Durante los nueve días acrecentamos el amor al pueblo de Israel y al prójimo en general, para acercar la redención.

Gracias al amor gratuito se construirá el Templo, y este es el momento de fortalecer la conexión en el pueblo de Israel.

Todas las religiones vienen a poner la fe y lo espiritual por encima de la razón y lo material.

El judaismo en cambio es la unión de la fe y lo espiritual con la razón y lo material.

El Baal Shem Tov reveló la grandeza del judío simple no instruido en la Tora, que trabaja duro y no tiene mucho tiempo para estudiar, pero que siente en su corazón el amor y el apego a Hashem, y le habla con los versos del dulce poeta de Israel, los tehilim de David Hamelej.

El Rebe en nuestra generación nos enseñó a estar orgullosos de haber salido de la oscuridad de la ignorancia incluso de que existe Hashem, de no saber siquiera el alef bet, y poder volver a revelar ese amor y apego a Hashem inherente en el alma judía, como un nuevo nacimiento, algo que surge de la Nada.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *