*🌍“LA CORONA DE LA TORÁ“*
*🕯️TANIA – PARTE 4: EPÍSTOLA SAGRADA – CARTA 29-2🕯️*
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Es una alegría inmensa poder compartir este espacio contigo, donde cada palabra que profundizamos nos conecta con la esencia más pura de nuestra neshamá.
Estudiar Tania no es solo aprender… ¡es transformar la forma en que vivimos y sentimos el mundo!
Recordá siempre: cada instante de estudio acerca la redención — personal y colectiva. 💫
¡Vamos a encender una chispa más hoy! 🔥📖
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La Carta 29 de Igeret HaKodesh destaca la santidad del estudio de la Halajá, llamándola la “corona de la Torá”. Explica cómo el alma puede necesitar reencarnar para cumplir todas las Mitzvot y así completar sus “vestimentas” espirituales. Describe la intensa luz divina reservada para el futuro y cómo el alma la percibe a través de “vestimentas”, usando la analogía de mirar el sol a través de un lente. Finalmente, vincula el deleite del alma con su facultad de voluntad, que desea lo que no es doloroso. Es un texto clave sobre la Torá, el alma y la relación con la Divinidad.
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Igueret HaKodesh 29 explica cómo la Voluntad Divina, oculta en la Torá Escrita (ej. el precepto general de Tefilín), se revela y se hace manifiesta a través de los detalles de la Torá Oral (halajot). Es mediante el cumplimiento de las Mitzvot según la Torá Oral que nos conectamos con esta Voluntad Superior. Aunque tengamos inclinaciones negativas (Yetzer Hara), nuestra esencia (Yetzer Tov, intelecto) puede conectar íntimamente con Dios, cuya presencia permea toda la existencia. Nuestro propósito es esta lucha por revelar la santidad inherente en el mundo y en nosotros mismos a través de las Mitzvot.
Igueret HaKodesh 29, parte del Tania, aborda varios temas clave:
- La voluntad Divina: Explica cómo la voluntad superior se manifiesta a través de los mandamientos (mitzvot) de la Torá Oral, revelando lo que se requiere de nosotros para conectar con lo Divino.
- La percepción de Dios: Incluso con fe, Dios puede parecer distante. El texto busca corregir esta percepción, enfatizando la presencia de Dios en todas las cosas, tanto buenas como malas, y la relación íntima que tenemos con Él.
- El Yetzer Hara (Inclinación al Mal) y el Yetzer Tov (Inclinación al Bien): Reconoce la existencia del Yetzer Hara, pero subraya nuestra conexión con Dios a través del Yetzer Tov, que reside en nuestro intelecto y es la parte más esencial de nosotros.
- El propósito del mundo y las Mitzvot: El mundo necesita tikkun (reparación), y las mitzvot no son arbitrarias, sino medios para revelar la santidad oculta en el mundo y en nosotros mismos.
- La importancia de la lucha: Nuestro propósito no es alcanzar la perfección, sino el esfuerzo continuo por revelar la santidad en nuestra mente, emociones y acciones, conectándonos con Dios y el mundo.
- Amor y temor a Dios: Para cultivar el amor y el temor a Dios, debemos meditar en nuestra relación con Él y en Su presencia en todo lo que nos rodea.
- Esperanza y alegría: A pesar del Yetzer Hara, debemos mantener la esperanza y la alegría, conscientes de nuestra conexión inherente con Dios y el Mundo Venidero.
“En Minjat Ta’anit – Baba (un tratado del Talmud de Jerusalén) nació el Mashíaj”
Se trae en Midrash Rut Rabá que en Tishá BeAv, inmediatamente después de la destrucción, nació el redentor de Israel. Como se relata en el Talmud de Jerusalén, que un judío que estaba arando un campo pasó junto a su vaca, y su vaca bramó. Pasó por delante de él un árabe que entendía el lenguaje de los animales, y le dijo: “He aquí, el huerto [se ha arruinado], porque ha sido arrancado el maestro [el Templo Sagrado]”. Mientras aún hablaba con él, su vaca bramó por segunda vez. El árabe le dijo: “Puedes arar y seguir arando tu campo, porque ha nacido Menajem, el redentor de Israel” (Berajot cap. 2, Halajá 4, y en muchos otros lugares en el Talmud de Jerusalén).
Y dado que en el día en que nació Adán se le dio su circuncisión (ver Talmud de Jerusalén Rosh Hashaná cap. 2, Halajá 8, y en Kahel al Penei Moshé allí), y es un día especialmente propicio para la redención, de ello se encuentra que en el día de Tishá BeAv, como está explicado, nació el Rey Mashíaj, y es un día más propicio para la redención.
(Según el libro de conversaciones Jag”a, Parte 2, págs. 721 y siguientes, para LeKrat-Shabat)
La imperiosa necesidad de un estudiante de traer la redención
Se dice en el Talmud de Jerusalén (Yoma cap. 1, Halajá 1): “Toda generación en cuyos días no fue construido (el Templo Sagrado), se considera como si ella misma lo hubiera destruido”.
Se encuentra, por lo tanto, que cuando un judío no hace todo lo que está en su mano para traer la redención, he aquí que no solo retrasa la redención, sino que también “se considera como si él mismo lo hubiera destruido”. Y dado que este asunto concierne y es sabido por cada uno de hacer todo lo que está en su mano para que venga la redención y sea construido el Templo Sagrado, ¡inmediata y literalmente!
(Según la sichá de Parashat Ekev 5749 [1989], del folleto LeKrat-Shabat)
Makkot 22a-b: Cálculo de los latigazos
Como indica el nombre del tratado – Masejet Makkot – y el del capítulo – Élu hen ha-lokin –, el enfoque de la discusión en la Guemará es el castigo de makkot – los latigazos. La Mishná en la página de hoy pregunta: ¿Cuántos latigazos recibe una persona si es hallada culpable y condenada a este castigo? Según la Mishná, la pena estándar de makkot es de 39 latigazos, aunque primero se examina al acusado para asegurarse de que pueda soportar esa cantidad. Si no puede, se le aplicarán tantos latigazos como el tribunal considere que puede resistir (aunque siempre será un número divisible por tres, ya que los latigazos se administraban en grupos de tres).
