Rebetzin Menuja Rajel: MADRE DE LA COMUNIDAD JUDÍA DE JEBRÓN

La Rebetzin Menuja Rajel Slonim nació el 19 de Kislev de 5559 (1798), el día en que su abuelo, el Alter Rebe, fue liberado de una prisión zarista. Cuando salió de prisión, el Alter Rebe fue informado de las buenas noticias de que había nacido una hija de su hijo el Mitler Rebe. El Alter Rebe le dio el nombre de Menuja Rajel: Él la llamó Rajel por su hija que había fallecido a una edad temprana y Menuja (que significa “descanso”) diciendo: “Ahora descansaremos un poco”.

Después de su matrimonio con Rabi Iaacov Kuli Slonim, Menuja Rajel vivió en Lubavitch. En 5575 (1815) su padre envió un grupo de jasidim para reforzar la comunidad judía de Jebrón y establecer allí una comunidad de Jabad. Con este propósito el Mitler Rebe inició la compra de una pequeña sinagoga adyacente a la sinagoga sefardí Avraham Avinu más grande, así como otros inmuebles en la zona. En 5605 (1845) la Rebetzin Menuja Rajel hizo aliá a Jebrón junto con su familia. Su casa (en la foto), comprada por el Mitler Rebe se conoce hasta el día de hoy como Beit Schneerson.

La Rebetzin Menuja Rajel se convirtió rápidamente en una figura central en la comunidad de Jebrón. Era conocida por su sabiduría y actos de bondad. Rezaba por la recuperación de los enfermos y por las mujeres que experimentan partos difíciles. Todos los años el 19 de Kislev repartía leikaj (pastel de miel) y se sumergía en una mikve todos los viernes antes de Shabat. La Rebetzin Menuja Rajel no solo era famosa entre los judíos de Jebrón sino que los árabes de la ciudad la admiraban como obradora de milagros. Grandes tzadikim le pedían su bendición.

En la última noche de su vida el 22 de Shevat 5648 (1888) le pidió a su bisnieta de 12 años que no se quedara con ella como era su costumbre y le pidió que en su lugar venga su ayudante Zicel. En medio de la noche la Rebetzin Menuja Rajel despertó a Zicel y le pidió que hierva agua para poder lavarse y cambiarse de ropa. Luego pidió llamar a toda su familia mientras sus labios susurraban Salmos continuamente. Cuando Rabi Efraim Halaván, un rabino de Jebrón, quiso salir a llamar a un quórum de diez hombres para que estuvieran presentes cuando su alma partiera, ella insinuó que él no regresaría a tiempo y dijo: “Mis padres están aquí conmigo.” Poco después esa mujer justa falleció y fue sepultada en el antiguo cementerio judío de Jebrón.

Desde que era una niña pequeña la Rebetzin Menuja Rajel deseaba hacer aliá a la Tierra de Israel. Ella vivía en Rusia pero escuchaba mucho acerca de la Tierra de Israel, “la Tierra que Dios tu Dios desea desde el comienzo del año hasta el final del año”, la Tierra del Pueblo de Israel. A veces, si una persona desea algo con fuerza y no lo realiza como resultado puede enfermarse. La joven Menuja Rajel amaba la Tierra de Israel y la deseaba tan apasionadamente que enfermó gravemente. Yacía inconsciente en su cama hasta que su padre, el Mitler Rebe, le susurró al oído que le prometía que cuando crezca tendrá el mérito de hacer aliá a la Tierra de Israel. El alma de Menuja Rajel escuchó la promesa de su padre, la promesa de un gran tzadik que tenía ruaj hakodesh (espíritu de santidad), y eso fortaleció su alma y se recuperó. Sin embargo, incluso después de recuperarse permaneció sensible al frío toda su vida.

Después de la muerte del Mitler Rebe llegó el momento de que la Rebetzin Menuja Rajel y su familia hicieran aliá a la Tierra de Israel. Acudió al tercer Rebe de Lubavitch, su primo el Tzemaj Tzedek, para solicitar su bendición antes de emprender viaje. Le confesó que lo único que le preocupaba era que estaba débil y propensa a enfermarse debido al clima frío del invierno. El Tzemaj Tzedek la bendijo para que a partir de ese día cada vez que lloviera camine entre las gotas. El Rebe también la bendijo con buena salud y larga vida. Realmente vivió una vida larga y nunca se mojó bajo la lluvia.

