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LOS SECRETOS DEL NOMBRE IEHUDA Y LAS RELACIONES MARITALES PARTE 1

Todos los judíos toman el nombre de la tribu de Iehuda. Hay muchos secretos importantes de la Torá ocultos en el nombre de Iehuda, y en este artículo veremos cómo se oculta en su interior el secreto de la relación entre marido y mujer.

En la porción de Shemot de la Torá que leeremos la próxima semana, Iehuda aparece como la palabra número 15 en la parashá. 15 es el valor de “Agradecimiento”, hod (הוֹד). También es el valor de las dos primeras letras del Nombre esencial de Dios de cuatro letras, Havaia (י-הוה), que son iud y hei (י-ה), pronunciadas generalmente como Ka. La Cábala enseñada por Rabi Itzjak Luria, el Arizal, se basa en gran medida en cuatro formas en que las letras del Nombre esencial de Dios pueden “rellenarse” – escribirse en su totalidad. Estas son:

RellenoValorNombre de rellenoMundoLetra de Havaia
יוד הי ויו הי72ab (עב)Emanación (Atzilut)Iud
יוד הי ואו הי63sag (סג)Creación(Beriá)Hei
יוד הא ואו הא45mah (מה)Formación(Ietzirá)Vav
יוד הה וו הה52ban (בן)Acción (Asiá)Hei

Ahora, el Arizal señala que el nombre de Iehuda, tal como está escrito en la Torá (יְהוּדָה), permuta para formar la modalidad de relleno ban de las dos letras iniciales, –iud y hei– de Havaia: יוד הה. En total, estas dos letras se pueden rellenar de cuatro maneras diferentes, de la siguiente manera:

RellenoLetras
ab (עב)יוד הי
sag (סג)יוד הי
mah (מה)יוד הא
ban (בן)יוד הה

Iehuda es la única de las tribus cuyo nombre contiene las cuatro letras de Havaia (y en orden). Otro punto interesante es que dada la forma en que se escribe Iehuda en hebreo, si no supiéramos que es el nombre de un hombre, pensaríamos que es el nombre de una mujer. Esto también vincula a Iehuda con la sefirá de reino, la más femenina de las sefirot. Así, Iehuda tiene el nombre más femenino de todas las tribus, muy similar en su estructura a Dina, la única hija de Iaacov. 

A Iehuda se le dio el poder de unificación, leiajed ijudim (לְיַחֵד יִחוּדִים). Toda unificación es entre masculino y femenino. Dado que él es un varón con nombre femenino, es un ejemplo de su propio poder de unificación. Observando más de cerca su nombre, יהודה, vemos que la letra dalet (ד) aparece después de las tres primeras letras de Havaia (יהו), seguida de la letra hei (ה). El significado interno de esto es que las tres primeras letras otorgan a la dalet para que se transforme en hei.

Encontramos que hay muchas personas que no escriben el nombre Iehuda con hei al final debido a su santidad (las 4 letras de Havaia aparecen en orden). En cambio, lo finalizan con la letra alef, así: יהודא. En este caso, es otro (el mah) llenado del mismo Santo Nombre de dos letras (יוד הא), como se indicó anteriormente. Las letras que son la tercera forma de llenar iud y hei, usando el relleno ab, son יוד הי, que permuta para deletrear “judío”, iehudí (יְהוּדִי).

[Todo nuestro pueblo ahora es llamado judío, por la tribu de Iehuda. Los sabios nos dicen que un judío, por definición, es aquel que denuncia la adoración falsa, avodá zará (עבודה זרה) de Dios. Entonces, este debe ser el rasgo esencial del carácter de Iehuda – la determinación de sacrificarse para denunciar la falsa adoración a Dios. Particularmente porque de su lucha contra el molej (una forma de idolatría), Iehuda ameritó ser rey y quien reúne a todo el pueblo bajo el Dios de Israel.]

