual que ” ilalá “, “lamento”. Entonces, nuevamente, Rabi Meir dice que el Árbol del Conocimiento era la vid, porque trae lamento al mundo.
Luego sigue la misma baraita [enseñanza]: “Rabi Iehuda dice era trigo [ חטא
, jitá ]”. Dice que era el trigo, pero ¿cómo supo que era trigo? “Porque el bebé no sabe [ iodea , יודע ] decir papá y mamá hasta que no prueba el gusto del trigo”, el gusto del cereal. No lo aprende de la explicación, sino del verso mismo, que llama al árbol “árbol del conocimiento”. Es decir que la característica del árbol es que da “conocimiento”, daat . ¿Qué árbol da conocimiento? El cereal, el trigo, jitá , חטא .
Por eso entiende de esto que el árbol del que comió Adam Harishón era trigo. El bebé no sabe hablar, no tiene daat , conocimiento para identificar y decir. También daat tiene que ver con el habla, como al principio de la Creación, donde está escrito: Y adam era un alma viva Rashi dice que nefesh jaia , “alma viva” es “comprensión y habla” que van juntos, entonces el bebé puede hablar y llamar, también identificar y decir papá y mamá después de que probó el trigo. Entonces Rabí Iehudá dice que el árbol era de trigo. Por supuesto, un trigo diferente que el que crece hoy. Hoy no es un árbol, pero entonces sí lo era.
Luego, la tercera opinión es de Rabi Nejemia. Todos los sabios aquí son discípulos de Rabí Akiva, tanto rabi Meir como Rabi Iehudá y Rabí Nejemiá. “Rabí Nejemiá dice: era una higuera [ תאנה , teená ]” ¿Cómo supo que era la higuera? “Porque con aquello que se corrompieron, se rectificaron, como está escrito: ‘y se cosieron hojas de higuera'”. Esto lo recordamos hace algunas semanas, en la parashat Ekev cuando hablamos de las “7 especies”, sobre la higuera cuando recordamos
la opinión de Rabi Nejemia. Dijimos que en cierta medida esta opinión es la más cercana al texto, y esto lo aprende de lo que sigue a continuación.
Rabí Iehuda aprende que era trigo de la misma expresión “árbol del conocimiento”, etz hadaat, un árbol que da conocimiento, ¿qué da conocimiento? El trigo. Rabí Meir aprende del razonamiento y no necesita para nada basarse en el verso. Sólo dice que trae lamento al mundo, y lo que trae lamento al mundo es el vino, entonces aparentemente ese árbol es el vino. Rabí Nejemia aprende del final de la historia, donde el final se revela retrospectivamente en el principio, que el único árbol que acepta colaborar con Adam y Javá después del pecado y donarles sus hojas para hacer cinturones que cubran su carne desnuda es la higuera, entonces es una señal de que ese árbol con el que se corrompieron también se rectificaron.
Hay aquí explicaciones de Rashi y de Tosafot, entre las cuales hay discusión respecto a esto. Rashi dice: “¿Qué significa ‘con aquello que se corrompieron’? La cualidad de Dios es el escalpelo, con aquello que castiga, Él cura”. Esto se denomina curación de “similar con similar”, de lo cual hablamos muchas veces. Con lo mismo que Dios golpea, con eso mismo cura, o sea que la curación está en la enfermedad misma.
¿Qué ejemplo trae? Ante todo llama a esto “milagro dentro de milagro”, es un milagro dentro de un milagro curar con lo mismo, “como ‘y ardió fuego en Tzión’, y dice ‘Y Yo seré para ella, dice Havaiá , una muralla de fuego alrededor'”. Esto también entra dentro de la formulación de la bendición “consuela”, que decimos en Tishá VeAv : Dios ardió y destruyó el Templo Sagrado con fuego, y con fuego construirá el Templo nuevamente, y también toda la ciudad de Ierushalaim: “Llamas vendrán a Ierushalaim y Yo seré para ella, dice Dios, una muralla de fuego alrededor y para apagarla estaré dentro de ella”. El mismo fuego de la ruina viene a ser el fuego de la redención.
Recuerda también el fuego del “hombre y la mujer”, ish veishá , איש y א שה , entre los cuales hay fuego Divino: אש ה-י , esh I-a . Cuando no hay santidad
iud hei ] “el fuego [ alef shin ] los devora”, pero de momento que la Presencia Divina está entre ellos, también el fuego santifica y se transforma en el esh de la Divinidad. Esto aprende Rashi del verso, es un Rashi muy importante porque explica cuál es el razonamiento de Rabí Nejemia, cómo aprende esto del verso, “si su rectificación fue con la higuera, significa que también el pecado fue con la higuera”. Lo aprende retrospectivamente.
¿Qué significa aquí rectificación? ¿Qué les hayan hecho cinturones y cubrieron su carne desnuda significa que rectificaron su pecado? Quizás rectificaron su vergüenza por el pecado. ¿Pero esto se llama rectificación del pecado? Eso preguntan algunos comentaristas, que no con lo mismo que pecaron se curaron, porque curar significa rectificar completamente el pecado. Aquí simplemente se cubrió la desnudez con vestimentas, ¡pero no significa que re rectificó el pecado! Porque si hubieran rectificado el pecado, también se hubiera anulado el castigo completamente. De todas maneras, los sabios no diferencian entre lo que se denomina la rectificación de la conducta y la rectificación toraní que hay aquí, porque la rectificación es rectificación. Y parece que en cierta medida, de acuerdo con lo que establecieron los sabios aquí, en realidad hubo un principio de rectificación del pecado mismo cuando uno rectifica la conducta, de lo que se produjo por el pecado. Con lo mismo que se corrompieron, también se rectificaron.
Dijimos que hay aquí una discusión entre Rashi y Tosafot. Hasta aquí Rashi. ¿Qué dicen Tosfot? Dice: “…con ella se rectificaron. Explica en el tratado del escalpelo que Dios golpea con lo que cura, milagro dentro de milagro, como está dicho: ‘encenderé un fuego en Tzión y Yo seré…etc.’, y no hay ningún asunto en absoluto entre una cosa y la otra”, dice Tosafot. No hay ninguna conexión entre lo que trae Rashi y lo que quiere significar “con lo mismo que se corrompieron se rectificaron”. Sino que la intención de Rabí Nejemia es como está escrito en el Midrash Bereshit Rabá: “es como la parábola del hijo del rey que se corrompió con una de sus concubinas, y por cuanto que escuchó el rey que se corrompió lo sacó afuera su palacio, y merodeaba en las puertas de las concubinas y no lo dejaban entrar”.
Es decir, volvía a las puertas de las concubinas para ver si alguien se apiadaba de él, pero ninguna le permitía entrar. “Salvo aquella con la cual se corrompió”. Esa concubina con la que se corrompió fue la única que aceptó recibirlo nuevamente. “Así, cuando Adam comió del fruto del árbol, lo reprendieron y lo sacaron fuera del Jardín del Edén, volvía a cada uno de los árboles pero ninguno lo aceptaba. ¿Qué le decían? Dijo Rabí Berjia: “Este es el ladrón que engañó a su Creador, como está escrito: “No me traigas tu pie de orgullo”.
Así está escrito en los Salmos, y es un verso muy importante. Cada árbol le decía, vos que hiciste el pecado, no te acerques a mí, no vengas a mí. “El pie que se enorgulleció y pecó contra Dios.” También esta es una expresión muy importante, porque de acuerdo a esto, todo el pecado es el orgullo, como estudiamos tantas veces, que toda la Torá es orgullo o humildad. Hay muchas explicaciones de los sabios de cuál era el pecado de Adam, si sexual, una relación prohibida, derramamiento de sangre, pero aquí es muy simple, el pecado fue “el pie del orgullo”, el pie que se enorgulleció contra Dios.
Es sabido que la guematria de “pie de orgullo”, רגל גאבה , reguel gaavá , es rama”j , 248 רמ”ח [preceptos positivos], o sea justamente lo contrario de
todos los preceptos positivos de la Torá. Todos los árboles dijeron “no me vengas con tu pie de orgullo, y la mano de malvados no me extiendas”, no me toques, le decían los árboles. “‘No me arranques ninguna hoja’, pero la higuera, por cuanto que había comido de ella, le abrió la puerta y lo recibió.” Como en la parábola del hijo del rey, sólo la higuera abrió la puerta.
O sea que esta historia de los sabios tiene una lógica completamente diferente Rashi. Rashi dice que era algo espiritual, que no concuerda para nada con la comprensión de Tosfot. Que hay algo así como un remedio homeopático, que con lo mismo que uno se corrompe, también se cura. También la explicación simple de la diferencia entre ellos, es como dijimos antes, que rashi ve también en la rectificación de la conducta, una rectificación interna, una rectificación de las cualidades, rectificación verdadera, una rectificación del pecado. Y aquí, de acuerdo con la historia de Tosfot no hay ninguna rectificación del pecado, es sólo que la higuera-laconcubina, que se corrompió junto con él aceptó abrir la puerta, que tome de ella la hoja para hacer cinturones.
Hasta aquí vimos los diferentes puntos de vista. ¿Pero qué hay en cuanto a lo interior aquí, que ocurre? Si tenemos 3 opiniones de los sabios, no hace falta abrir otros midrashim donde hay muchas otras opiniones de los sabios. Esta es una baraita, con tres conceptos acerca de cuál era el árbol del conocimiento, y vemos aquí que cada enseñanza es una clase diferente de estudio. Cómo rabi Meir aprende que era vid, de iain-ilalá , vino-lamento, cómo Rabí Iehuda aprende que era trigo a partir de conocimiento, el árbol del conocimiento, y Nejemia aprende que era higuera, porque con lo que se corrompieron con ello se rectificaron.
Aparentemente esto se compara con Jaba”d, Jojmá-Biná-Daat, Sabiduría-entendimiento-conocimiento. Y en verdad se llama Etz Hadaat Tov VeRá , “Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal”, siendo que Daat-Conocimiento comprende a toda la mente. La corrupción-defecto con el árbol del conocimiento del bien y el mal es la corrupción [ pegam ] de la mente. El Árbol de la Vida está por encima de la mente. Como dijimos hace unas semanas, que si alguien estudia Torá y no bendice antes, no reconoce a Hashem, no reconoce la influencia de la Divinidad, es el motivo de la destrucción del Templo, es como el pecado del Árbol del Conocimiento.
También, el intelecto sin Divinidad, literalmente despierta deseos, como escribe el Ibn Ezra. Es ser “villano con el permiso de la Torá”, como la famosa expresión del Rambán. Por eso el Ibn Ezra dice que del Árbol del Conocimiento resulta también deseo sexual. Todo comienza con el daat , el conocimiento-comprehensión, y el Daat comprende a todo el Jaba”d. Entonces es simple que la opinión de Rabi Iehuda que es trigo, por el conocimiento, corresponde a Daat. También es muy simple que la opinión de Rabi Iehuda que es la vid corresponde a Biná, porque guefen -vid es Biná. En todo lugar que está escrito que la vid, el vino tiene su raíz en Biná. Qué Sabiduría, si queremos construir una unidad entendible del Jaba”d.