Rabí Yehudá enseña que el condenado recibe 40 latigazos, tal como está claramente escrito en la Torá – véase Devarim 25:4. Aparte de Rabí Yehudá, todos los Sabios coinciden en que ese pasaje en Sefer Devarim debe interpretarse como una indicación de que se debe aplicar un número cercano a 40, pero no 40 exactos.
Esto lleva a Ravá a declarar: “¡Qué necios son aquellos que se levantan para honrar un Sefer Torá pero no a uno de los Sabios! Pues mientras la Torá escribe que el castigo de makkot es de 40 latigazos, los Sabios dictaminan que se dé uno menos”.
Esta afirmación lleva al Rambam a sugerir que, a nivel bíblico, realmente deberían darse 40 latigazos, pero los Sabios establecieron que se dieran solo 39 para evitar que por error se aplique uno de más, lo que transgrediría el mandamiento negativo que prohíbe superar los 40.
Otros entienden que el requerimiento bíblico es únicamente de 39 latigazos, y explican la declaración de Ravá como una expresión de cuán poderosas son las tradiciones orales de los Sabios, al punto de llegar a una conclusión que no concuerda con el significado literal del texto de la Torá.
LECTURA DE LA TORÁ Y HALEL
ROSH JODESH II YIAR
EL NACIMIENTO DE LA LUNA,
MOSHÉ Y RABI SHIMÓN BAR IOJAI
Bendito sea el Sabio de los secretos
MISHNÉ TORÁ DEL RAMBAM
Leyes de la Santificación del Mes
Es una mitzvá positiva, y consiste en calcular, saber y fijar qué día será el comienzo de cada mes de los meses del año.
La explicación de esta mitzvá será expuesta en los siguientes capítulos.
a) Los meses del año están determinados según los meses lunares.
b) Por eso, se dice “santificar el mes”, ya que esto solo se puede decir respecto a la luna, que se renueva tras desaparecer cada mes.
c) Cuando se ve la luna en su renovación, se santifica ese día como Rosh Jodesh (cabeza del mes).
d) Como la festividad de Pesaj debe caer en el mes de Nisán, en primavera, entonces ajustamos el año agregando un mes cuando es necesario, para que el calendario lunar coincida con las estaciones solares.
Capítulo 1
La importancia del cálculo del mes, el testimonio y la designación del tribunal para fijar los meses.
1. El cálculo que se hace, es el cálculo de los meses, tal como se dijo:
“Este mes será para ustedes el principio de los meses” (Éxodo 12:2).
Y se dijo: “Proclamarán los meses sagrados” (Levítico 23:2).
El significado es que la fijación del mes depende del Tribunal (Beit Din).
Y si lo vieron y lo santificaron, se convierte en cabeza de mes.
Y si no lo santificaron, no es cabeza de mes.
Y aunque todos lo hayan visto, si no lo santificó el tribunal, no es cabeza de mes, como está dicho: “Estos son los tiempos designados por Hashem, las convocaciones sagradas que proclamarán en su debido tiempo”, es decir, que depende de la proclamación del tribunal.
El Rebe nos explica acerca del nacimiento de la Luna:
“…El Santo, Bendito sea, le mostró a Moisés en una visión profética la forma de una luna, y le dijo: ‘Así ve y santifica'”.
Y es necesario entender por qué la fuente de las palabras en la Mejilta D’Rashbi (VER ABAJO QUÉ ES MEJILTA) sobre el versículo “Este mes será para vosotros” dice: “El Santo, Bendito sea, le mostró a Moisés con el dedo la forma de la luna, etc.” y no mencionó en absoluto que se lo mostró en una visión profética. Y en particular, que la expresión “Así ve y santifica” es un mandamiento sobre la santificación del mes por parte del Beit Din (corte rabínica) que se realiza en todas las generaciones mediante la observación real de la luna. Y es obvio que si vienen testigos y dicen que vieron el nacimiento de la luna en una visión profética, no se santifica basándose en su testimonio.
Y se explica así: En la Mejilta es difícil: “Pero todas las palabras que le fueron dichas a Moisés le fueron dichas solo durante el día, y este mes se lo mostró por la noche. ¿Y cómo le habló de día y se lo mostró de noche, si le habló de día con oscuridad y le mostró el mes en la oscuridad?”.
Sin embargo, esta respuesta fue difícil para el Rambam, ya que inmediatamente después del mandamiento sobre la santificación del mes, se dice el mandamiento del sacrificio de Pesaj – “Tomarán para sí un cordero por casa paterna, un cordero por casa” – una sección larga con todos los detalles de las leyes del sacrificio de Pesaj, y en el sentido simple de las escrituras, ambos fueron dichos uno tras otro, ya que no encontramos que hubiera otra lectura y otra conversación, sino una sola lectura y conversación:
“Y habló el Señor a Moisés y a Aarón, etc. Este mes será para vosotros, etc. En el décimo de este mes tomarán para sí un hombre un cordero por casa paterna, etc.”, y si es así, es difícil cómo “le habló de día con oscuridad y le mostró el mes en la oscuridad”, ya que lo que le dijo “Tomarán para sí un cordero, etc.” fue ya en la oscuridad, y debido a esta dificultad, el Rambam escribió que se lo mostró en una visión profética, y por lo tanto, toda la conversación a Moisés fue durante el día, incluyendo la conversación “Tomarán para sí un cordero, etc.”, y lo que le mostró la luna fue en una visión profética.
Una prueba para esta explicación encontramos en la Guemará en el Tratado Pesajim, que pregunta: “Y a qué se refiere lo que está escrito ‘temerán’, tal vez se refiere al cuatro o al cinco del mes”, y es obvio para todos que la conversación fue en Rosh Jodesh (el inicio del mes) cuando Moisés santificó por la observación de la luna. Y según lo dicho, se entiende que dado que se lo mostró en una visión profética, podría ser también el cinco de Nisán.
(Iain Maljut, El Vino del Reinado, Sefer Zemanim, Simán 39
Del Rambam, “Pardes HaMelej”)
Halajá 2:
2. El cálculo del mes y del año, y el establecimiento del calendario, sólo lo puede hacer el Beit Din Hagadol (Gran Tribunal) en la Tierra de Israel.
Y si el tribunal fue exiliado o interrumpido, no se establece el mes mediante el testimonio de la luna nueva, sino por cálculo, tal como se fijó desde los días de Hilel el Segundo.