Tenga en cuenta que el cuarto llenado, el llenado sag de este Nombre, iud-hei, es indistinguible del llenado ab. También está escrito יוד הי. Por esta razón, en algunos textos cabalísticos, solo aparecen tres rellenos 1) יוד הי, luego 2) יוד הא, y finalmente, 3) יוד הה. La suma de sus valores juntos es 91, que es el valor de la unificación de los dos Nombres Havaia y Adni (י-הוה א-דני) y una meditación muy importante para la palabra “Amén” (אָמֵן). Aun así, si agregamos explícitamente la cuarta, el relleno sag, entonces el valor total será 126 y este es el valor de las 6 permutaciones posibles de las tres letras únicas de Havaia (יהו): יהו הוי ויה יוה היו והי .

Cuatro niveles de Presencia Divina en un matrimonio

Esto nos lleva a un capítulo importante en nuestras enseñanzas sobre la armonía matrimonial, al que generalmente nos referimos con la expresión “la Presencia Divina entre ellos”, Shejiná beineihem (שְׁכִינָה בֵּינֵיהֶם). Ya hablamos sobre cómo Iehuda aporta unidad y armonía. Vemos esto ya en su nacimiento. Lea no era la esposa favorita de Iaacov, y la Torá incluso nos dice que ella sentía que su esposo la odiaba. Al elegir un nombre para cada uno de sus primeros tres hijos, Lea expresó su dolor y angustia. Reubén significa: “Dios ha visto mi situación”. Shimon significa: “Dios ha oído mi dolor”. Levi expresa su deseo de que “De ahora en adelante, que mi esposo sea mi compañero”. Pero, cuando Iehuda nace, la amargura desaparece y ella lo llama por este nombre explicando: “Esta vez doy gracias a Dios” (como se indicó, Iehuda proviene de la misma raíz que agradecimiento). Iehuda lo cambia todo. Cuando nace, Leá parece haber alcanzado un estado de armonía, sin preocupaciones. Entonces la Torá nos dice: “Y dejó de dar a luz”. Lo que implica que, para lograr la armonía marital con Iaacov, ella ya no necesitaba dar a luz a más hijos.

A veces, la gente lee este versículo como si sucediera algo negativo – ella ya no podía tener hijos – pero el significado más profundo es que ya no necesitaba tener hijos para que su esposo la amara. Ahora estaba inspirada y ya no necesitaba más hijos para lograr la armonía matrimonial que buscaba. Su posterior necesidad de tener más hijos vino de un lugar completamente diferente. Para tener sus dos últimos hijos tuvo que sentir alguna otra forma de carencia que no estaba relacionada con sus primeros cuatro alumbramientos.

El Sagrado Nombre de la Armonía Matrimonial

¿Dónde vemos que Iehuda es de hecho la esencia de la armonía marital? Como vimos, el nombre de Iehuda es el relleno del Sagrado Nombre de dos letras, Ka (י-ה). Todo el tema de “la Presencia Divina entre ellos” se aprende del dicho de Rabí Akiva,

Si un hombre y una mujer lo merecen, la Presencia Divina mora entre ellos. Pero si no lo hacen, entonces el fuego los consume.

¿Cómo aprende esto Rabí Akiva? Cuando tomamos las palabras para “hombre”, ish (אִישׁ) y “mujer”, ishá (אִשָּׁה), vemos que tienen dos letras en común y dos letras que son diferentes. Las dos letras comunes son אש, que deletrean “fuego”, esh (אֵשׁ) y las dos letras diferentes son יה, que forman el Nombre de Dios Ka, cuyos rellenos hemos estado analizando con respecto a Iehuda. Ahora bien, si el hombre y la mujer ameritan, a través de sus acciones y la calidad de su relación y cuidado mutuo, la iud (י) y la hei (ה) se unifican y crean el Sagrado Nombre Ka, que representa la Presencia Divina. Pero si no lo hacen, entonces las letras restantes, que deletrean “fuego”, los consumen a ellos y a su matrimonio. De hecho, las palabras “hombre” y “mujer” contienen cada una la palabra “fuego”, y estas dos instancias de “fuego” corresponden al ardor de las apetencias carnales y físicos y al furor ardiente de la ira. La combinación de apetencias carnales e ira puede ser catastrófica como lo indica su suma: el valor de “apetencias”, taavá (תַּאֲוָה) es 412 y el valor de “ira”, caas (כַּעַס) es 150 así que juntos suman 562, que es el valor del séptimo de los Diez Mandamientos, “No cometerás adulterio”, lo tinaf (לֹא תִּנְאָף).

