En arameo tzaraat se llama sgiru, (según la traducción de Unkelos) que es afín a sguirá (cerrar). Esto alude a un corazón y mente impenetrables, impermeables como resultado de hablar mal. El chismoso ha entrado en un marco negativo (misgueret, afín a sguiru), que es un estado emocional resistente al cambio y la rectificación.
El comienzo de la curación es cuando el cohen confina (masguir, afín a cerrar, sguirá) al leproso. Este confinamiento se realiza con una iniciativa consciente de la persona, ya que es la manera de Dios de “curar lo amargo con amargo”.
Uno puede pensar que la rectificación para una persona que ha transgredido y pronunciado palabras prohibidas sería renunciar por completo a hablar, “hablar rápidamente”. Al principio el leproso, en efecto, tiene que limitar sus palabras con la guía del cohén. Debe tener la intención conciente de decir solo palabras sagradas y abstenerse de la charla mundana, mientras trabaja en sus sentidos internos. Al final del proceso el leproso trae un gorrión, el pájaro que parlotea constantemente como ofrenda de pureza al templo sagrado. Esto alude al hecho de que ahora puede hablar libremente. Ha alcanzado la conciencia natural rectificada como está escrito:
“פטטיא דאורייתא טבין” (“Las charlas basadas en la Torá son buenas”).