Dentro de las 7 especies, la higuera es la sefirá de Netzaj-Eternidad, como aprendimos hace varias semanas. Pero ¿cuál es la raíz de Netzaj? La raíz de Netzaj es Jojmá. Netzaj de Z”A se hizo Jojmá de Nukva de Z”A, de Maljut. Netzaj es la última sefirá del eje derecho, cuya raíz está en Jojmá, lal cabeza del eje derecho. Por lo tanto, hay ciertamente una afinidad entre Netzaj y Jojmá.
Digamos esto ahora de acuerdo a las explicaciones, según sus estudios: Todo el estudio de milagro dentro de milagro –comencemos desde el final, desde Rabi Nejemia- que con el escalpelo que Hashem castiga también cura, curación de similar con similar, como explicamos una vez en extenso respecto a la idea de la homeopatía, es la mentalidad de Jojmá . Concuerda mucho mejor con la explicación de Rashi, y quizás no tan bien con Tosfot que se oponen con esta explicación, pero de todas maneras también está bien con Tosfot . Digamos de esta sentencia que “en eso mismo que está la falla, también está la rectificación”, ante todo hay en esto “el sabio que ve lo que nace”.
¿Qué ve? Que de toda cosa no buena puede salir algo bueno. Es optimista. Jojmá shel Kedushá, la sabiduría sagrada es optimismo, y la sabiduría de la clipá , de la impureza, es pesimismo. De toda cosa no buena, de todo escalpelo que castiga, puede brotar también la redención, justamente de lo opuesto. Esta es la sabiduría que ve el origen de las cosas. Ilalá , “lamento”, por el contrario, es “de los juicios se rectifican”, que es de lo exterior de la Guevurot de Ima (madre).
Nuevamente, como dijimos antes, el trigo, jitá , החטה , es daat mismo, y si dice que “el bebé no sabe decir papa y mamá hasta…” y no le alcanza sólo con madre, es porque daat , “conocimiento”, proviene de padre y madre [ jojmá y biná ]. Y el conocimiento llama por el lado derecho al padre y del lado izquierdo a la madre. Llama cuando come trigo, y es conocida la insinuación que trigo, jitá , es de guematria 22, como las 22 letras del alefbet, y es sabido del Zohar que la raíz de las letras está en el firmamento de Daat . Y en el dicho que estamos estudiando, es el lugar del trigo.
Hagamos una hermosa guematria: ¿Cuánto suman גפן חטה תאנה , vid, trigo y higuera, las tres opiniones? Juntas suman 611, Torá. Así, toda la Torá, que es jojmá-biná-daat , vid, trigo y higuera. La vid también es la capacidad en la Torá de estudiar con el razonamiento, el razonamiento simple, como Rabí Meir. Ahora lo diremos más profundamente, incluso que dijimos que Rabí Meir no necesita basarse en el verso sino aprende del razonamiento, que la vid trae lamento, es la señal de que el árbol era la vid. ¿Quizás sí lo aprende algo del verso? Porque después de la palabra conocimiento hay otras dos palabras, “El Árbol del conocimiento del bien y el mal”. Está el vino que daat zkenim noja himeno , “el conocimiento de los ancianos es agradable por él”, que es bueno.
Justamente como en este mismo tema, que leimos en la Guemará, que si la persona tiene el mérito al beber del vino este se llama tirosh , “vino nuevo”. Cuando la persona se beneficia cuando bebe se hace rosh , “cabeza” y si no tiene el mérito, con el vino que bebe se hace rash , “ruido”. ¿Cómo se esto? Porque está escrito תירש , tirosh sin vav . Y si tiene el mérito es como se lee, “Tirosh”, se hace rosh , cabeza, y si no se hace ” rash “, ruido. Estonces en esta expresión ¿qué significa “bien y mal”, que hay algo que es bueno y malo? Puede ser bueno y puede ser malo. ¿Quizás de allí Rabí Meir lo aprende, que también es una alución al vino? El vino puede ser algo bueno, pero el vino se va deteriorando, que de algo bueno se hace malo.
¿Quizás Rabí Nejemia también aprende no sólo del resultado de las hojas de higuera, quizás también hay una prueba del propio verso “bueno y malo”? ¿Quizás lo lee a la inversa, no lee bueno y malo, sino al revés, malo y bueno? Que lo que era malo –como dijimos antes, era optimista- se puede transformar en algo bueno. Entonces quizás todos lo aprenden de “el árbol del conocimiento del bien y el mal”. Rabí Iehida aprende de la propia palabra daat , conocimiento, y los dos explican “bueno y malo” de manera opuesta, o que de lo bueno se hace malo o que del mal puede salir algo bueno.
Nuevamente, las tres opiniones juntas suman la guematria de Torá. Y si agregamos a Torá Jojmá-Biná-Daat, תורה חכמה -בינה -דעת , ya suma 1225, un número muy importante en la Torá, que es a la vez un cuadrado [35 al cuadrado], y meshulash [todos los números del 1 al 49] el triángulo de 7 al cuadrado, el secreto de la Sefirat Haomer como es sabido, de guematria
” זה שמי לעולם וזה זכרי לדר דר “
” ze Shmí leolam vezé zijrí ledor dor “,
“este es Mi Nombre por siempre y es mi recuerdo en cada generación”.
