EL SIMBOLISMO DE LA MENORÁ

Meditación diaria de Rab Itzjak Ginsburgh

Vaiakhel: Y Congregó

“Y hizo la Menorá de oro puro, de una sola pieza hizo la menorá, su base, sus ramas, sus copas, sus botones y sus flores, eran de una sola pieza con ella.”

“וַיַּעַשׂ אֶת הַמְּנֹרָה זָהָב טָהוֹר מִקְשָׁה עָשָׂה אֶת הַמְּנֹרָה יְרֵכָהּ וְקָנָהּ גְּבִיעֶיהָ כַּפְתֹּרֶיהָ וּפְרָחֶיהָ מִמֶּנָּה הָיוּ”.

“Vaias et hamenorá zahav tahor miqshé asá et hamenorá irejá vekaná, gvieia, caftoreia ufrajeia mimena haiú”

Los otros utensilios del Tabernáculo tenían tiaras (zer, זר): una tiara dorada para el Arca, correspondiente a la Corona de la Torá, Keter Torá; una tiara dorada para el Altar Dorado, correspondiente a la Corona del Sacerdocio, Keter Kehuná, y una tiara dorada para la Mesa, correspondiente a la Corona del Reinado, Keter Maljut.

La Menorá no tiene una tiara, pero tiene algo más elevado que las tres tiaras, correspondiente a la “Corona del Buen Nombre”, que está por encima de las otras coronas. La palabra hebrea para tiara, zer, comparte el mismo valor numérico que la palabra hebrea para luz, אור, or. La Menorá no necesita una tiara porque es toda luz.

Podemos identificar así mismo las otras tres coronas dentro de la Menorá. La luz de la Menorá alude, por supuesto, a la Torá, “Torá Or”, “la Torá de luz”. Las velas de la Menorá aluden a la Corona del Sacerdocio, como se le dijo a Aarón, “Cuando enciendas las velas”. Las velas del sacerdocio difunden la luz de la Torá (como está escrito en Deuteronomio, “Ellos [los sacerdotes y los levitas] enseñarán Tus leyes a Iaacov”). El cuerpo de la Menorá, hecho de una sola pieza de oro puro, alude a todas las almas de Israel, que están unidas en su raíz (como aprendimos en la porción de la Torá de Terumá), una alusión a la Corona del Reinado.

No es coincidencia que la Menorá sea un símbolo del Pueblo de Israel. Pero para que el simbolismo esté completo hay que encender las velas de la Menorá: el Reino de Israel debe estar basado en la Torá y el servicio a Di-s. Cuando así sea la Menorá se transformará de ser un símbolo inanimado a una fuente de inspiración vital e iluminadora.

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