3. El mes lunar es de aproximadamente 29 días y medio, más 2/3 de una hora y 73 partes (esto equivale a 29 días, 12 horas, y 793 partes de 1080 de una hora).
Este es el ciclo promedio de la luna.
4. Por lo tanto, los meses se alternan entre 29 y 30 días. Un mes de 29 días se llama “jaser” (incompleto), y uno de 30 días se llama “male” (completo).
El tribunal establece el mes según el testimonio de testigos que vieron la luna nueva o, en tiempos sin tribunal, según el cálculo.
JASIDUT
El alma del tiempo: Jasidut sobre la santificación del mes
La Torá nos enseña que los meses del año siguen el ciclo de la luna. ¿Por qué la luna? Porque el alma judía es como la luna: a veces parece menguar, pero siempre vuelve a renovarse con fuerza nueva.
Por eso no decimos simplemente “mes”, sino que hablamos de “Kiddush HaJodesh”, la santificación de la renovación. El mes no es solo una medida de tiempo: es un llamado divino a renacer, a comenzar de nuevo con más luz.
🌒 Cuando el pueblo de Israel ve la primera luz de la luna renovada, el Beit Din (tribunal) la santifica. Ese momento no es solo astronómico: es un acto espiritual donde la conciencia humana se une con el ciclo celestial, revelando la armonía entre el cielo y la tierra.
🌸 Y así también es Pesaj, la fiesta de la libertad, que debe caer en primavera, época del florecimiento. ¿Por qué? Porque la libertad verdadera sólo puede manifestarse cuando el alma se renueva como la luna, y brota como la tierra en primavera. Por eso a veces agregamos un mes, para que el tiempo del alma y el tiempo del mundo estén en sintonía.
QUÉ ES LA MEJILTA:
La Mejlta es un midrash halájico —es decir, una recopilación de interpretaciones legales de la Torá— centrado principalmente en el Libro del Éxodo (Shemot). El término “Mejilta” en arameo significa “medida” o “norma”, y en este contexto se refiere a una colección de normas y explicaciones extraídas de los versículos bíblicos.
Hay dos obras principales conocidas como Mejilta:
1. Mejilta de Rabí Ishmael Es la más antigua y conocida.
Comenta principalmente las secciones legales del libro de Éxodo: desde la salida de Egipto hasta la entrega de la Torá y las leyes que siguen.
Pertenece al estilo de la escuela de Rabí Ishmael, que interpretaba la Torá siguiendo 13 principios hermenéuticos.
2. Mejilta de Rabí Shimón bar Yojai es otra obra halájica, citada en fuentes posteriores.
Se centra también en Éxodo, pero se acerca más al método de la escuela de Rabí Akiva.
Importante: La Mejilta, como otros midrashim halájicos (por ejemplo, el Sifrí sobre Vaikrá y el Sifré sobre Bamidbar y Devarim), se enfoca menos en las historias y más en cómo derivar leyes de los textos bíblicos.
Te comparto un ejemplo muy famoso de la Mekhilta de Rabí Ishmael, sobre el versículo del cruce del Mar Rojo:
Versículo (Éxodo 14:31): “Y vio Israel la mano grande que hizo Hashem en Egipto, y temió el pueblo a Hashem, y creyeron en Hashem y en Moshé su siervo.”
Interpretación en la Mejilta: La Mejilta explica que en ese momento incluso los más sencillos y humildes del pueblo de Israel alcanzaron un nivel de visión espiritual más alto que el que tendría el profeta Yejezkel (Ezequiel) en su famosa visión de la “carroza celestial” (Merkavá).
La expresión “y vio Israel” indica que todos vieron —incluso niños, mujeres y esclavos— una manifestación directa de la Presencia Divina.
La Mejilta destaca que la fe que nació en ese momento fue tan pura que sirvió como fundamento para toda la relación posterior entre Hashem e Israel.
¿Qué enseña este midrash? Que en momentos de milagros abiertos, todo el pueblo puede alcanzar niveles proféticos normalmente reservados a los grandes profetas. Y también, que la fe verdadera nace de la experiencia directa, no sólo del razonamiento.
Mejilta de Rabí Ishmael sobre el primer mandamiento: Versículo (Éxodo 20:2):
“Yo soy Hashem, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.”
Interpretación en la Mejilta: La Mejilta pregunta: ¿Por qué Hashem se presenta como “el que te sacó de Egipto” y no simplemente como “el Creador del cielo y la tierra”?
Y responde: Porque la salida de Egipto fue una experiencia personal, visible y reciente para el pueblo de Israel. Aunque creer en el Creador del universo es una obligación de fe básica, lo primero que Hashem quiso establecer es: “Yo soy quien interviene directamente en tu vida, quien actúa en la historia, quien te redimió”. Es decir, Dios no es sólo una fuerza abstracta: es cercano, es quien salva y libera, y por eso merece nuestra aceptación y obediencia.
Además, la Mekhilta enseña: “Anojí” (Yo soy) es una palabra de amor, como quien se presenta íntimamente a alguien amado. Cada palabra del mandamiento refleja una relación personal entre Hashem e Israel. ¿Qué enseña este midrash? Que la base de toda la Torá no es sólo creer en un Dios abstracto o lejano, sino vivir una relación directa, personal y afectiva con Hashem, que se manifestó claramente en la historia y en nuestras propias vidas.
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LECTURA DE LA TORÁ PARA ROSH JODESH IYAR
Y PARASHÁ TAZRÍA METZORÁ,
CON MENSAJES MUY IMPORTANTES
Rabino Jaim Frim
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¡Buen mes! Un mes luminoso.
Incluso si usas el calendario gregoriano todos los días, tómate un tiempo libre y entra en el calendario hebreo con nosotros.
