– Shabat Kedoshim en Israel, Ajarei Mot en el exterior
– Shabat Erev Rosh Jodesh Iaar, bendecimos el nuevo mes.
– Shabat de las Jalot con forma de llave
– Shabat de Pirkei Avot: en minjá comenzamos el primer cap.
Este sábado por la noche, domingo y lunes celebramos el nuevo mes de Iyar. Iyar es un mes de resplandor y curación.
Shabat Shalom y un feliz, radiante y sanador mes de Iyar,
El equipo Gal Einai
Voluntad enfocada para traer al Mashíaj
El Talmud (Sanedrín 98a.) (en la lectura de Ein Iaakov) relata: Rabi Yehoshúa ben Levi le preguntó a Eliahu el Profeta: “¿Cuándo vendrá Mashiaj?” Eliahu respondió: “Cuando Él [Dios], nuestro Amo quiera”. Por lo tanto, la venida del Mashíaj depende de la voluntad, la voluntad de Dios. Ciertamente, Dios quiere que venga Mashíaj, pero dentro de la totalidad de la voluntad de Dios, no está claro exactamente cuándo llegará el momento de cumplir esta “voluntad” particular de Dios.
Nuestro trabajo es entonces despertar y hacer descender la voluntad de Dios y hacer que impregne y se sienta dentro de nuestra realidad inferior. Nuestro trabajo es atraer la voluntad etérea de Dios hacia nuestra realidad, una realidad que tiene dimensiones definitivas tanto de tiempo como de espacio. El Jasidut entiende que es nuestro deber despejar el camino para que se cumpla la voluntad de Dios.
El Mashíaj mismo ve la voluntad de Dios de una manera mucho más enfocada y precisa. El Mashíaj quiere venir de inmediato, sin demora alguna, ni siquiera en un abrir y cerrar de ojos. Con este fin está en constante alerta, listo para venir en cualquier momento. Cuando Rabi Iehoshúa Ben Levi le preguntó al Mashíaj cuándo vendrá, él respondió: “¡Hoy!”. El deseo de venir del Mashíaj es tan fuerte que está seguro de que realmente sucederá hoy.
Su voluntad dicta su visión del mundo, a sus ojos, el pueblo judío es digno del Mashíaj y el mundo está listo para la redención. Si Dios quiere que venga Mashíaj, y Mashíaj quiere venir, ¿por qué no ha venido? Porque nosotros también debemos adoptar la voluntad del Mashíaj y lo que incluso puede llamarse “exceso de confianza” de que él vendrá “hoy”—“Hoy si escuchas su voz” (la voz del Mashíaj que dice “hoy”—una voz infundida de voluntad y confianza). Los sabios dicen que Mashíaj viene cuando estemos distraídos. Podemos entender que esto significa que debemos distraernos de todos los demás deseos y enfocar nuestra voluntad exclusivamente en la venida del Mashíaj.
La voluntad es una de las facultades supraconscientes del alma, una fuerza y una facultad potente y poderosa. En cierto sentido todas las facultades supraconscientes (fe, placer y voluntad) pueden verse como diferentes tipos de voluntad. El placer, considerado superior a la voluntad, también se denomina jefetz o deseo, que es la voluntad de tener algo como resultado de sentir placer en ello. El poder supremo, la fe, es la raíz del poder de elección en el alma: la maravillosa capacidad judía de querer algo de una manera completamente libre, como la elección de la voluntad de Dios.
Traer la Voluntad Abajo dentro de la Realidad
Para materializar esta voluntad supraconsciente dentro de la realidad tiene que ser internalizada en la conciencia. Necesitamos atraerla y concentrarla en nuestras almas.
Los tres tipos de voluntad en el inconsciente deben finalmente reflejarse en los tres niveles de las facultades conscientes: la intelectual, la emotiva y la conductual. En el intelecto, la voluntad se manifiesta como elección (hecha con la conciencia expandida). En las facultades emotivas, la voluntad se manifiesta como deseo, adopción o rechazo acompañado de una emoción profunda (placentera). En las facultades conductuales, la motivación instintiva necesaria para actuar en la realidad se manifiesta como voluntad pura, como un impulso sin ninguna experiencia interior.
Cuando la voluntad llega hasta las piernas, hasta las sefirot de netzaj y hod, la confianza y el reconocimiento de las facultades conductuales, se puede rectificar cumpliendo el dicho de los sabios: “Haz tu voluntad como Su voluntad” y “Anula tu voluntad ante Su voluntad”. Debemos realizar la voluntad de Dios con al menos tanto entusiasmo como el que mostramos cuando cumplimos nuestra propia voluntad. Debemos anular nuestra propia voluntad de cumplir nuestros propios deseos y ascender al lugar donde podemos trabajar para rectificar el mundo. Cuando eso suceda, Dios cumplirá nuestra voluntad como Su voluntad de que Mashíaj venga “hoy”. Anulará la voluntad de los demás frente a nuestra voluntad, eliminando todos los obstáculos en el camino hacia Mashíaj.
Dios quiere Mashíaj, el Mashíaj quiere venir y ahora nos toca a nosotros desear la venida del Mashíaj con todas nuestras fuerzas. Necesitamos activar nuestra fe y asegurarnos sin lugar a dudas que el camino que elegimos está en línea con la voluntad de Dios. Debemos estar llenos de una emoción profunda, gozosa y sincera que nos motive a actuar y concretar al Mashiaj con una fuerte confianza en Dios. Con esta voluntad, la redención “correrá” libremente y con gran deseo hacia la realidad, atributo del reinado.