Cuatro niveles de armonía marital

Ahora volvemos al lado positivo de la enseñanza de Rabí Akiva. Cuando un hombre y una mujer merecen, la Presencia Divina mora entre ellos. Pero como ya hemos visto que hay cuatro rellenos posibles (de los cuales sólo tres son únicos) para el Sagrado Nombre Ka que representa la Presencia Divina y crea armonía matrimonial, se deduce que cada uno de estos rellenos representa un tipo o nivel diferente de armonía en el matrimonio. Cuanto más en sintonía esté una pareja con su matrimonio y más capacidad tengan para estudiar Torá, más podrán prestar atención al nivel de armonía en el que se encuentran en cada momento. Por cierto, en la Cabalá anterior a Arizal, se explica que meditar solo en las letras es como la Obra de la Creación, maasé bereshit (מַעֲשֵׂה בְּרֵאשִׁית), pero la meditación o la contemplación de los rellenos de las letras es como la Obra de la Carroza, maasé mercabá (מַעֲשֵׂה מֶרְכָּבה), mucho más elevado y un nivel más avanzado de comprensión de la realidad. La palabra carroza en hebreo también significa “construir” o “armar”. Entonces, si todo lo que le interesa es la armonía marital genérica, puede conformarse con estudiar las dos letras iud y hei solas. Pero, si estás interesado en la armonía marital que proviene de la Obra de la Carroza Divina, necesita meditar en los cuatro posibles rellenos de estas dos letras.

Antes de ver qué tipo de armonía marital representa cada uno de los cuatro rellenos de Iud-Hei, consideremos la frase que Rabi Akiva usó para describir la “armonía marital” (שְׁכִינָה בֵּינֵיהֶם). Su valor es 502, que es también el valor del relleno sag de la palabra “judío”, iehudí (יְהוּדִי), o el valor de יוד ואו דלת הי יוד. Como vimos, las letras de “judío” (יְהוּדִי) son en sí mismas el segundo relleno sag de Ka (יוד הי). Esto no significa que solo el llenado sag esté relacionado con la armonía marital, solo que hay algo especial al respecto.

El papel del esposo según lo plasmado por el relleno de la Iud

Los cuatro rellenos posibles del Nombre Ka (Iud-Hei) que vimos anteriormente también corresponden a las sefirot y los partzufim de la siguiente manera:

RellenoLetrasSefiráPartzuf
ab (עב)יוד היsabiduría (jojmá)Aba(Padre)
sag (סג)יוד היentendimiento (biná)Ima(Madre)
mah (מה)יוד האbelleza (tiferet)Zeer Anpin (Pequeño rostro)
ban (בן)יוד ההreinado (maljut)Nukva(Femenino)

Para entender qué tipo de armonía marital representa cada relleno, debemos observar que el hombre aporta la letra iud (י) al Sagrado Nombre Ka y la mujer aporta la letra hei (ה). El primer punto que vemos sobre los cuatro rellenos es que el relleno de la letra masculina, la iud, es siempre el mismo – siempre es una vav y una dalet añadida a la raíz iud: יוד. Esto parecería implicar que el nivel de armonía marital alcanzado no depende del marido. En otras palabras, para alcanzar los distintos niveles de armonía marital, el esposo siempre tiene que hacer lo mismo representado por estas dos letras, vav (ו) y dalet (ד).

La letra iud representa un estado de distanciamiento; representa un punto sin dimensiones, suspendido en el aire, como una persona que está tan desconectada que ni siquiera deja una impronta en su esposa y su hogar. El marido no puede permanecer en este estado, hacia el cual tiene una tendencia natural, indefinidamente. En cambio, debe expandirse y descender a través de las dos letras vav y dalet. Como dicen los sabios, “Desciende un nivel y cásate con una mujer”, najet dargá naseb it´ta (נְחֵית דַּרְגָּא נְסֵיב אִיתְּתָא). Así, la dalet representa a su esposa, y la vav representa el descenso, o hundirse hacia abajo (como siempre ocurre en Jasidut), como cuando se baja un balde a un pozo. Entonces, la imagen que obtenemos del relleno de la letra iud, la contribución del esposo a la armonía marital es que la iud inicial se transforma en la vav alargándose, descendiendo y luego puede conectarse con la dalet. De hecho, este es siempre el caso.

La actitud y el papel de la mujer captados por el relleno de Hei

El corolario de este análisis es que el nivel de armonía marital que tiene la pareja varía dependiendo de la esposa. Como dicen los sabios, “Todo es por la mujer.”

El segundo punto es diferenciar entre los dos primeros rellenos, los rellenos ab y sag, que parecen idénticos. Lo diferencial es cómo ve la mujer a su marido. Si ella quiere tomar su esencia e incluirla dentro de la de él, ese es el relleno ab (יוד הי). En Cabalá, esto se conoce como la unión de padre y madre supremos, donde la madre suprema está investida dentro del padre supremo (la hei, ה, dentro de la iud, י). ¿Cuál es el punto esencial del marido ideal? ¡La anulación! Si la mujer quiere anular su ser y ser incluida dentro del marido, entonces esa es el relleno de ab. Esto también se conoce en Cabalá como “el entendimiento dentro de sabiduría” (en palabras del Sefer Ietzirá, “Comprender en sabiduría”). En cierto sentido, la mujer siente el punto seminal de comprensión que tiene su marido – ya que la anulación conduce a la comprensión – y quiere ser incluida en él anulándose a esta comprensión.

Por otro lado, si la mujer quiere incluir la esencia de su esposo en ella misma, eso es el relleno de sag (nuevamente, יוד הי). En este caso, la mujer no desea anularse dentro de la esencia de su marido, sino tomar ese punto esencial, llamado su perseverancia, su capacidad de permanecer firme y sereno e imbuirse de ello. Este es el sentimiento que tiene una mujer cuando quiere tomar la semilla de su esposo y ser fecundada por ella (la iud, י, dentro de la hei, ה).

Hay una historia sobre la esposa del Alter Rebe, quien una vez les dijo a sus amigos, “meiner zogt“, que significa “mío dice”, refiriéndose a su esposo como “mío”. Este sentido de propiedad sobre su esposo no es una objetivación, sino que ilustra su anhelo por la esencia de su esposo.

Ilustremos este anhelo con una historia que aparece en el midrash:

Una mujer judía estuvo casada por muchos años, pero no había tenido hijos. Su esposo decidió por lo tanto divorciarse de ella, por lo que acudió a Rabí Shimon bar Iojai, de bendita memoria, quien le dijo que, así como ellos celebraban su matrimonio con alegría, así debían celebrar su terminación con alegría.

El marido preparó un gran festín, en el culmen del cual le pidió a su esposa que eligiera cualquiera de sus posesiones que deseara, asegurándole que no rechazaría su deseo.

¿Y qué hizo ella? Ella le sirvió tanto vino que él se emborrachó y se durmió, y luego les dijo a sus sirvientes que lo llevaran en su cama a su dormitorio.

A la mañana siguiente, cuando se despertó y se encontró en su casa, le preguntó por qué lo habían llevado allí, ¿no estaba claro que tenía la intención de divorciarse de ella? Ella respondió: “¿No me dijiste que podía tomar lo que quisiera? Bien, no deseo ni oro, ni plata, ni piedras preciosas, ni perlas; Todo lo que quiero es a ti. Tú mismo eres el único objeto de mi deseo.

Cuando el marido oyó esto, se enamoró de nuevo de su mujer y la tomó de nuevo.

Y en este mérito, el Santísimo les concedió hijos.

Aunque hasta entonces no habían tenido hijos, el nuevo anhelo que la mujer tenía por su esposo fue suficiente para que el tzadik, Rabí Shimon, pudiera bendecirlos para tener hijos.

En el relleno mah (יוד הא), la letra hei de la mujer se rellena con una alef (א). En el Zohar, la forma de la alef se compara con la forma del ser humano. Así, en este nivel, la intención de la esposa es reproducir la forma de su esposo en sus hijos. Esta es una interpretación muy directa. Ella quiere desempeñar su papel en la mitzvá de su esposo de “ser fructíferos y multiplicarse”. Esto es lo que la Torá señala que es la razón revelada por la que los hombres y las mujeres se casan en primer lugar – quieren reproducirse, formar una familia.

Así que ahora, llegamos al relleno ban (יוד הה), el relleno que deletrea Iehuda (יְהוּדָה). El Arizal explica que el relleno ban de Havaia (יוד הה וו הה) es el secreto de la “Cueva de los Patriarcas”, la cueva en Hebrón donde están enterrados los patriarcas y las matriarcas, que en la Torá se llama la “Cueva Duplicada.” Hay muchas explicaciones para este nombre, pero lo que es importante para nuestros propósitos es que en el relleno ban de Havaia, cada letra se duplica (incluso la iud se rellena como יוד, donde las letras de relleno וד tienen el mismo valor numérico que la letra raíz, י). Los primeros tres rellenos fueron relativamente más fáciles de entender, este es un poco más difícil. Parece como si la esposa simplemente se estuviera duplicando a sí misma. Al principio, esto suena como la sensación que una mujer que aún no está casada tendría sobre el matrimonio – el matrimonio consiste en encontrarme a mí misma en mi esposo. ¿Cómo puede un sentimiento así conducir a la armonía marital?

Lo que una mujer quiere para su marido

Otra posible explicación sería que la mujer busca tener solo hijas con su esposo, pero esta tampoco es una explicación suficientemente buena.

Para comprender el significado del relleno ban, debemos recordar que este relleno corresponde a la sefirá de reino. Empecemos por hacer una observación. La mayoría de las mujeres no están interesadas y preferirían no participar en que su esposo se convierta en el gobernante, el rey, sobre todo el mundo. Los sabios dicen que “quien vive sin esposa vive sin un muro protector”. Normalmente, el papel de la mujer es proteger a su esposo, y esto incluye asegurarse de que su imaginación no obtenga lo mejor de él, disuadirle si decide buscar cargos y estatus que simplemente son demasiado grandes para él. Una mujer que protege a su esposo lo alienta a estar cerca de su hogar, a tener una vida honorable, a establecer un tiempo para estudiar Torá, a ser un talmid jajam. Normalmente una mujer no está contenta (por decir lo menos) si su marido decide entrar en política y ella hace todo lo posible para evitar que lo haga.

Pero existe tal cosa como un verdadero rey y una verdadera reina.

Por supuesto, hay mujeres superficiales, del tipo que enviaría a sus maridos a la política para disfrutar de los focos. Tales mujeres buscan fama y honor y están dispuestas a sacrificar a sus maridos (y a ellas mismas) por ello. Pero estamos hablando de una mujer sagrada. ¿Cómo puede una mujer que es santa, que es modesta, que quiere que su esposo sea modesto, cómo una mujer así y su esposo pueden asumir el papel de rey y reina? Si argumentáramos que el esposo de una mujer así debería simplemente ignorarla si su vocación es realmente política, entonces ¿qué pasa con la declaración del Zohar de que un rey sin una reina no es un rey ni es grande? El Rebe de Lubavitch anterior citó esto en su discurso en la boda de su hija y yerno, el Rebe de Lubavitch. En la santidad, no puede haber rey sin reina; todo depende de la esposa.