Nombre del mes
Proviene del término que significa אור, or, luz, como así también curación, אייר es las iniciales de
“וַיֹּאמֶר: אִם שָׁמוֹעַ תִּשְׁמַע לְקוֹל יְהֹוָ’ה אֱלֹהֶי’ךָ, וְהַיָּשָׁר בְּעֵינָיו תַּעֲשֶׂה, וְהַאֲזַנְתָּ לְמִצְוֹתָיו, וְשָׁמַרְתָּ כָּל חֻקָּיו – כָּל הַמַּחֲלָה אֲשֶׁר שַׂמְתִּי בְמִצְרַיִם לֹא אָשִׂים עָלֶיךָ, כִּי אֲנִי יְהֹוָ’ה רֹפְאֶךָ
“Y dijo Havaia: si van a escuchar la voz de Havaia Elokeja, y harán lo que es correcto a sus ojos, y escucharán sus mandamientos, y cuidarán todos sus decretos, toda la enfermedad que puse en Egipto no la pondré sobre ti, porque “yo soy Havaia tu Sanador”. (Shemot 15:26)
“Ani Hashem Rofeja”, אֲנִי יְהֹוָ’ה רֹפְאֶךָ
La combinación o tziruf de las letras del Nombre de Hashem del mes de Iyar: El nombre de Havaia que ilumina en el mes de Iyar es יִהַהַ”וְ, que surge de las iniciales de las palabras del verso: (Irmiahu 26:22)
Hoy, al recibir el nuevo mes de Iyar, un tiempo imbuido de la energía de la sanación (refuah) y la radiación (orah), nos detenemos para contemplar su significado y abrir nuestros corazones a su potencial transformador. Rosh Jodesh, la “cabeza del mes”, es un portal, un momento de renovación y de siembra de intenciones para el período que comienza.
Gal Einai nos invita a mirar hacia adentro, a conectar con la chispa divina que reside en nuestro interior. En este Rosh Jodesh de Iyar, meditemos en:
El Anhelo de Retorno: Así como el nombre “Iyar” se relaciona con el anhelo del alma de retornar a su origen divino (como se sugiere en la interpretación de “mujer” en la parashá de Tazría, ver imagen cargada), permitámonos sentir ese anhelo dentro de nosotros. ¿Hacia qué aspectos de mi ser anhelo regresar, a qué pureza o conexión más profunda?
La Semilla de la Sanación: Rosh Jodesh es un tiempo de siembra. Visualicemos la semilla de la sanación plantada en lo profundo de nuestro ser al comenzar este mes. ¿Qué intenciones de curación física, emocional o espiritual quiero nutrir durante Iyar?
La Luz que Comienza a Crecer: Así como la luna nueva comienza su ciclo de crecimiento, visualicemos una nueva luz creciendo dentro de nosotros. Esta es la luz de la sanación y la radiación que Iyar nos ofrece. ¿Cómo puedo permitir que esta luz se expanda en mi vida?
Meditación desde la Perspectiva Jasídica:
El Jasidismo nos enseña a encontrar lo divino en cada momento y a enfocarnos en el poder de la conexión y la transformación. Para este Rosh Jodesh Iyar, meditemos en:
“Ani Hashem Rofeja”: La Presencia del Sanador: Contemplemos la verdad de “Yo soy Hashem, tu Sanador”. En este inicio de mes dedicado a la sanación, reconozcamos la presencia constante de la Divinidad como fuente de toda curación. ¿Cómo puedo fortalecer mi conciencia de esta presencia en mi vida diaria durante Iyar?
Unidad y Conexión para la Sanación: Rosh Jodesh nos recuerda la interconexión de toda la creación. Meditemos en cómo nuestras conexiones con los demás pueden ser un canal para la sanación y la bendición. ¿Cómo puedo cultivar la unidad y el amor fraternal en este nuevo mes? (Ver imagen cargada sobre el amor al prójimo).
Transformando la Falta en Potencial: Así como Rosh Jodesh marca el inicio de algo nuevo, meditemos en la capacidad de transformar cualquier “falta” o dificultad en un potencial para el crecimiento y la sanación. ¿Qué desafíos enfrento que puedo transformar en oportunidades durante Iyar?
La Profundidad de las Mitzvot en el Nuevo Mes: Al comenzar Iyar, reflexionemos sobre cómo nuestras acciones y el cumplimiento de las mitzvot pueden ser un camino hacia la sanación y la conexión con lo divino (ver imagen cargada sobre la profundidad de las mitzvot). ¿Qué mitzvot específicas puedo enfocar en este mes para mi crecimiento?
INSTITUTO GAL EINAI
EL PORTAL A LA DIMENSIÓN INTERIOR DE LA TORÁ
Del RABINO ITZJAK GINSBURGH
QUITAR EL MAL
MUJER QUE CONCIBE VARÓN
*✨ESTUDIO DE JUDAÍSMO PARA TODOS✨*
*TAZRÍA – METZORÁ – IYAR 5785*
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🕘 21:00 HORAS DE ISRAEL
📖 Con el Rabino Jaim Frim
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*VERSÍCULO CLAVE:*
*”Esta es la ley del metzorá el día de su purificación” (Lev. 14:2)*
*→ La purificación SIEMPRE es posible!!*
Las parashiot de Tazría y Metzorá, a menudo leídas juntas, se centran principalmente en las leyes de la impureza ritual (tumá) y la purificación, especialmente en relación con la condición de tzara’at. Aunque a menudo se traduce erróneamente como lepra, la tzara’at descrita en la Torá era una aflicción de la piel, las vestimentas y las casas, considerada una señal espiritual más que una enfermedad contagiosa en el sentido moderno.
El Jasidismo profundiza en el significado espiritual de las leyes de tzara’at, viéndola no solo como una aflicción física, sino como una manifestación externa de problemas espirituales internos, particularmente relacionados con el lashon hará (habla dañina) y el orgullo.
El Metzorá como “Motzí Ra” (el que saca el mal): Una interpretación jasídica común del término metzorá es “motzí ra”, que significa “el que saca el mal” o “el que habla mal”. Esto enfatiza la conexión entre la aflicción y el pecado del lashon hará. El habla negativa crea divisiones, daña las relaciones y oscurece la santidad en el mundo, lo que se refleja en la “separación” del metzorá del campamento.
Continuamos en la clase
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Meditación para el Mes de Iyar: Una Perspectiva de Gal Einai y Jasidut
El mes de Iyar, que sigue al intenso período de Pésaj y precede a la recepción de la Torá en Shavuot, es un tiempo de sanación (refuah) y radiación (orah). Su nombre, Iyar (אִיָּר), se relaciona con la frase “Ani Hashem Rofeja” (“Yo soy Hashem, tu Sanador”). Meditar en este mes a través de las lentes de Gal Einai y el Jasidismo puede ofrecernos profundas perspectivas para nuestro crecimiento espiritual.
