LAS TRES PARTES DEL TANAJ – Parte 3

Enseñanza especial para La Cuarta Revolución de la Torá

PARTE 4: INTELIGENCIA INTUITIVA

PARTE 5 RETROSPECCIÓN, INTROSPECCIÓN Y EXTROSPECCIÓN EN EL TANAJ

PARTE 6: EN PREPARACIÓN

PARTE 7: CONVERTIRSE EN HIJOS DE NOE, ABRAHAM E ISRAEL

LAS TRES FACULTADES DEL INTELECTO

En nuestra enseñanza anterior, analizamos la relación entre la mente, el corazón y el hígado, tres niveles de crecimiento y vida espiritual. Establecimos una correspondencia adicional entre la mente, el corazón y el hígado con la Torá, Israel y las naciones del mundo:

  • La Torá – refiriéndose a las tres partes del Tanaj – corresponde a la mente, lo que significa que la Torá es la mente de la creación.
  • El pueblo de Israel que recibe la Torá se corresponde con el corazón y, por lo tanto, se asemeja al corazón de la Creación. Así como el corazón distribuye sangre a todos los miembros y órganos del cuerpo a través de los vasos sanguíneos, el pueblo de Israel tiene el mandato y la responsabilidad de cumplir los 613 mandamientos – correspondientes a los 248 miembros y 365 vasos sanguíneos de nuestro cuerpo – que Di-s nos entregó en la Torá.
  • El hígado, que en realidad clarifica y purifica la sangre antes de enviarla al corazón, representa el nivel natural del alma, el nivel vital del alma, y ​​como dice la Torá, “la sangre es la fuerza vital”.[1] La sangre, es el nivel inferior, pero en realidad es el nivel básico del alma que reside y cuyo asiento está en el hígado.

Antes de continuar, tomamos nota de una alusión muy hermosa en estas tres palabras en hebreo, en el idioma del Tanaj. La palabra usada para designar la mente, moaj (מֹחַ) es la palabra que literalmente significa el cerebro. El corazón, lev (לֵב), pronunciado lev, es casi cognado a amor, love en inglés, que por supuesto está en el corazón. El hígado, (כָּבֵד) que se pronuncia kaved y lo que es único acerca de esta palabra en hebreo es que su valor es 26, que es el valor exacto del Nombre esencial de Di-s, el Tetragrámaton (י-הוה ), al que nos referimos como Havaia, el más elevado y esencial de los Sagrados Nombres de Di-s. Hay algo muy singular en el hígado, y es que solo su valor es idéntico a Havaia, mientras que el valor de los otros dos miembros vitales superiores no solo no es igual a 26, sino que ni siquiera son un múltiplo de 26.

Parte del TanajSe manifiesta a través deÓrgano vital
Torá (Pentateuco)ToráCerebro 
ProfetasPueblo JudíoCorazón 
EscritosNaciones del mundoHígado 

Otro punto que no mencionamos en la enseñanza anterior es que, paralelamente al hígado, hay otro órgano vital: los riñones. Curiosamente, la forma singular para riñones, kiliá (כִּלְיָה), en hebreo, es igual a 65, el valor del Nombre de Di-s Adni (אֲדֹנָ-י), que usamos para pronunciar el Tetragrámaton cuando aparece en el Tanaj, ya que está prohibido pronunciarlo tal como está escrito. Este Nombre, Adni, expresa la “soberanía” de Di-s – que Di-s es el Amo.

65 es también el valor de la palabra para “cámara”, heijal (הֵיכַל), que es una permutación de “riñón” (כִּלְיָה). Puesto que el Tetragrámaton, cuyo valor es 26 está contenido (es decir, pronunciado), por así decirlo, dentro del Nombre cuyo valor es 65, podemos describir esto figurativamente como que el Tetragrámaton reside dentro de una cámara Divina. Juntos, 26 y 65 son iguales a 91, el valor de la palabra “Amén” (אָמֵן), que decimos después de una bendición o después de un deseo, significando, “que así sea”. Entonces, la palabra “Amén” tal como se explica en la Cabalá, es la unificación de 26 y 65, la forma en que se escribe el Nombre más esencial de Di-s y la forma en que debe pronunciarse y leerse. En la Cábala, esto se considera la unificación del aspecto masculino de la Divinidad y el aspecto femenino de la Divinidad.

¿Qué hacen los Riñones?

Los sabios dicen algo muy importante sobre la función del riñón. La expresión hebrea, que se encuentra en el Talmud, es que los riñones aconsejan.[2] Por lo tanto, los riñones poseen un nivel de inteligencia muy importante y esencial, que explicaremos más adelante: el consejo que dan a la persona, al alma: qué hacer, qué debería hacer una persona en una situación dada, cómo responder, cómo reaccionar. Es una forma de inteligencia que, como explicaremos, la psicología moderna llamaría inteligencia instintiva.

Cómo actuar en el momento, cómo huir del peligro, cómo ser fructíferos y productivos, reproductivos en la vida, que es una de las razones más importantes por las que estamos aquí en la tierra: reproducirnos. Es un instinto (no solo humano). No es una inteligencia intelectual, es una inteligencia instintiva. Así que ahora tenemos un fenómeno muy hermoso: tenemos cuatro palabras: cerebro, corazón, hígado y riñones, que en cierto sentido se combinan y van de la mano.

Las letras iniciales de las tres palabras para mente/cerebro, corazón e hígado y mente/cerebro, corazón y riñón son las mismas, porque la primera letra de la palabra hígado (כָּבֵד) – kaf – es también la primera letra de la palabra riñón (כִּלְיָה). Entonces, ya sea que nos refiramos al nivel básico del alma como hígado, o si nos referimos a él como riñón, las letras iniciales son mem (מ), lamed (ל) y kaf (כ), que juntas forman la palabra para “rey”, melej (מֶלֶךְ). ¿Cuál es la explicación? Se nos enseña que el reinado es gobierno, mandar, y el Zohar nos enseña que “la mente gobierna el corazón”[3], moaj shalit al halev (מֹחַ שַׁלִּיט עַל הַלֵּב), lo que significa que el cerebro está destinado a gobernar el corazón. Además, “el corazón gobierna el hígado”[4], lev shalit al hacaved (לֵב שַׁלִּיט עַל הַכָּבֵד), el corazón está destinado a gobernar el hígado, o el corazón está destinado a gobernar los riñones.

Ahora bien, lo que es aún más asombroso es lo que descubrimos si observamos las letras finales. El hígado y el riñón no tienen el mismo nivel final, pero la alusión básica que se nos enseña en la Cábala se refiere a la palabra hígado. En cualquier caso, las letras finales, que son jet (ח), bet (ב) y dalet (ד), forman las letras iniciales de las tres facultades del cerebro, de la mente misma, que son sabiduría (חָכְמָה), entendimiento (בִּינָה) y conocimiento (דַּעַת), o jojmábiná y daat. La letra final de la mente (מֹחַ) es la primera letra de sabiduría (חָכְמָה), y la letra final del corazón (לֵב) es la letra inicial del entendimiento (בִּינָה), y la letra final del hígado (כָּבֵד) es la primera letra del conocimiento (דַּעַת).

Estas son las tres facultades mentales dentro de la mente que residen en el lóbulo derecho, el lóbulo izquierdo y el lóbulo posterior del cerebro, respectivamente, y ellas mismas irradian su luz y fuerza vital en los tres niveles generales de cerebro, corazón e hígado. Esto significa que la sabiduría irradia en los tres niveles y facultades de la mente. Entendimiento es el entendimiento del corazón, las emociones, como explicaremos. Y la última letra de hígado, la dalet, que se refiere al conocimiento, la tercera facultad de la mente, irradia en la inteligencia que reside en el hígado y los riñones juntos. Este tipo de inteligencia se expresa en particular con respecto a los riñones, como dijimos antes, que los riñones dan buen consejo.

Parte del TanajSe manifiesta a través deFacultad(Facultad en hebreo)Órgano Vital
Torá (Pentateuco)ToráSabiduríaJojmá (חָכְמָה)Cerebro
ProfetasPueblo JudíoEntendimientobiná (בִּינָה)Corazón
EscritosNaciones del MundoConocimientodaat (דַּעַת)Hígado y Riñones

Hemos aprendido que el origen de los tres niveles del alma, dentro de los tres o cuatro órganos vitales de nuestro cuerpo, se origina en los tres niveles de la propia mente. Esto es precisamente lo que proponen la ciencia y la medicina: que, en realidad, todo proviene de la mente, del sistema nervioso y de nuestra inteligencia en general.

Otro aspecto que aún no hemos explicado es que la sabiduría y el entendimiento son partes del lóbulo frontal del cerebro, con la sabiduría a la derecha y el entendimiento a la izquierda. Pero el conocimiento, la tercera parte de la mente, se encuentra en el centro, en la parte posterior. También es el origen de la columna vertebral, que desciende y mantiene unido todo el cuerpo. Es la sede del sistema nervioso, que controla prácticamente todo el cuerpo. 

Cuatro tipos de inteligencia

En la psicología moderna, se enseña que existen cuatro tipos de inteligencia. La inteligencia normal, que se mide mediante un test de CI, (Coeficiente Intelectual), se denomina inteligencia intelectual o simplemente inteligencia, propiamente dicha. Mide la inteligencia, lo cual es fundamental para el éxito en la vida. Una persona requiere de sabiduría y perspicacia. El segundo tipo de inteligencia, que ahora se entiende mucho mejor que antes, se denomina inteligencia emocional y se refiere a la inteligencia de las relaciones.

Cómo amar, cómo respetar, cómo sentir lealtad o confianza, cómo agradecer y reconocer. Todas estas son emociones del corazón, y para expresarlas adecuadamente y construir relaciones duraderas, se necesita inteligencia. Pero no se mide mediante un test de CI. Es algo a lo que se denomina inteligencia emocional. Existe, no cabe duda, pero es algo más. No es la inteligencia en la que solemos pensar.

Pero hay otras dos formas de inteligencia. Existe la llamada inteligencia instintiva, como el instinto de huir del peligro, como mencionamos antes. Este tipo de inteligencia se identifica con el hígado (el “compañero” de los riñones). Luego existe un cuarto tipo de inteligencia, la inteligencia intuitiva, que suele considerarse la más espiritual de todas. La inteligencia intuitiva es de donde surgen los nuevos destellos de entendimiento; de ahí proviene la creatividad.

Todos queremos ser no solo inteligentes, sino también creativos en nuestras vidas. Así que, en general, estas dos, la inteligencia intuitiva y la inteligencia instintiva, parecen ser como la superior y la inferior: la más espiritual, la más material. Pero en realidad, se nos enseña que el final está entrelazado con el principio, por lo que existe una relación muy clara entre estos dos tipos de inteligencia, aparentemente extremos. En cierto sentido, se combinan totalmente: la inteligencia instintiva y la intuitiva. ¿Dónde se produce esta unión? Ocurre en los dos lados del conocimiento, la tercera facultad mental. Porque el conocimiento está en el medio, y el medio es el poder de unir los dos extremos, la derecha y la izquierda.

Todo, cada poder espiritual o del alma que se encuentra en el medio, el eje medio, tiene dos lados. Un lado se conecta con la derecha y el otro con la izquierda. Así, el medio es capaz de unir y combinar la derecha y la izquierda, lo que se denomina equilibrio espiritual. En Cabalá la palabra se llama matkalá (מַתְקְלָא), es como una balanza o báscula que une los dos lados que mide o pesa.

En la terminología de la Cabalá, el lado derecho del conocimiento se llama la corona de las bondades, Itra deJasidim (עִטְרָא דְּחַסָדִים) que contiene cinco niveles de bondad. Su origen está en el lado derecho del conocimiento. También hay cinco niveles de guevurá o rigor. El rigor también puede referirse a la crítica constructiva en la vida propia y otras propiedades o facultades del alma que se identifican como facultades izquierdas. Hay cinco de esas también. Y esos cinco se unen en el lado izquierdo de da’at, de conocimiento, que se llama la corona de los rigores, Itra deGuevurot (עִטְרָא דְּגְבוּרוֹת).

Estos corresponden exactamente a los dos últimos tipos de inteligencia a los que nos referimos: la instintiva y la intuitiva. La diferencia entre lo que intentamos explicar y lo que se enseña en psicología radica en que, en psicología, es evidente que no existe una estructura definida para estos cuatro tipos de inteligencia. Tampoco existe una jerarquía, una sobre la otra. Se enseña que todas son necesarias sin necesidad de elegir una en relación con la otra. Pero cuando estudiamos Torá, y en especial su dimensión interior, se hace evidente que, si existen cuatro tipos diferentes de un mismo todo, deben corresponderse y ser paralelos a algún modelo con el que estamos familiarizados de la dimensión interior de la Torá.

Ahora que tenemos este modelo establecido, podemos explicar que la inteligencia intelectual, que es una medida de lo brillante que eres, corresponde al lóbulo derecho del cerebro, que es la sabiduría propiamente dicha. La inteligencia emocional se llama “el entendimiento del corazón”, biná liba (בִּינָה לִבָּא). Los dos lados del conocimiento, el derecho y el izquierdo, que son los orígenes de bondad y rigor, corresponden a la inteligencia intuitiva (el lado derecho del conocimiento) y a la inteligencia instintiva (el lado izquierdo del conocimiento).

Facultad(Facultad en hebreo) Órgano VitalTipo de Inteligencia
SabiduríaJojmá (חָכְמָה) Cerebrointelectual
Entendimientobiná (בִּינָה) Corazónemocional
    Conocimiento    daat (דַּעַת)Corona de Bondades  Riñones  instintivo
Corona de poderes  Hígado  intuitivo

Las tres partes del Tanaj y los cuatro tipos de inteligencia

Ahora, volvamos a nuestro tema: entender la estructura del Tanaj. Dijimos que el Tanaj (la Torá en general) es el cerebro o la mente de la realidad, la mente de la creación. El hecho de que tenga tres secciones, tres partes, se corresponde claramente a sabiduría, entendimiento y conocimiento. Esto significa que la sabiduría de la Torá son los cinco libros de Moisés, el entendimiento de la Torá son los Profetas, y el conocimiento – conocer la Torá – son los Escritos. Según nuestro modelo de cerebro-corazón-hígado-riñones, el conocimiento, o daat, que irradia hacia los riñones y el hígado, corresponde a los Escritos.

Dado que el tikún, la rectificación, de este nivel, se logra principalmente mediante la rectificación del individuo justo entre las naciones del mundo, ello significa que, en el mismo Tanaj, lo que posiblemente más se relaciona con las naciones en su conjunto son los Escritos. Y, de nuevo, en términos de inteligencia, los Escritos, que corresponden a la facultad intelectual de conocimiento, también representan conjuntamente la inteligencia intuitiva y la instintiva.

Recordemos una vez más que la inteligencia emocional se denomina «el entendimiento del corazón», biná liba (בִּינָה לִבָּא) y, por lo tanto, corresponde a la facultad de entender, que a su vez corresponde al corazón y a las emociones. La sabiduría es descrita como mente, jojmá moja (חָכְמָה מוֹחָא) y corresponde a la inteligencia intelectual.