Los judíos de Jebrón llamaban apropiadamente a la Rebetzin Menuja Rajel la “madre” y la “abuela” de la comunidad jasídica en Jebrón. Para esta mujer justa, que tan apasionadamente deseaba hacer aliá a la Tierra de Israel, no era suficiente estar en la Tierra. Se involucró con toda la comunidad brindándole sabios consejos y atendiendo también sus necesidades físicas. Sus actos de bondad fueron famosos y abundaron las historias de los milagros que realizó. Según la tradición de Jebrón la Rebetzin Menuja Rajel salvó a los judíos de Jebrón del gobernante árabe y las bandas beduinas de la época. Muchos judíos llegaban a Jebrón desde Israel y de todo el mundo para recibir su bendición – como si fuera un Rabi jasídico. Incluso el tzadik Rabí Iejezkel de Shinwa, autor del “Divrei Iejezkel”, viajó especialmente a Jebrón durante su visita a Israel para recibir su bendición.

Además de su rectitud y linaje la Rebetzin Menuja Rajel era conocida como una mujer muy sabia. Nuestra matriarca Rivka, cuya recámara en el Jardín del Edén está en la sefirá de sabiduría también está profundamente conectada con la Tierra de Israel: Siendo muy joven, cuando Eliezer el siervo de Abraham, vino a pedir su mano para Itzjak, ella no dudó ni un momento y dijo: “¡Iré!” Esta disposición, además de su capacidad interna para identificar que Itzjak era su verdadera alma gemela, también se debió a su sensación de que la Tierra de Israel era el lugar de Itzjak y, por lo tanto, también su lugar. La sabiduría, el amor por la Tierra de Israel y la capacidad de identificar a su alma gemela son características que también se manifiestan en la Rebetzin Menuja Rajel. Cuando ya era mayor y había enviudado, se le sugirió que se casara con el Tzemaj Tzedek quien también había enviudado. La Rebetzin rechazó la oferta diciendo que no estaba dispuesta a dejar la Tierra de Israel y que el Rebe ciertamente no estaría dispuesto a dejar sus jasidim en la diáspora.

El Tzemaj Tzedek solía decir: “Maj da Eretz Israel” (Hacer aquí la Tierra de Israel). La Tierra de Israel no es estrictamente un lugar físico. Los tzadikim pueden sentirlo incluso cuando están fuera de la Tierra. No obstante (y el Rebe de Lubavitch también expresó esto) es seguro que cuando llegue Mashíaj, nadie estará dispuesto a permanecer en la diáspora. Todos los judíos empacarán sus pertenencias y harán aliá a la Tierra física de Israel. La Rebetzin Menuja Rajel, quien estuvo conectada con el establecimiento de la Tierra de Israel con todo su corazón y alma, expresa la aspiración por la redención completa y el entendimiento de que esta meta depende significativamente del hecho de que los judíos vivirán bien en la Tierra. La mayoría de los esfuerzos de la Rebetzin se invirtieron en construir la comunidad jasídica en la Tierra de Israel, que materializaría su visión mesiánica. Incluso los eventos de la fecha de nacimiento de la Rebetzin el 19 de Kislev se produjeron como resultado de las donaciones realizadas por los judíos de la diáspora a los judíos de la Tierra de Israel.

El nacimiento de la Rebetzin Menuja Rajel el 19 de Kislev completó un proceso de sumisión-separación-endulzamiento ese día: La muerte del Maguid de Mezritch fue, por supuesto, sumisión. Cuando un tzadik fallece, su alma asciende a grandes alturas e inculca los frutos de su servicio espiritual en sus discípulos. Pero el sentimiento general en este día es un silencio sumiso ante el decreto celestial. La liberación del Alter Rebe de la prisión rusa es un movimiento de separación de las tribulaciones y las cáscaras impuras, como preparación para un nuevo avance en el Jasidut. El nacimiento de la Rebetzin Menuja Rajel es, por supuesto, endulzamiento, cuyo pináculo fue su devoción mesiánica para establecer la vida jasídica en la Tierra de Israel.

Fotografía: Dr. Avishai Teicher Pikiwiki Israel, CC BY 2.5:

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