Meditación desde la Perspectiva de Gal Einai:
Gal Einai, con su enfoque en la conexión personal con nuestra herencia espiritual y la iluminación interior, nos invita a contemplar Iyar como un tiempo para sanar las heridas que puedan haber surgido durante el “éxodo” personal de Pésaj. Así como salimos de la estrechez (mitzraim), podemos haber experimentado desafíos internos. Iyar nos ofrece la oportunidad de:
- Buscar la Luz Interior de la Sanación: Así como el nombre Iyar alude a la sanación divina, meditemos en la luz interior de nuestra propia alma, la chispa divina que tiene el poder de curar nuestras dolencias espirituales y emocionales. ¿Qué áreas de mi vida necesitan sanación? ¿Cómo puedo acceder a esa luz interior para nutrirlas?
- Conectar con la Radiación de la Torá venidera: Iyar es un puente hacia Shavuot, la entrega de la Torá. Visualicemos la radiación de la Torá que pronto recibiremos, una luz que ilumina nuestro camino y nos ofrece guía y sabiduría. ¿Cómo puedo prepararme para recibir esta luz con un corazón abierto y receptivo?
- Observar el Crecimiento Gradual: Tradicionalmente, durante Iyar contamos el Omer, un proceso gradual de 49 días que refina nuestras cualidades. Gal Einai nos anima a observar este crecimiento dentro de nosotros. ¿Qué pequeños pasos puedo dar cada día para crecer espiritualmente y acercarme a la plenitud de Shavuot? ¿Dónde veo la “radiación” de mi propio progreso?
- Encontrar la “Tierra” para la “Siembra”: La imagen de la “siembra” (tazria) mencionada en relación con el mes de Iyar (ver imagen cargada) nos invita a reflexionar sobre dónde estamos plantando nuestras energías. ¿Estoy sembrando en un terreno fértil para el crecimiento espiritual y la sanación? ¿Qué “tierra” necesito cultivar dentro de mí?
Meditación desde la Perspectiva Jasídica:
El Jasidismo, con su énfasis en la presencia divina en cada aspecto de la vida y la importancia del amor al prójimo, nos ofrece las siguientes vías de meditación para Iyar:
- “Ani Hashem Rofeja”: Reconociendo la Sanación Divina: Meditemos en la verdad de que Hashem es nuestro Sanador. Esto no solo se refiere a la curación física, sino también a la sanación del alma, de las relaciones y de las dificultades. ¿En qué áreas necesito reconocer la sanación divina en mi vida? ¿Cómo puedo abrirme a recibir esta sanación?
- La Unidad como Fuente de Sanación: El Jasidismo enfatiza la unidad de todo lo creado, ya que todo emana de una misma Fuente Divina. Meditemos en cómo la conexión con los demás y el amor fraternal pueden ser una poderosa fuerza de sanación. ¿Cómo puedo fortalecer mis conexiones con los demás y actuar con mayor amor y unidad? (Ver imagen cargada sobre el amor al prójimo).
- Transformando la Amargura en Alegría: El período entre Pésaj y Shavuot también tiene elementos de duelo histórico. La meditación jasídica nos enseña a transformar la “amargura” (merirut) en “alegría” (simjá) a través de la conciencia de la presencia divina y el propósito superior (ver imagen cargada sobre amargura y alegría). ¿Cómo puedo encontrar la alegría incluso en medio de los desafíos y transformar mis sentimientos negativos en una fuerza para el crecimiento?
- La Profundidad de las Mitzvot como Sanación: El Jasidismo ve las mitzvot (mandamientos) no solo como obligaciones, sino como caminos para conectar con lo divino y sanar el alma (ver imagen cargada sobre la profundidad de las mitzvot). Meditemos en el significado profundo de las mitzvot que realizamos durante Iyar y cómo nos acercan a la sanación y la plenitud.
- La “Mujer” como Anhelo del Alma: La imagen cargada sobre la parashá de Tazría interpreta la palabra “mujer” (ishá) como el anhelo del alma de retornar a su raíz divina. Meditemos en nuestro propio anhelo espiritual durante este mes de Iyar. ¿Qué pasos concretos puedo dar para acercarme a mi origen divino y experimentar una mayor conexión?
Integrando las Perspectivas:
Al combinar las enseñanzas de Gal Einai y el Jasidismo, podemos abordar el mes de Iyar con una doble conciencia: buscando la luz interior de la sanación y la conexión personal con nuestra herencia, mientras también nos enfocamos en la presencia divina en el mundo, la unidad con los demás y la transformación de los desafíos en crecimiento. Que nuestra meditación en Iyar nos permita florecer espiritualmente, sanar nuestras heridas y prepararnos para recibir la Torá con alegría y un corazón radiante.
¡NO SE HABLA DE ESO!
En la parashá de ‘Tazría’ leemos sobre la aflicción de la tzara’at que llegó como consecuencia del pecado de hablar lashon hará (habla dañina).
Cuando el Rebe Rashab era un niño de cuatro años, el sastre trajo una vez un vestido que había cosido para su madre, la Rabanit Rivka. Mientras medían el vestido, el niño sacó inocentemente un trozo de tela que ‘asomaba’ del bolsillo del sastre…
El sastre, por supuesto, se avergonzó mucho y comenzó a disculparse, diciendo que había olvidado que le había quedado ese trozo de tela…
Después de que se fue el sastre, su madre, la Rabanit, lo reprendió por haber causado la vergüenza del sastre. Cuando el niño escuchó esto, lloró amargamente.
Varias semanas después, el niño entró con su padre, el Rebe Maharash, y le preguntó cómo se podía expiar el pecado de avergonzar a alguien en público. Cuando su padre le preguntó por qué le interesaba eso, el niño respondió que quería recibir la respuesta sin tener que contar lo que había sucedido…
Cuando su madre, la Rabanit, se asombró de por qué no quería contarle toda la historia a su padre, respondió: ¡Me basta con haber fallado en avergonzar a alguien en público, acaso debo también cometer el pecado de chismear y hablar mal?! —
A primera vista, no había habido una vergüenza pública grave, ya que, aparentemente, el Rebe Rashab sacó la tela ‘inocentemente’, por error, y además, no fue en público, solo estaba allí su madre, la Rabanit. Sin embargo, cuando escuchó que se había causado vergüenza al sastre, le importó tanto este asunto, hasta el punto de llorar amargamente.
