“Y a los hijos de las concubinas de Abraham, Abraham les dio regalos y los envió lejos de Itzjak su hijo mientras aún estaba vivo, al este, a la tierra de Kedem”.
[Génesis 25:6]
Rashi explica que los “regalos” que Abraham dio a los hijos de las concubinas fue “el nombre de la impureza”.
Esta es la raíz y la fuente de todas las religiones orientales, “la tierra de Kedem”, Oriente en hebreo. Si viajamos a la India, por ejemplo, nos encontramos con abundante impureza idólatra, muy alejados de Abraham que destrozó a los ídolos. Sin embargo, una chispa sagrada que proviene de Abraham está cautiva dentro de esa impureza. No es casualidad que la casta más alta de la India se llame Brahman, una clara alusión a Abraham.