La naturaleza de la mujer de santidad. La mujer que puede ser una verdadera reina es la mujer que respalda la soberanía de su marido y la alienta. La mayoría de las mujeres no pueden soportar compartir a su esposo con otras personas. Pero hay una mujer que es de tal talla y tiene tanta confianza en sí misma que puede (inconscientemente) alentar a otros a desarrollar una relación que es el duplicado de la suya con su esposo. Por supuesto, no hace falta decir que no queremos decir que ella permitirá que alguien más se case con su esposo – duplicar su relación abarca su relación espiritual y emocional, pero no sus connotaciones físicas. Para que su esposo sea el rey, ella tiene que proyectar todos los demás aspectos de su relación con su esposo, el rey, para que pueda inspirar y ser compartido por cada uno de sus súbditos.

Entonces, explicamos que la duplicación de la esposa significa que ella ve el panorama general. Ella se da cuenta de que su esposo puede ser rey solo si su relación con él puede ser duplicada y compartida por otros. Ella es el reino femenino, el reino del mundo de Emanación, que actúa para duplicar su relación con su esposo, el Ze’er Anpin de Emanación sobre todos los mundos por debajo de Emanación. Así es como funciona el reino de Emanación en la Cabalá. Toma la relación que tiene con su esposo, el Ze’er Anpin del mundo de Emanación y la duplica para todas las criaturas que habitan los tres mundos inferiores, Creación, Formación y Acción. En relación con el rey, todos los sujetos son femeninos, porque el rey está destinado a proveer a todos. Entonces, es solo gracias a la reina que los súbditos saben cómo relacionarse con su rey en primer lugar. Para ellos, ella proporciona el ejemplo de cómo relacionarse correctamente con el rey, cómo respetarlo y honrarlo de la manera correcta (y cómo llevarse bien con él). Cuando todo está dicho y hecho, ella es responsable de hacer que el resto del mundo siga a su esposo.

Una vez más, el relleno de ban no es una alef o una iud, lo que indicaría algo más que ella misma – sino más bien una hei – su letra. El relleno ban implica que ella llena la realidad consigo misma, en el sentido de su relación amorosa con su esposo, el rey.

Para la mujer que disfruta de este tipo de armonía marital, el poder de la relación es tan fuerte que descubre que, en sentido figurado, puede hacer lugar para el resto del mundo en su propia casa. En la práctica, diferentes súbditos adoptarán diferentes tipos de relaciones con el rey (relaciones en las que ven al rey como su soberano, su padre o su esposo), pero todas estarán finalmente inspiradas en la armonía de la reina con el rey. Una mujer que puede inspirar al mundo entero de esta manera – mientras que al mismo tiempo protege al rey, su esposo, del falso autoengrandecimiento y de los pretendientes malintencionados – merece que se cumpla el verso: “Un rey en su hermosura verán vuestros ojos.”

Incidentalmente, cuando miramos la historia de la realeza temprana en el pueblo judío, podemos decir que la razón por la que David finalmente pudo quitarle el reino a Saúl fue porque todas las mujeres se enamoraron de David, un hecho que es fácil de entender después de la victoria de David sobre Goliat. En la práctica, a David solo se le permitió tener 18 esposas, y en la actualidad, cuando estamos limitados a casarnos con una sola mujer, el rey, por supuesto, solo tendrá una esposa. Aun así, cuando observamos esta frase numéricamente, “una esposa” (אִשָּׁה אַחַת) es igual a “todo” (הַכֹּל) multiplicado por “una” (אֶחָד), lo que implica que siempre ha sido esa esposa en particular la que inspira a todos, es decir, todos los súbditos del rey, a convertirse en uno. Anteriormente señalamos que para el rey David, su única esposa especial era Betsabé.

Hasta ahora, hemos encontrado una explicación de primer nivel del significado de los rellenos de la iud y la hei. En la continuación de este artículo, exploraremos una interpretación de segundo nivel, que tiene en cuenta que el enfoque del esposo sobre la armonía marital se ve afectado por el de su esposa.

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