Y de esto se deduce que le importaba y le afectaba la esencia del asunto, que se había causado vergüenza a un judío.
Y por lo tanto, incluso se negó a contárselo a su padre, porque no soportaba el mero hecho de hablar sobre lo “no bueno” de un judío, de ninguna manera.
Y dado que esta historia nos fue contada con el énfasis de que el Rebe Rashab tenía entonces cuatro años, esto es una prueba de que se puede educar a todo niño judío, incluso a esa edad, de esa manera.
Cuando vengamos a contar algo sobre otra persona, pensemos dos veces si es apropiado contarlo, o si hay en ello algo de lashon hará. Y si es así, nos abstendremos y renunciaremos a la historia. Así venceremos al yetzer hará (mala inclinación), como corresponde a los soldados de los ejércitos de Dios, ¡y ganaremos la guerra en el camino a la redención!
(Adaptado de Likutéi Sijot, vol. 15, pág. 129 y siguientes; de Sijot del 20 de Jeshván de 5737. De ‘Nishmata deOraita’)
Levítico 12:1-3 con Rashi
Versículo 1:
וַיְדַבֵּר יְהוָה אֶל־מֹשֶׁה לֵּאמֹר׃
“Y habló Havaia a Moisés, diciendo:”
Rashi:
Rashi (Rabino Shlomo Yitzjaki, Francia, 1040-1105) no ofrece un comentario extenso sobre este versículo introductorio, ya que es una fórmula común que precede a muchas leyes en la Torá. Simplemente indica que esta sección de leyes es una comunicación directa de Dios a Moisés.
Versículo 2:
דַּבֵּר אֶל־בְּנֵי יִשְׂרָאֵל לֵאמֹר אִשָּׁה כִּי תַזְרִיעַ וְיָלְדָה זָכָר וְטָמְאָה שִׁבְעַת יָמִים כִּימֵי נִדַּת דְּוֹתָהּ תִּטְמָא׃1
Traducción:
“Habla a los hijos de Israel, diciendo: Cuando una mujer conciba y dé a luz un varón, será impura siete días; como en los días de la impureza de su menstruación, será impura.”
Rashi:
- אִשָּׁה כִּי תַזְרִיעַ (Cuando una mujer conciba): Rashi explica que la palabra “תַזְרִיעַ” (tazria) se traduce como “cuando siembre” (como una semilla). Esto alude a la idea de que la concepción es la siembra de la semilla del hombre en la mujer.
- וְיָלְדָה זָכָר (y dé a luz un varón): Rashi simplemente indica el caso específico de dar a luz a un varón.
- וְטָמְאָה שִׁבְעַת יָמִים (será impura siete días): Rashi explica que estos siete días de impureza son similares en su severidad a los días de la impureza menstrual (nidá). Durante este tiempo, la mujer está ritualmente impura y su contacto puede impartir impureza a otros.
- כִּימֵי נִדַּת דְּוֹתָהּ תִּטְמָא (como en los días de la impureza de su menstruación, será impura): Rashi enfatiza la analogía entre la impureza posparto y la impureza menstrual. Ambos estados requieren ciertas abstenciones y un proceso de purificación al final del período.
Puntos de Luz de Enseñanzas Sagradas
“Cuando una mujer conciba” (Levítico 12:2)
“Mujer” – una alusión al anhelo del alma de retornar a su raíz divina, desde el mundo, sino que debe trabajar con y dentro del mundo – para refinarlo y elevarlo.
Ya que el nombre “mujer” se debe a su origen de la mujer, “porque del hombre fue tomada” (Génesis 2:23).
(Likutéi Sijot, vol. 1, pág. 732)
“Cuando conciba” – la concepción solo es posible en la tierra. Para decir
Versículo 3:
וּבַיּוֹם הַשְּׁמִינִי יִמּוֹל בְּשַׂר עָרְלָתוֹ׃
Traducción:
“Y al octavo día se circuncidará la carne de su prepucio.”
Rashi:
- וּבַיּוֹם הַשְּׁמִינִי (Y al octavo día): Rashi destaca la especificidad del tiempo para la circuncisión. Este mandamiento debe cumplirse precisamente en el octavo día después del nacimiento, incluso si cae en Shabat o Yom Kipur.
- יִמּוֹל בְּשַׂר עָרְלָתוֹ (se circuncidará la carne de su prepucio): Rashi explica que se debe remover la “carne de su prepucio” (basar orlato), que es la piel que cubre la punta del pene. Este es el signo del pacto entre Dios y Abraham y su descendencia.
3. Y al octavo día se circuncidará la carne de su prepucio.
Puntos de Luz de Enseñanzas Sagradas
La abnegación del mohel (circuncidador)
En relación con el versículo “Y al octavo día se circuncidará la carne de su prepucio” (Levítico 12:3), que dice: “Y al octavo día se circuncidará la carne de su prepucio – en el día, e incluso en Shabat” (Shulján Aruj del Alter Rebe, comienzo del Siman 331). Existe una ley en el Shulján Aruj: “La circuncisión en su tiempo apropiado desplaza al Shabat”.
En resumen, Rashi en estos versículos se enfoca en:
- La fuente divina de las leyes.
- La analogía entre la impureza posparto y la impureza menstrual.
- La especificidad del tiempo para la circuncisión (octavo día).
- La naturaleza física del acto de la circuncisión y su significado como señal del pacto.
Al leer estos versículos con el comentario de Rashi, obtenemos una comprensión fundamental de las leyes iniciales relacionadas con el nacimiento de un varón y la obligación de la circuncisión dentro del contexto de la pureza ritual.
¿QUÉ SIGNIFICA “UN DÍA EN QUE VES EN ÉL”?
(Torat Kohanim, Tazría 13:14; Talmud Moed Katán 7b)
Está escrito en la Guemará (Moed Katán 7b):
“Y en el día que se vea en él” — hay un día en que puedes ver [las manchas de tzaraat] y un día en que no puedes verlas.