Es vid-trigo-higuera junto con Jojmá-Biná-Daat.
Si unimos sólo las parejas individuales, גפן -בינה , guefen biná , vid y entendimiento, suman exactamente 200, un cuadrado doble. Trigo y conocimiento, jitá daat , חטה דעת , suman 496, מלכות , Maljut , Reinado. Maljut es un triángulo, algo completo, todos los número hasta 31, E-l , ל-א . Y el más
lindo es la higuera, teená , que junto con Jojmá , תאנה חכמה . Si hay sabiduría en la higuera, cuando las uno obtengo 529, que es un cuadrado, completo en sí mismo, 23 al cuadrado, que es la guematria de תענוג , taanug , placer.
Entonces el placer mayor es aquí la tercera opinión de Rabí Nejemia, que el “Árbol del Conocimiento” es la higuera y en esto hay sabiduría. Si es la sabiduría de “Él es Quien te da la fuerza para triunfar”, la sabiduría es una idea brillante, en esta sabiduría en especial de la explicación de Rashi, que en aquello en lo que se corrompieron, está la rectificación.
EL HOMBRE Y DIOS A IMAGEN Y SEMEJANZA
20 de Tamuz 5776 – 23 de Julio 2016
“Hagamos” un hombre a nuestra imagen y semejanza
Dios hace Cuatro consultas para crear al hombre Esta tarde vamos a meditar acerca de una pregunta muy básica que los sabios presentan respecto a la creación. Sabemos que Dios creó el mundo en seis días, y el pináculo de la Creación fue el hombre, Adam, en el sexto día del Maasé Bereshit, “Los Trabajos de la Creación”. Y algo muy especial y no muy claro acerca de la terminología utilizada en la Torá cuando Dios quiere crear al hombre.
Dice:
“ויאמר א-להים נעשה אדם בצלמנו כדמותנו”,
Naasé Adam Betzalmeinu KIdmuteinu,
“Hagamos un hombre a nuestra imagen y semejanza”. [Bereshit 1:26]
El significado exacto de estas dos palabras imagen y semejanza, cuál es la diferencia entre ambas, es muy significativo en sí mismo. Pero lo primer problema que surge para entender el significado literal de estas palabras es qué significa “hagamos”.
En la historia de la creación al comenzar a crear cada nueva creación Dios dice Vaiomer Elokim, “Y Dios dijo… sea la luz, sea el firmamento, etc.” Pero aquí es la única vez que comienza con una frase diferente, bastante problemática “hagamos”. ¿Quién “nosotros”, a quién le está hablando Dios, con quién? Cuando crea al hombre en el pináculo de la creación Dios tiene un socio, alguien con quien consultar, un consejero.
Los sabios dicen: “¿im mi nimlaj?”, ¿con quién se aconsejó? ¿Por qué cuando Dios va a crear al hombre necesita consultar con alguien y quién es ese a quien consulta? Hay varias interpretaciones de los sabios de con quién Dios está aconsejándose al decir “hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”.
1) La primera interpretación de los sabios es que se aconseja con toda la creación, “col mamlejet bashamaim ubaaretz, “todo el reinado de los Cielos y la Tierra”. Dios llega al final de la creación, ya todo fue creado excepto el hombre, por lo que Dios confía en todos ellos y les dice participemos todos juntos en la creación del propósito de todo lo que tuvo lugar hasta ahora, el hombre. Esta es la primera interpretación, tomo consejo de toda la creación, el reinado de los cielos y la Tierra.
2) La segunda interpretación dice que se aconsejó con “los días de la creación”, los seis días de la creación que tuvieron lugar hasta la creación del hombre. Esto suena muy similar a la primera interpretación, aunque con los días. Dios está tomando consejo con el tiempo. La primera interpretación es que se aconseja con el espacio, con todo lo que existe ahora en el momento presente en los Cielos y la Tierra. Pero la segunda dice que toma consejo de los 6 días de la creación mismos, uno tras otro. Regresó al primer día cuando creó la luz y le consultó, luego el segundo día del firmamento, luego el tercer día de la vegetación y así con los seis.
3) Luego viene la interpretación más profunda de todas. Dice que “¿con quién se aconsejó para crear al hombre?” “Con su corazón se aconsejó”. Es como decir que Dios tiene un corazón y consultó como una persona que consulta con su corazón. ¿Qué significa que una persona consulta con su corazón? Que medita muy profundamente que eso es lo que realmente quiero hacer. Mi máxima elección en la creación es crear al hombre de esta manera, las personas simbolizan y representan a Mí mismo, porque fueron creados a Mi imagen y semejanza. Entonces Dios tomo consejo con su propio corazón. Este es el verdadero deseo de Su corazón.
4) Por último hay una cuarta interpretación que además es la más conocida de con quién consultó Dios: con las almas de los justos, nishmoteiem shel tzadikim. Tomó consejo con las almas de los tzadikim, las almas justas que iban a nacer y vivir durante toda la historia hasta la llegada del Mashíaj. En realidad, está dicho “tu pueblo son todos tzadikim”, todos los judíos en esencia son justos. Esto significa que consultó con la alma raíz del Pueblo de Israel.
En el segundo capítulo del Libro de Tania, dice que cada alma es una verdadera parte de Dios en lo Alto, como si fuera. El origen del alma del hijo está en la esencia de la mente del padre. La parte más íntima de la mente, no se refiere a la inteligencia, está por encima de la inteligencia, es supra racional. La esencia de la mente del padre es donde existe la raíz del alma del hijo desde tiempo antiguo.
