LA ALEGRÍA ROMPE LAS BARRERAS

Moshé y los ancianos le ordenaron al pueblo de Israel, en el último día de los 40 años de travesía en el desierto, frente a las orillas orientales del río Iardén, algo que no tiene relación sino con el futuro por venir, los tiempos del Mashíaj que estamos viviendo: [Devarim-Deuteronomio 27:2 y siguientes]

“Y será en el día en que crucen el Iardén, hacia la Tierra que Dios tu Elokim les entrega, levantarás para ti piedras grandes y las blanquearás con cal. Sobre ellas escribirás todas las palabras de esta Torá cuando cruces…Y será que cuando crucen el Iardén erigirán esas piedras que yo les ordeno hoy en el monte Eival. Recúbranlas con cal. Y construirás allí un Altar a Hashem… sobre él ofrecerás ofrendás Olá [quemadas]… y sacrificarás ofrendas Shelamim [de paz] y allí comerás y te regocijarás ante Hashem tu Elokim. Y escribirás en las piedras todas las palabras de esta Torá, bien explicado. [traducido a las 70 lenguas madres.]

“וְהָיָה בַּיּוֹם אֲשֶׁר תַּעַבְרוּ אֶת הַיַּרְדֵּן… וַהֲקֵמֹתָ לְךָ אֲבָנִים גְּדֹלוֹת וְשַׂדְתָּ אֹתָם בַּשִּׂיד. וְכָתַבְתָּ עֲלֵיהֶן אֶת כָּל דִּבְרֵי הַתּוֹרָה הַזֹּאת בְּעָבְרֶךָ… וְהָיָה בְּעָבְרְכֶם אֶת הַיַּרְדֵּן תָּקִימוּ אֶת הָאֲבָנִים הָאֵלֶּה אֲשֶׁר אָנֹכִי מְצַוֶּה אֶתְכֶם הַיּוֹם בְּהַר עֵיבָל וְשַׂדְתָּ אוֹתָם בַּשִּׂיד. וּבָנִיתָ שָּׁם מִזְבֵּחַ… וְהַעֲלִיתָ עָלָיו עוֹלֹת… וְזָבַחְתָּ שְׁלָמִים וְאָכַלְתָּ שָּׁם וְשָׂמַחְתָּ לִפְנֵי ה’ אֱלֹהֶיךָ. וְכָתַבְתָּ עַל הָאֲבָנִים אֶת כָּל דִּבְרֵי הַתּוֹרָה הַזֹּאת בַּאֵר הֵיטֵב”.

Vehaia baiom asher taabru et haiarden….vehakemota lejá avanim guedolot vesadta otam basid. Vejatavta aleihen et col divrei ha Torá hazot beavreja…vehaiá beavrejem et haiardén takimu et haavanim haele asher anoji metzavé etjem haiom, behar Eival, vesadta otam basid. Uvanita sham mizbeaj…vehaalita alav olot…vezavajta shelamim vaajalta sham vesamajta lifnei Hashem Elokeja. Vejatavta al haavanim et col dvrei haTorá hazot baer heitev.”

A continuación, se trae el mandamiento respecto a las bendiciones y maldiciones. La bendición se recita en el monte Guerizim y la maldición se recita en el monte Eival. Y justamente en el “monte de la maldición” se celebra el acto especial de la escritura de la Torá en las piedras y el establecimiento del altar, “Y te alegrarás ante Hashem Elokeja”. ¡Verdaderamente un Monte de Alegría y bendición!

Las maldiciones en el Monte Eival son del excelso nivel explicado en el Talmud en el Tratado de Brajot-Bendiciones: “la tierra de Israel se adquiere en sufrimientos”: pero estas son maldiciones en las que se esconde una gran bendición.

Por el contrario, precisamente dentro de la maldición se oculta una bendición más grande que las bendiciones reveladas en la Torá, un grado elevado del bien escondido y difícil de absorber, y por eso aparece al principio como juicio y sufrimientos. Al final “la alegría rompe todas las barreras”, la alegría y el regocijo en el Monte Eival supera todas las limitaciones del mundo natural, y nos capacita para recibir la bendición que permanece latente en la maldición.