Los Cinco Libros de Moisés requieren inteligencia intelectual

¿Cuál es el contenido de los Cinco Libros de Moisés? El contenido es que Di-s entrega 613 mandamientos al pueblo judío y a cualquier no-judío que decida unirse a él. Y estos 613 mandamientos deben entenderse en detalle, por ejemplo, qué significa ponerse tefilín o filacterias todos los días. Por lo tanto, la Torá contiene muchos versículos que nos instruyen y nos ordenan lo que debemos hacer.

Pero la Torá no define exactamente qué son los tefilín/filacterias. No nos dice cómo hacerlos ni qué colocar dentro de ellos; hay innumerables detalles que no están explícitos en la Torá Escrita, en la parte escrita del Pentateuco, en los Cinco Libros de Moisés. Para saber cómo cumplir los mandamientos de la Torá en la práctica, debes confiar en la Torá Oral. Esto requiere mucho aprendizaje, estudio y profunda reflexión intelectual. Hacerlo significa principalmente estudiar el Talmud y luego estudiar el Shulján Aruj, que es el código de leyes del pueblo judío. Debes ser muy inteligente para entender los argumentos detallados presentados en estos libros. Estudias las enseñanzas de los sabios rabinos que enseñaron cómo derivar todos los detalles de los principios generales y luego aprendes las versiones condensadas de estas derivaciones para saber qué hacer a diario. Por lo tanto, la sabiduría de los Cinco Libros de Moisés requiere principalmente inteligencia intelectual, mucho más que estudiar a los Profetas o las Escrituras.

Estudiar a los profetas requiere inteligencia emocional

Ahora bien, los profetas son una expresión de inteligencia emocional. Son muy emotivos. Probablemente por eso a muchas personas, incluso a los no-judíos, les gusta leer a Isaías o a los demás profetas, ya sean profecías de reproche o de amor, pues todas son una expresión emocional. Es otro tipo de inteligencia. Al igual que en la Torá (los cinco libros de Moisés), cada versículo de los profetas debe estudiarse, al igual que cada versículo de los Escritos. Pero al estudiar a los profetas, se nos insta a usar nuestra inteligencia emocional para sentir las emociones que cada versículo de los profetas – los verdaderos profetas de Israel – transmite y expresa.

Los Escritos requieren inteligencia intuitiva e instintiva

Finalmente, en lo que respecta a los Escritos, también se requiere un tipo diferente de inteligencia: tanto intuitiva como instintiva. La inteligencia intuitiva es la que un padre le enseña a su hijo, y este es el contenido del Libro de Proverbios. La inteligencia instintiva consiste en sentirse atraído magnéticamente por el bien y, al mismo tiempo, despreciar y rechazar instintivamente el mal. Esa es la inteligencia fundamental de los Escritos.

Facultad(Facultad en hebreo) Órgano VitalTipo de InteligenciaParte del Tanaj
SabiduríaJojmá (חָכְמָה) CerebrointelectualPentateuco
Entendimientobiná (בִּינָה) CorazónemocionalProfetas
    Conocimiento    daat (דַּעַת)Corona de Bondades  Riñones  instintivo    Escritos
Corona de poderes  Hígado  intuitivo

Después de todo lo explicado, queremos ahora empezar a centrarnos en los Escritos propiamente dichos. Dijimos que todo comienza con los Salmos. Los Salmos, obviamente, también son muy emotivos, emocionales, pero también representan la reacción instintiva del rey David ante lo que le sucede en la vida. Con todo lo que le sucede, con todo lo que experimenta, se dirige a la única fuente a la que puede recurrir: Di-s. Pero el libro más relacionado con la inteligencia intuitiva es el Libro de Proverbios.


1 Devarim 12:23

2 Shabat 33b

3 Zohar 3:224a

4 Rebe Shneur Zalman de Liadi, Likutei Torá, Rosh HaShaná 58d.

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