SANAR LOS CIELOS Y LA TIERRA
PSICOLOGÍA DE LA PARASHÁ BERESHIT – “EN EL COMIENZO”
La Torá comienza con el verso: “en el principio creó Elokim los Cielos y la tierra”. Bereshit: “En el principio”, en el comienzo, el comienzo del trabajo de Dios. Bará: “creó”, que también se relaciona con lehabrí, “sanar”. Elokím: es la chispa Divina que hay en mí. Los Cielos y la tierra: hay dos dimensiones en la existencia, espiritualidad, como mi alma, los cielos, y materialidad, mi cuerpo, la tierra.
Está escrito los Cielos y la tierra, en Cabalá la intención es unirlos. Porque a través de la conexión correcta, que cada uno toma en cuenta y sabe que está al servicio del otro, como en una pareja. Así sanamos los Cielos y la tierra, que lo espiritual es para lo material, los cielos son para el cuerpo, y también lo material es para lo espiritual, el cuerpo es para el alma.
Y si cada uno actúa en aras del otro, entonces así cada uno se vuelve sano, fuerte y alegre.
DIVIRTÉNDONOS EN LA PLAZA
JANA SHEINA Y SHNEUR ZALMEN
En el Principio Dios Creó los Cielos y la Tierra
Bereshit bará Elokim et Hashamaim Veet Haaretz
Rejovot, Israel, en Rosh Jodesh MarJeshvan 5781
El Secreto de la Creación
LOS SECRETOS DE LA TORÁ: La Cabalá y el Jasidut
– Primera Parte –
AUDIO: https://t.me/galeinai_audios_es/555
Material de estudio
EL SECRETO DEL NOMBRE DE DI-S EN BERESHIT
02
Segunda parte
Estudio de la Guematria
Con el Rabino Jaim Frim
AUDIO: https://t.me/galeinai_audios_es/568
CÓMO CONTINUAR DESDE EL PRINCIPIO:
BERESHIT Y EL MES DE JESHVAN 5781
Al principio [en hebreo בראשית, “bereshit “, comenzando con la letra bet] Di-s creó los cielos y la tierra. (Génesis 1:1)
¿Por qué la Torá comienza con la letra bet [la segunda letra del alef-beit] y no con una alef [la primera letra]? ¿Por qué se guardó la alef para la primera letra de “Anoji ” [אנכי, “Yo”], la primera palabra de los Diez Mandamientos
[El hecho de que la Torá comience con la letra beit de “Bereshit”] enseña que la Torá tiene o contiene dos aspectos: pshat (su significado simple o literal) y sod (su significado más profundo). [de los Escritos del Arizal]
Pshat es la Torá revelada, escrita: 5 Libros de Moshé, Profetas y Escrituras Sagradas (24 Libros), y el Talmud, y Oral: Mishná, Talmud, Halajá, Musar-Ética, Jakirá-Filosofía judía.
Sod es la Cabalá y el Jasidut.
AUDIO: https://t.me/galeinai_audios_es/250
Rosh Hashaná, Iom Kipur y Sucot, los seguimos viviendo en Bereshit, Noaj y Lej Lejá, las siguientes porciones de la Torá, porque hay que vivir con el tiempo, con la teshuvá y la alegría de las Festividades de Tishrei en el mes de Jeshvan que bendecimos este Shabat, y durante todo el año. Veamos cómo hacerlo.
Mientras piensa en esto:
Pregunta: ¿Cómo nos arrepentimos del pecado del árbol del conocimiento?
Respuesta del rabino Ginsburgh: Adám culpó a Javá por el pecado, como está escrito en la Torá. Rashi explica que al culpar a Javá, Adám estaba siendo ingrato con Dios, quien le dio a su esposa. Reconocer este hecho es parte del arrepentimiento por el pecado de Adám. Hay que tener piedad de Javá, que fue seducida por la serpiente para comerse la fruta. La serpiente representa a Amalek, y toda nuestra “ira” debe estar dirigida hacia Amalek, como está escrito en la Torá, “Recuerda lo que te hizo Amalek… no lo olvides”.
Debemos sentir misericordia por la persona seducida por la serpiente (Javá), o por la persona que fue seducida por la persona seducida por la serpiente (Adám). Toda persona debe asumir la responsabilidad por sí misma y no señalar a los demás.
Un Elixir de Vida – Bereshit lectura del jueves 25 de Tishrei 5780
Lectura de la Torá 25 de Tishrei 5780 y Meditación sobre la Bet de Bereshit–
En el principio Hashem creó los Cielos y la Tierra
¿Por qué la Torá empieza con bet y no con alef?
Dos asuntos: estudiar con entendimiento y comprensión y porque nos conectamos con Hashem, que nos entrega la Torá.
Esta semana marca el comienzo del ciclo 3292 de lecturas de la Torá desde que los judíos ingresaron a la Tierra de Israel después de Pesaj en el año 2488 DC (después de la Creación)
Empezando por
Bereshit Bará Elokim Et HaShamaim Veet Haaretz
En el principio Dios creó los Cielos y la Tierra.
בְּרֵאשִׁית בָּרָא אֱלֹהִים אֵת הַשָּמַיִם וְאֵת הָאָרֶץ
Genesis Capítulo 1
1 En el principio creó Dios el cielo y la tierra.
א בְּרֵאשִׁית בָּרָ֣א אֱלֹהִ֑ים אֵ֥ת הַשּׁמַ֖יִם וְאֵ֥ת הָאָֽרֶץ:
2 La tierra estaba sin forma y vacía, con oscuridad sobre la faz de las profundidades, pero el espíritu de Dios se movía sobre la superficie del agua.