De aquí dijeron: si a un novio le aparece una mancha de tzaraat, se le otorgan los siete días de festejo [de bodas] completos [antes de examinarlo], según las palabras de Rabí Yehudá.
Rabí dice: no es necesario esperar, ya que está escrito “y ordenará el sacerdote y vaciarán la casa” — si se espera para una cuestión opcional [vaciar los muebles], ¡con mayor razón para una mitzvá [como el casamiento]!
Explicación:
Parece que Rabí y Rabí Yehudá discuten sobre la naturaleza de la ley que establece que no se observan manchas de tzaraat en ciertos días. Se puede entender de dos maneras:
- Primera opción: Se pospone la inspección de la mancha para otros días.
- Segunda opción: Esos días quedan excluidos totalmente de las leyes de inspección de manchas, y no aplica en ellos ninguna regla de tzaraat.
(La diferencia práctica entre estas dos formas sería:
Si el sacerdote, por error, ve la mancha en esos días —
- Si decimos que sólo se pospone, entonces si de hecho vio la mancha, el afectado queda impuro.
- Pero si decimos que esos días están exentos por completo, entonces incluso si vio la mancha, no tiene ninguna consecuencia legal.)
Por eso discuten Rabí y Rabí Yehudá:
- Rabí, que aprende del versículo “y ordenará el sacerdote y vaciarán la casa”, sostiene que se trata simplemente de posponer la inspección: se espera un poco para que vacíen la casa, y del mismo modo se posterga la revisión por otras razones.
- En cambio, Rabí Yehudá, que aprende del versículo “y en el día que se vea en él”, entiende que hay días completamente exentos de la inspección, no es solo un aplazamiento.
(Consulta en la fuente original, donde se amplía esta diferencia entre Rabí y Rabí Yehudá, sobre si también se puede aplazar para asuntos opcionales, no sólo mitzvot.)
(Adaptado de Likutei Sijot, volumen 37, página 37 en adelante – de “Likrat Shabat”)
Resumen Breve
Rabí y Rabí Yehudá discuten sobre el manejo de los días en que no se examinan manchas de tzaraat:
- Rabí Yehudá sostiene que en ciertos días no se puede ver: la inspección queda totalmente suspendida y esos días no aplican las leyes de tzaraat.
- Rabí entiende que solo se pospone la inspección: si igualmente el sacerdote ve la mancha, se considera válida y puede declarar impuro.
Esta diferencia se aprende de dos versículos distintos y tiene consecuencias prácticas: ¿es un aplazamiento momentáneo o una anulación completa de la obligación?
Explicación Jasídica
Desde la perspectiva de la Jasidut, esta discusión refleja dos formas de enfrentar momentos especiales en la vida:
- Según Rabí Yehudá: Hay tiempos en que el alma está tan elevada —por ejemplo en una boda, en Shabat o en días de alegría— que las imperfecciones (tzaraat) no existen para ella. Esos días están por encima del juicio.
➔ El mundo mismo “se suspende” y la conexión espiritual no permite ver la falta. - Según Rabí: Incluso en momentos elevados, el mundo sigue existiendo como es; solo se nos indica posponer el enfoque en las fallas.
➔ La impureza puede estar, pero se nos enseña a enfocarnos en lo positivo y esperar el momento adecuado para corregir.
Mensaje espiritual:
Hay momentos en la vida en los que debemos trabajar sobre nosotros mismos, y otros en los que la alegría, la conexión y la misión son tan grandes que simplemente brillamos y lo negativo ni siquiera es relevante.
Levítico 14:3 con Rashi y otros comentaristas
El versículo:
וְיָצָא הַכֹּהֵן אֶל־מִחוּץ לַמַּחֲנֶה וְרָאָה הַכֹּהֵן וְהִנֵּה נִרְפָּא נֶגַע־הַצָּרַעַת מִן־הַנָּגּוּעַ׃
Traducción:
“Y saldrá el sacerdote fuera del campamento, y examinará el sacerdote; y he aquí que la nega [aflicción] de la tzara’at ha sanado del nagúa [afligido].”
Rashi:
Rashi (Rabino Shlomo Yitzjaki, Francia, 1040-1105) ofrece una explicación concisa y fundamental, a menudo basada en la Guemará y el Midrash:
- ויצא הכהן אל מחוץ למחנה (Y saldrá el sacerdote fuera del campamento): Rashi explica que la razón por la que el sacerdote debe salir del campamento es porque la tzara’at causaba que el metzorá (la persona afligida) fuera expulsado del campamento (como se menciona en Levítico 13:46). Por lo tanto, el sacerdote debe ir a su encuentro para examinar su curación. Esto subraya la idea de que la curación y la reintegración comienzan con un acto de acercamiento por parte de la autoridad religiosa.
- וראה הכהן (Y examinará el sacerdote): Rashi enfatiza la necesidad de una inspección oficial por parte del sacerdote. No basta con la afirmación del metzorá de que ha sanado; se requiere una verificación experta para determinar la pureza ritual.
- והנה נרפא נגע הצרעת מן הנגוע (Y he aquí que la nega de la tzara’at ha sanado del nagúa): Rashi simplemente afirma el hecho de la curación de la aflicción.
Otros comentaristas ofrecen perspectivas adicionales:
- Ramban (Najmánides, Rabino Moshe ben Najmán, España, 1194-1270): El Ramban profundiza en el significado espiritual de la tzara’at, viéndola como un castigo por el lashon hará (habla dañina) y el orgullo. En este versículo, la curación simboliza el arrepentimiento y la rectificación de estas faltas. La salida del sacerdote del campamento también puede interpretarse como una metáfora del descenso de la gracia divina para sanar al individuo que se ha humillado y se ha arrepentido.
- Sforno (Rabino Ovadia Sforno, Italia, c. 1475-c. 1550): El Sforno se centra en el proceso gradual de purificación. La salida del sacerdote para examinar la curación es solo el primer paso. La curación completa y la reintegración total requerirán los elaborados rituales descritos en los versículos siguientes. Esto enseña que la recuperación espiritual a menudo es un proceso que lleva tiempo y requiere pasos específicos.
- Otz Hachaim (Rabino Chaim Vital, Imperio Otomano, 1543-1620, principal discípulo del Arizal): Desde una perspectiva cabalística, la tzara’at puede verse como una manifestación de desequilibrio en las sefirot (emanaciones divinas). La curación representa la restauración de la armonía. La salida del sacerdote podría simbolizar la necesidad de trascender el estado de separación para alcanzar la sanación a través de la intervención divina.
