Jojmá, la segunda de las diez sefirot, es el primer poder conciente del intelecto en la Creación.
Jojmá aparece en la configuración de las sefirot en el tope del eje derecho, y corresponde en el tzelem Elokim al hemisferio derecho del cerebro.
En su forma completamente articulada, jojmá posee dos partzufim: el de nivel superior es conocido como Aba Ilaá (“el padre superior”), mientras que el de nivel inferior como Israel Saba (“Israel, el Abuelo”). Estos dos partzufim juntos son conocidos como Aba (“el Padre”).
Jojmá es asociado en el alma con el poder del conocimiento intuitivo, una idea, resplandeciendo a través de la conciencia como destellos. El partzuf de Aba Ilaá es asociado con el poder de extraer espontáneamente esa idea desde el reino de la supraconciencia, mientras que el partzuf de Israel Saba es asociado con el poder de dirigir esa idea hacia la conciencia.
La “sabiduría” de Jojmá también implica la habilidad de observar profundamente en algún aspecto de la realidad y extraer su esencia conceptual, hasta que uno logra descubrir su verdad axiomática subyacente. Estas semillas de verdad pueden luego ser transportadas al poder que acompaña a jojmá, llamado biná, procurando un análisis intelectual y su desarrollo.
Jojmá es la fuerza primaria (“principio”) en el proceso creativo, como está dicho: “Tu has hecho todo con sabiduría”. La primera palabra de la Torá, Bereshit, “En el principio” (“Di-s creó los cielos y la tierra”),” es traducida como “Con jojmá” (“Di-s creó…”).
Jojmá tiene valor numérico (guematria normal) = 73 (el 22o número primo). En numeración ordinal, jojmá = 37 (el punto medio de 73; el número primo 13o). En numeración pequeña, jojmá = 19 (el punto medio de 37; el número primo 9o ; 9 más 13 = 22). El número pequeño final de jojmá es 1.
El valor numérico completo del primer versículo de la Creación: “En el comienzo Di-s creó los cielos y la tierra” = 2701 = la suma de todos los número desde 1 hasta 73 (es decir el “triángulo de 73) = 37 veces 73. La última parte del versículo, “y la tierra” = 703 = la suma de todos los números desde 1 hasta 37 = 19 veces 37.
La palabra jojmá es citada en el Zohar (Números 220b) como coaj ma, “el poder de autoanulación,” o alternativamente como jeij ma, “el paladar de autoanulación”.
Este poder implica no sólo el poder de autoanulación en si mismo, sino el gran poder creativo que la autoanulación encierra. “El paladar de autoanulación”, es la habilidad del alma de “paladear” Divinidad en virtud del propio estado de autoanulación, como está dicho (Salmos 34:9): “Probad y ved que Di-s es bueno”. En general, el sentido de la visión se conecta con jojmá (los destellos resplandecientes citados más arriba). De este versículo aprendemos que hay un sentido interno, espiritual de paladear que es inherente a jojmá, que precede y despierta el sentido de la visión.
El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefirá de jojmá es el de bitul (autoanulación).