ב וְהָאָ֗רֶץ הָֽיְתָ֥ה תֹ֨הוּ֙ וָבֹ֔הוּ וְח֖שֶׁךְ עַל־פְּנֵ֣י תְה֑וֹם וְר֣וּחַ אֱלֹהִ֔ים מְרַחֶ֖פֶת עַל־פְּנֵ֥י הַמָּיִם:
3 Dijo Dios: “Haya luz”, y la luz cobró existencia.
ג וַיּ֥אמֶר אֱלֹהִ֖ים יְהִי־א֑וֹר וַֽיְהִי־אֽוֹר
4 Dios vio que la luz era buena, y Dios dividió entre la luz y la oscuridad.
ד וַיַּרְא אֱלֹהִ֛ים אֶת־הָא֖וֹר כִּי־ט֑וֹב וַיַּבְדֵּל אֱלֹהִ֔ים בֵּין הָא֖וֹר וּבֵ֥ין הַחֽשֶׁךְ:
5 Dios llamó a la luz “Día”, y a la oscuridad llamó “Noche”. Fue la tarde y fue la mañana, un día.
ה וַיִּקְרָ֨א אֱלֹהִ֤ים | לָאוֹר֙ י֔וֹם וְלַח֖שֶׁךְ קָ֣רָא לָ֑יְלָה וַֽיְהִי־עֶ֥רֶב וַֽיְהִי־בֹ֖קֶר י֥וֹם אֶחָֽד:
6 Dijo Dios: “Haya un firmamento en medio del agua, y divida entre agua y agua”.
ו וַיּ֣אמֶר אֱלֹהִ֔ים יְהִ֥י רָקִ֖יעַ בְּת֣וֹךְ הַמָּיִם וִיהִ֣י מַבְדִּיל בֵּין מַ֖יִם לָמָֽיִם:
7 Dios [de este modo] hizo el firmamento, y éste separó el agua debajo del firmamento del agua arriba del firmamento. Permaneció de ese modo.
ז וַיַּעַשׂ אֱלֹהִים֘ אֶת־הָֽרָקִיעַ֒ וַיַּבְדֵּל בֵּין הַמַּיִם֙ אֲשֶׁר֙ מִתַּחַת לָֽרָקִ֔יעַ וּבֵ֣ין הַמַּיִם אֲשֶׁר מֵעַ֣ל לָֽרָקִ֑יעַ וַֽיְהִי־כֵֽן:
8 Dios llamó al firmamento “Cielo”. Fue la tarde y fue la mañana, un segundo día.
ח וַיִּקְרָ֧א אֱלֹהִ֛ים לָֽרָקִ֖יעַ שָׁמָ֑יִם וַֽיְהִי־עֶ֥רֶב וַֽיְהִי־בֹ֖קֶר י֥וֹם שֵׁנִֽי:
9 Dijo Dios: “Júntense las aguas debajo del cielo en un lugar, y véase suelo seco”. Aconteció.
ט וַיּ֣אמֶר אֱלֹהִ֗ים יִקָּו֨וּ הַמַּיִם מִתַּחַת הַשּׁמַ֨יִם֙ אֶל־מָק֣וֹם אֶחָ֔ד וְתֵֽרָאֶ֖ה הַיַּבָּשָׁה וַֽיְהִי־כֵֽן:
10 Dios llamó al suelo seco “Tierra”, y a las acumulaciones de agua llamó “Mares”. Dios vio que era bueno.
י וַיִּקְרָ֨א אֱלֹהִ֤ים | לַיַּבָּשָׁה֙ אֶ֔רֶץ וּלְמִקְוֵ֥ה הַמַּיִם קָרָ֣א יַמִּים וַיַּרְא אֱלֹהִ֖ים כִּי־טֽוֹב:
11 Dijo Dios: “Dé la tierra vegetación. Plantas que den semilla y árboles frutales que produzcan sus propias clases de frutos con semillas estén sobre la tierra”. Y así fue.
יא וַיּ֣אמֶר אֱלֹהִ֗ים תַּדְשֵׁא הָאָ֨רֶץ֙ דֶּשֶׁא עֵ֚שֶׂב מַזְרִ֣יעַ זֶ֔רַע עֵ֣ץ פְּרִ֞י עֹ֤שֶׂה פְּרִי֙ לְמִינ֔וֹ אֲשֶׁר זַרְעוֹ־ב֖וֹ עַל־הָאָ֑רֶץ וַֽיְהִי־כֵֽן:
12 La tierra dio vegetación, plantas que producían sus propias clases de semillas, y árboles que producían frutos que contenían sus propias clases de semillas. Dios vio que era bueno.