- Jasidut (Diversos maestros jasídicos): El Jasidismo enfatiza la importancia de la comunidad y el apoyo en el proceso de sanación espiritual. La salida del sacerdote para encontrarse con el metzorá subraya la responsabilidad de la comunidad de extender una mano a aquellos que se han desviado o han sufrido. La curación no es solo un evento personal, sino también un paso hacia la reintegración en el tejido social y espiritual.
En resumen, Levítico 14:3, aunque breve, contiene profundas implicaciones:
- La necesidad de autoridad religiosa: La inspección del sacerdote es crucial para determinar la pureza.
- El proceso de reintegración: La salida del sacerdote simboliza el primer paso hacia la readmisión del metzorá en la comunidad.
- El significado espiritual de la enfermedad y la curación: La tzara’at se ve a menudo como una manifestación de problemas espirituales, y la curación como un signo de arrepentimiento y rectificación.
- La importancia de la comunidad: La acción del sacerdote refleja la responsabilidad de la comunidad de apoyar la sanación y la reintegración.
- La naturaleza gradual de la purificación: La curación inicial es solo el comienzo de un proceso más largo.
Al considerar a Rashi junto con otros comentaristas, obtenemos una comprensión más rica y multifacética de este versículo fundamental en el proceso de purificación del metzorá.
GUEULÁ Y MASHÍAJ
SHEMINI
Y un poco más sobre la profundidad de las mitzvot
Se oyó del Rabino Aharón de Karlín (discípulo del Santo Baal Shem Tov, como se menciona en “Likutei Tzvi” [recopilación de enseñanzas de Rabí Tzvi de Zidichov], pág. 572 [edición de Iafeh]), que el versículo “En la sabiduría hizo todas [las obras]” (Salmos 104:24) pregunta: “¿Cómo hizo?”. Y la respuesta es: “Con sus mitzvot, ‘La sabiduría de los humildes es exaltada'” (Proverbios 11:2). Es decir, la sabiduría que se revela cuando se cumplen las mitzvot con humildad y sencillez es la sabiduría con la que “hizo todas [las obras]”.
Y esto se explica más en los dichos de nuestro Rabino [el Alter Rebe], el Gaón [erudito], el justo, el santo, nuestro maestro y rabino, el Rabino Shneur Zalman [de Liadí] (de bendita memoria), en el Ma’amarei Admur Hazakén [Discursos del Alter Rebe] (volumen II, pág. 277 y siguientes), que la profundidad de las mitzvot de la Torá y la profundidad de la sabiduría de la Cabalá son una misma cosa. La profundidad de la sabiduría de la Cabalá se revela al estudiar la profundidad de las mitzvot, y la profundidad de las mitzvot se revela al estudiar la profundidad de la sabiduría de la Cabalá.
Y esto es lo que se dice en los Ma’amarim [Discursos] del [Rebe] Tzadik [justo] de Lubavitch, nuestro maestro y rabino, el Rabino Menajem Mendel [el Tzemaj Tzedek] (de bendita memoria), que la profundidad de la Torá y la profundidad de la Jasidut [enseñanzas jasídicas] son una misma cosa. La profundidad de la Jasidut se revela al estudiar la profundidad de la Torá, y la profundidad de la Torá se revela al estudiar la profundidad de la Jasidut, que es la “sabiduría de la verdad” para su generación. Y esto se explica más en los Ma’amarim que escribió y profundizó nuestro maestro y rabino [el Rebe Rashab], de bendita memoria, en el Ma’amar Maljut Beit David [Discurso del Reino de la Casa de David].
(Según Likutei Sijot, vol. 27, pág. 287 y siguientes – de ‘Likrat Shabat’)
METZORÁ
Puntos de Luz de las Enseñanzas Jasídicas
También sobre la profundidad de “Y amarás a tu prójimo como a ti mismo”:
Esto [el mandamiento] es la base de toda la Torá. “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18). Encontramos en el Midrash Rabá (Bereshit 24:7): Rabí Akiva dijo: “Este es un gran principio en la Torá”. Y el Alter Rebe explica en el Tanya (capítulo 32) que el amor al prójimo debe ser como el amor a uno mismo, sin ninguna diferencia en absoluto.
Y esto se entiende a través de la explicación del versículo “Y tú, oh mis ovejas, ovejas de mi pasto, hombres sois” (Ezequiel 34:31). El significado es que así como la esencia del alma de cada judío es una parte de Dios arriba, así también la esencia del alma de tu prójimo es una parte de Dios arriba. Por lo tanto, la esencia de ambos es una y la misma. Y así como uno ama su propia esencia, así también debe amar la esencia de su prójimo. Y esta es la intención del mandamiento “Y amarás a tu prójimo como a ti mismo”, que tu amor por tu prójimo sea como tu amor por ti mismo, ya que la raíz de ambos es una y la misma.
Y esto se explica más en los Ma’amarim [Discursos] del [Rebe] Tzadik [justo] de Lubavitch, nuestro maestro y rabino, el Rabino Shmuel [el Rebe Maharash] (de bendita memoria), que la esencia de la neshamá [alma] es “una chispa de lo alto”. Y así como uno no puede odiar una parte de su propio cuerpo, así tampoco puede odiar a su prójimo, cuya alma es una chispa de la misma fuente. Y esta es la profundidad del mandamiento “Y amarás a tu prójimo como a ti mismo”, que el amor debe ser con toda el alma, como el amor a uno mismo.
Y esto es el sabor del servicio [divino] de la Jasidut, que uno debe amar a cada judío con amor fraternal, para atraerlo al camino recto. Y esto se logra al iluminar en él la chispa divina que hay dentro de él, que es su verdadera esencia. Y cuando se revela esta esencia, naturalmente se despierta en él el amor fraternal hacia su prójimo.
Y así es con la profundidad del mandamiento “Y amarás al extranjero que reside contigo” (Levítico 19:34). Su raíz también está en la unidad de la Divinidad, y el amor debe ser con todo el corazón y toda el alma.
(Según Sefer HaMa’amarim – Melukat, parte 1, pág. 100 – de ‘Likrat Shabat’)