UNA HISTORIA VERÍDICA

Un muchacho árabe llamado Naser trabajaba en uno de los hoteles de Israel. Cierto día se le encomendó la tarea de preparar las sillas en una sinagoga del hotel. El chico lo hizo y escuchó la canción “Leja Dodi Likrat Cala”, el Shabat por la noche. Le gustó tanto que el muchacho pidió que todos los sábados fuera él quien ordenara el lugar, para así poder escuchar la plegaria hasta que supiera la poesía de memoria.

Un día, un judío se encontró con uno de los comensales del hotel y pidió ver cómo era el Shabat de los judíos. En resumen, el muchacho árabe fue invitado a una casa judía… le agradó la idea… pasó el tiempo y se convirtió. Su familia, por supuesto, no aceptó su comportamiento y lo expulsó. El muchacho se mantuvo en contacto con su madre y le dijo que tenía barba, esposa, hijos, etc…

Muchos años después la madre pidió verlo y acordó encontrarse en las afueras del pueblo por temor a que lo vieran y lo lastimaran, porque el asunto se había mantenido en secreto. La madre le dijo que ella también tenía un secreto que contarle. Los dos se reunieron y después de derramar juntos lágrimas de emoción… La madre contó el secreto y así le dijo.

– Sabe que soy judía, originaria de la ciudad de Tzfat. Me casé con tu padre que es musulmán… Por lo tanto, de acuerdo con la religión judía eres judío y no había ninguna necesidad de conversión. El abuelo de tu abuelo de tu abuelo… fue Rabi Shlomo Alkabetz, quien compuso la canción “Leja Dodi” y su lugar de descanso está cerca del Santo Arizal, y es el cuñado del Santo Arizal.

De aquí podemos entender por qué su conexión con el poema “Leja Dodi”, el poema de su abuelo fue cantado por los judíos de generación en generación, hasta llegar al los oídos y el alma de uno de los descendientes del Rabino Shlomo Alkabetz.

bendiciones para todos

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