יב וַתּוֹצֵ֨א הָאָ֜רֶץ דֶּשֶׁא עֵ֣שֶׂב מַזְרִ֤יעַ זֶ֨רַע֙ לְמִינֵ֔הוּ וְעֵ֧ץ עֹֽשֶׂה־פְּרִ֛י אֲשֶׁר זַרְעוֹ־ב֖וֹ לְמִינֵ֑הוּ וַיַּרְא אֱלֹהִ֖ים כִּי־טֽוֹב:
13 Fue la tarde y fue la mañana, un tercer día.
יג וַֽיְהִי־עֶ֥רֶב וַֽיְהִי־בֹ֖קֶר י֥וֹם שְׁלִישִׁי:
Tomado de:
PARASHÁ BERESHIT
ZOHAR, CABALÁ Y JASIDUT 5780
BERESHIT: EL MUNDO NECESITA UN REY
Por el rabino Itzjak Ginsburgh
La Torá comienza con la palabra “Bereshit” (“En el principio”) pero no nos dice en el principio de qué. La palabra ‘Bereshit’ aparece otras cuatro veces en la Torá, y en cada caso, se refiere al comienzo del reinado de un rey: “En el principio del reinado de Iehoiakim”, nuevamente “En el principio del reinado de Iehoiakim”, luego “En el principio del reinado de Tzidkiá”, “En el principio del reinado de Tzidkiá”. Por lo que es apropiado decir que el verso inicial de la Torá, “En el principio”, también se refiere al comienzo del reinado, ‘maljut’ en hebreo.
La Cabalá enseña que Maljut es la raíz del tiempo y que el objetivo final de la creación es hacer que Dios sea rey. El mundo que acababa de crear estaba en un estado caótico e inestable, la amenaza de colapso y caos que se cierne sobre el mundo presagiaba el peligro de la desintegración. La ley de la entropía amenaza con romper lentamente los cimientos del mundo para que con el tiempo, de generación en generación, la realidad degenere y regrese al caos.
Para evitar esa degeneración el mundo necesita un rey, cuya primera función es dar sustento y mantener unida a la nación, y detener la degeneración en las tribus y los individuos.
La necesidad esencial de un rey para evitar que la realidad se degenere está, como vimos, ya en el inicio mismo de la Torá. Basado en esto el Zohar enseña que la rectificación de la nación depende del rey. Una sociedad que no tiene a la cabeza un rey digno, incluso si está compuesta por personas completamente justas, eventualmente se degenerará y fracasará.
El vacío en el centro de la sociedad, en el núcleo que une a la sociedad a su alrededor, debe ser llenado por un líder. Cuando un líder digno no da un paso al frente y toma su lugar, el “otro lado” de la santidad llena el vacío. , y entonces no es un rey el que dirige la nación, sino una persona motivada por sus ansias de poder y control. Se comporta de acuerdo con las encuestas de opinión y las tendencias públicas (como nuestros sabios dijeron que antes de que venga el Mashíaj, “la cara [el líder] de la generación será como la cara del perro”. El perro corre delante de su amo como si fuera el que dirige, pero cuando llegan a un cruce espera a ver en qué dirección girará el carro, y luego nuevamente toma su lugar a la cabeza del séquito.
Un líder como este no evita la degeneración de la nación, sino que trata de llevarse bien con todos y gobernar la nación haciendo malabarismos entre los diferentes grupos de interés. Esta falta de liderazgo combinada con la lujuria por el control compromete la capacidad del líder para actuar únicamente por el bien de la nación. Incluso crea situaciones en las que pondrá en peligro a la nación para preservar su control, exponiendo a la nación a situaciones precarias. En este estado, incluso si todos los individuos de la nación intentaran trabajar en su rectificación individual, no hay posibilidad para el público (y por lo tanto, tampoco para los individuos) de lograr la rectificación y la estabilidad.
Mientras la Nación de Israel (para quien se creó el mundo, “para Israel, quien es llamado reshit, el principio”) no produzca un rey justo que dirija a la nación de acuerdo con la Torá (para lo cual el mundo fue creado, “para la Torá que es llamada ‘reshit’ – el principio) no hay posibilidad de rectificación de la nación, y por lo tanto, no hay posibilidad de rectificación de todo el mundo.
El Jasidut enseña que una de las razones para la creación es la voluntad de Dios de manifestar su realeza. Como “No hay rey sin un pueblo”, entonces Dios creó el mundo. Y a la inversa, así como “no hay rey sin pueblo” tampoco “no hay pueblo sin rey”. La esencia de la nación está en el hecho de que acepta el gobierno del rey. Por lo tanto, cuando la Nación de Israel no se rectifica, cuando no existe la realidad estable de una nación unida que confía en el rey, entonces no hay nadie para asumir adecuadamente el yugo del Reino de los Cielos, y por lo tanto no se cumple el propósito final de la creación del mundo, que Dios tenga un pueblo.
Juicio y compasión
Al contemplar la rectificación del reino, debemos considerar la esencia del rey digno y su personalidad. El mundo necesita un reino y un régimen para mantener la realidad. Pero el reino mismo depende del rey. sigue en el video
TORAT HANEFESH BERESHIT 5780
https://www.facebook.com/iaacobdavidj/videos/2377530822346216/
“EN EL PRINCIPIO”
LOS NIÑOS TE ENSEÑAN
https://www.youtube.com/watch?v=1hUwtJteanA
Instituciones de Enseñanza
Torat Jaim – La Torá de la Vida
Con el liderazgo de Rabi Itzjak Ginsburgh shlita
Iosef Itzjak, mirá que belleza: con las letras de la palabra בראשית, bereshit, “en el comienzo”, se pueden formar muchas palabras.
¿Qué por ejemplo?
Una de las combinaciones que se puede armar es taev shir, תאב שיר, “ama el canto”.
Shulem, ¿qué significa taev shir, ama el canto? Si de Bereshit surge ama el canto, significa que toda la Creación fue creada porque Hashem quiere que le cantemos.
Es cierto, toda la Creación fue creada para Israel, y el nombre Israel, ישראל, se combinan sus letras para formar שיר אל, shir E-l, “Canto para Dios”.
Bereshit – En el Comienzo
Meditación Jasidica 5775
BERESHIT 5778
https://www.youtube.com/watch?v=9GLjegauidc
Vamos a empezar con esta historia, no te la pierdas, entra antes de que empiece:
El Rebe y el Cinturón Negro
“Nunca he estado en una sinagoga, y no deseo ver una”, dijo el guardia israelí, “ni siquiera en Simjat Torá.” Entren y yo voy a buscar un lugar para comer algo”. A principios de la década de 1970, el custodio del cónsul israelí en Nueva York era un experto en todo lo relacionado con judo, jiu-jitsu, karate, krav maga y todos los demás aspectos de defensa personal y artes marciales. También era el conductor oficial del personal.
Cierta vez lo llamaron para conducir a los miembros del personal del consulado a 770 Eastern Parkway, la sinagoga del Lubavitcher Rebe, en Brooklyn. Esa noche era Simjat Torá. Todo el personal disfrutó ir allí para participar en la reunión de farbrengen y el baile de hakafot. Recibían asientos especiales, y el Rebe siempre les prestaba especial atención.
Cuando llegaron a 770, los miembros del personal le dijeron al conductor que entrara en lugar de esperar afuera en el auto. “Seguramente lo disfrutarás”, le dijeron. “Nunca he estado en una sinagoga”, respondió, “y no deseo ver una. Hagan lo que quieran, y mientras tanto voy a comer algo”.
Sus amigos lo dejaron en el auto y entraron. El conductor comenzó a dar vueltas en Crown Heights para encontrar un lugar donde comer, pero, por supuesto, no había restaurantes judíos abiertos en Simjat Torá. El único lugar que encontró abierto era frecuentado por personas con las que no deseaba pasar el tiempo.
Decepcionado y hambriento regresó a 770.
Después de una larga espera afuera se aburrió. “¿Quizás están sirviendo refrescos en la sinagoga?” se dijo a sí mismo. Miraré dentro”. Cuando abrió la puerta de entrada, se sorprendió. Vio un bosque de piernas, y al llegar un poco más lejos quedó aturdido. Tenía en la menta la imagen de que en Simjat Torá algunos viejos con barbas blancas caminaban con un rollo de la Torá, pero aquí había un espectáculo completamente diferente que se presentaba ante sus ojos…
¡¡¡Sigue en la clase!!!
- Génesis 1:9 ↑
- Debido a que incluimos 1 como divisor de cada número, esto plantea una paradoja con respecto al estado del número 1 en sí. Por un lado, 1 se divide a sí mismo y, por lo tanto, su único divisor es 1, por lo que debe considerarse un número perfecto. Por otro lado, hemos estipulado que no debemos incluir el número en cuestión en la lista de sus propios divisores, por lo que 1 no debe considerarse un número perfecto. Esto crea una especie de estado paradójico para el número. ↑
- De modo que la definición oficial de números perfectos no incluye 1, sin embargo, como veremos más adelante, tiene sentido en ciertos casos del análisis textual de la Torá abordar el 1 como un número perfecto. ↑
- Las potencias de 2 menos 1 significa 2n – 1. Se puede demostrar fácilmente que para las potencias de 2 (es decir, 2n), 2n-1 es igual a la suma de las potencias de 2 hasta 2n menos 1. Por ejemplo, la potencia de 25 (n = 5) es 32 y 25 – 1 es 31. Las potencias de 2 hasta 25 son 1, 2, 4, 8, 16, y su suma es 31 ↑
- Ver Rashi sobre Génesis 1:8 ↑
- Ver el Rambam a Ibid. v. 2 ↑
- Dejamos la demostración de esta equivalencia al lector ↑
- El inicio de las Trece Medidas de Compasión Divina; Éxodo 34: 6. ↑
- En un ejemplo de increíble autorreferencia, el valor primordial del “fuego de Havaiá” (א אבגדהוזחטיכלמנסעפצקרש אבגדהוזחטי אבגדה אבגדהו אבגדה) es 1202, el valor exacto de las tres primeras palabras de la Torá, “En el principio creó Dios” ( בְּרֵאשִׁית בָּרָא אֱ-להִֹים ). ↑
- 1 Reyes 18:38. ↑
- El valor de Eliahu (אֵלִיָהּוּ) es por sí mismo 52, la base de la serie ↑
- Consulte nuestro artículo sobre parashat Ha’azinu para obtener más información. La palabra “los cielos” (הַשָּׁמַיִם) es igual a 5 veces el valor de “escuchen” (הַאֲִזִינוּ), lo que significa que el valor promedio de cada una de las cinco letras en “los cielos” (השַָּׁמַיםִ) es igual a “escuchen” (הַאֲִזִינוּ). Cuando sumamos las dos palabras juntas (הַאֲִזִינוּ הַשָּׁמַיִם), por lo tanto, equivalen a 6 veces “escuchar” o “correr y volver” de la palabra “escuchen” (ה הא האז האזי האזינ האזינו אזינו זינו ינו נו ו), o 474, que es el valor de “conocimiento” (דעת), la llave de las 6 facultades emotivas del corazón. ↑
- Bereshit 2:1 ↑
- Bereshit 2:4 ↑
- Bereshit 2.5 ↑
- Bereshit 2:6 ↑
- Bereshit 2:7 ↑
- Bereshit 2:1 ↑
- Bereshit 2:4 ↑
- Salmos 148:13. ↑